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jueves, 28 de febrero de 2013

Basta de impunidad

Por Rosa María Payá

En Cuba, con y sin reforma migratoria entra y sale quien el gobierno decida.



He llegado a Europa hace poco más de una semana. El frío de Madrid me heló hasta los huesos pero fue prontamente superado por la oleada de sensaciones y la calidez del encuentro con mi familia, mis tíos, mis primos y los amigos que por tanto tiempo han estado lejos.

Hace 10 años que no veía, por ejemplo, a Regis Iglesias, quien salió un día de la primavera de 2003 de nuestra casa en el Cerro par ser secuestrado por el Gobierno Cubano durante más de 7 años. Luego fue deportado a España sin derecho siquiera poder visitar a sus amigos antes de irse. Recuerdo que mi padre lo despidió en la cerca, cómo podía alguien imaginar que esa sería la última vez que se verían estos dos inseparables amigos y compañeros de lucha.

Cuando hace dos meses el Gobierno Cubano me dijo a través de sus funcionarios militares de las oficinas de emigración que yo no podía viajar y que cuando eso cambiara ellos me lo dirían, decidí que no volvería a pedirles permiso. En esa ocasión yo cumplía con todos los ominosos requisitos legales para salir del país, y al cambiar la ley los seguí cumpliendo. La diferencia es que ahora me podían rechazar en la aduana, pero no lo hicieron. En ningún caso creo que me escape, salí porque el gobierno lo permitió.

En Cuba, con y sin reforma migratoria entra y sale quien el gobierno decida. La prueba es que Regis Iglesias no ha podido entrar y que varios dentro de Cuba ya han sido advertidos de que no podrán salir.

El motivo de mi viaje fue en primer lugar intervenir en una cumbre sobre los derechos humanos y la democracia en Ginebra. Allí, expusimos nuestras preocupaciones por la inestable situación de nuestro país y la opresión a la que están sometidos sus ciudadanos. Explicamos la iniciativa común del Camino del Pueblo que es la opción validada por la mayor parte de la oposición donde se sientan las bases y los pasos elementales que debemos dar como pueblo en la transición hacia la democracia.

Recordamos que más de 25 000 ciudadanos están desde hace 10 años demandando legalmente al gobierno la realización de un plebiscito, cuando la constitución solo pide 10 000 demandantes y explicamos en que consiste el proyecto Heredia. En la cumbre, en Ginebra conocí a muchas personas que desde diversas y conflictuales realidades se movían a la solidaridad con su prójimo y se arriesgaban por lograr el bienestar de sus semejantes.

Descubrí que a pesar de nuestras diferentes religiones, culturas y tradiciones todos abogábamos por objetivos similares: el respeto a los derechos humanos y el reconocimiento de estas injustas y difíciles realidades por parte de la comunidad internacional. Allí como en Madrid hemos recordado que las amenazas de muerte que recibía mi padre se concretaron el 22 de Julio de 2012 y solicitamos apoyo para que se investiguen su muerte y la de mi amigo Harold Cepero.

Dejamos una declaración que está siendo firmada por los asistentes a esta cumbre en la que se solicita explícitamente el apoyo a una investigación que aclare lo sucedido. La verdad se hace indispensable, por justicia, como vía para la verdadera reconciliación, pero también como un llamado de atención, porque las amenazas de muerte ahora se han extendido a toda mi familia y la represión aumenta contra los miembros del MCL y de toda la oposición.

Por nuestro pueblo, por nuestro futuro y por la seguridad de toda una nación, el mensaje de la comunidad internacional a quienes tienen el poder en Cuba también debe ser: BASTA DE IMPUNIDAD.