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jueves, 22 de agosto de 2013

Tres cubanos libres en la República Oriental del Uruguay

Ayer fui uno de los solidarios uruguayos con la resistencia cubana que nos congregamos en el hotel Balmoral para oir a tres cubanos libres :Rosa Payá, Eriberto Liranza y Erick Alvarez Gil . Nos enteramos de los detalles del asesinato del opositor pacífico Oswaldo Payá, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación y promotor del proyecto Varela para un plebiscito popular. Conocimos cómo es la asfixiante atmósfera totalitaria,de persecución, vigilancia y tortura que se vive en la dictadura comunista de la dinastía Castro. Los sueldos de unos pocos dólares con los que hay que sobrevivir, las vacas que son tan sagradas como en la India, porque nadie puede comerlas, la persecución a los hijos de los opositores, haciéndoles pasar verguenza frente a los compañeros en el aula, los ataques a las casas de quienes osen discrepar con la tiranía. Las torturas como la "Shakira", a la que los torturadores del partido único le han puesto el nombre de la cantante colombiana, y que consiste en esposar manos y pies del prisionero, dejándole el cuerpo encorvado, pasar una cadena entre las esposas y alzarlo dejándolos suspendido en el aire. La denuncia de un ciudadano a otro para sobrevivir,la amenaza de perder empleo o plaza en la universidad a los que no concurran a los actos oficialistas,etc. etc. Varias decenas de uruguayos los acompañamos. Jóvenes blancos, Guerreras de ley, dirigentes del Partido Colorado e independientes (sin partido) como yo. No se vio a ningún frenteamplista entre los que concurrimos a exigir LIBERTAD PARA CUBA. 

Prof. Antonio Romero Piriz de la Red Uruguaya por Democracia en Cuba y el Comité Uruguayo por la Democracia en Cuba

¡LIBERTAD PARA TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS CUBANOS! RED URUGUAYA POR DEMOCRACIA PARA CUBA
 http://www.youtube.com/watch?v=y8Vd3vxepm8&feature=








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martes, 20 de agosto de 2013

Cuba y el exilio del inconsciente

jama-y-libertad-Garrincha

SONORA, México, agosto 2013, www.cubanet.org.- Semanas atrás, el caricaturista Garrincha posteó en su muro de Facebook una curiosa premisa para el debate en red entre amigos comunes emigrados. Preguntaba si a alguien más le había pasado que, en sueños, volvía a estar en Cuba, y que además, por alguna razón, de buenas a primeras no podía salir de la isla. Las respuestas resultaron de una similitud asombrosa: Al parecer, casi todos los cubanos emigrados habían tenido ese sueño – ¿pesadilla? – y, en no pocos casos, al parecer la situación onírica se volvía tan recurrente como aquel clásico del adolescente soñando que camina desnudo por los pasillos de su secundaria.
Sin necesidad de ponernos demasiado freudianos, no cabe duda de que algo muy sensible lleva a sembrar tales ansiedades en el inconsciente de cualquier compatriota que alguna vez, de alguna manera, consiguió radicarse de forma permanente lejos de su país natal.
Por un lado, es raro encontrar a un cubano emigrado – o exiliado, que para estos efectos es lo mismo aunque el inconsciente, como veremos más adelante, parece tender más al exilio que a la mera mudanza de latitud- que no ansíe visitar a su patria, aún cuando se abstenga de hacerlo por falta de fondos, por boicotear al régimen, o porque llanamente la dictadura le ha negado el derecho a rebasar la aduana de su propio país; por otro lado, es evidente que ciertos pavores internos persisten a la hora de imaginar una permanencia forzosa dentro de aquellas fronteras nacionales, con independencia de cuál sea su relación actual con las autoridades migratorias.
Quizás no ayude mucho aquella virgiliana “maldita circunstancia del agua por todas partes”, lo cierto es que muchos de nosotros hemos desarrollado un raro instinto de supervivencia que no siempre se justifica en planos de la realidad, pero que identifica buena parte de ese subyacente temor a regresar, y con ello, la posibilidad de no volver a vivir en un ambiente “normal”.
Pongamos por caso: usted lleva algún tiempo viviendo fuera de Cuba, lo cual quiere decir que, de una manera u otra, se ha ido adaptando a las relaciones de convivencia en condiciones de civilización moderna, con los altibajos de un capitalismo imperfecto, con créditos, deudas o hipotecas, pero ya sin las presiones elementales del bocado de comida, la guagua que nunca llega y los zapatos que otra vez largaron la suela y hay que mandarlos a pegar. Usted ya sopesó que es preferible vivir con la presión de una tarjeta de crédito en fecha tope a la presión de un salario mensual que no le alcanza ni para comprar media libra de carne, con lo cual su razón lógica ya deslindó a la poesía del pragmatismo, a la nostalgia del confort, al gorrión de la lista interminable de canales por cable. Su inconsciente, no obstante, sigue temiendo que el cuerpo físico pueda quedar atrapado en aquella realidad que, de tantas maneras, atacaría de nueva cuenta a su estabilidad celular. El inconsciente conoce mejor que nadie el valor de las vitaminas, sabe como nadie que las pequeñas, constantes e interminables encrucijadas domésticas isleñas pueden minar la salud con mucha más presteza y sadismo que cualquier banco capitalista.
Otra variable importante incide en la insistencia de ese tipo de sueño en las noches del emigrado: Cuba es un territorio cuyas fronteras han permanecido cerradas por muchas décadas. Aún hoy, cuando aparentemente cualquier cubano puede ya adquirir un pasaje y pedir una visa, conseguir el importe para hacerlo sigue siendo un privilegio escaso por lo estratosféricamente costoso que resulta un boleto, a cualquier parte, si se le equipara al irrisorio salario medio nacional y que, si acaso, la decisión personal sólo podría resolverse con una balsa y un inevitable terror a morir en aguas traicioneras, devorado por tiburones. Ni los emigrados mexicanos que atraviesan el desierto o cruzan a nado un río podrían tener peor horizonte que ese. Quienes atravesaban el muro de Berlín en los ochenta jamás llegaron a reunir tantos puntos en su contra.
De alguna misteriosa manera hemos metabolizado también que los decrépitos artífices de nuestro ya antiguo sistema político no nos diseñaron genéticamente para asimilar la libertad de movimiento, que no crecimos con la posibilidad cultural de entrar y salir a voluntad, y que un primer viaje al extranjero siempre depende de fuerzas ajenas, de personas o instituciones que nos inviten y corran con los gastos. Y es ahí donde el cerebro nos traiciona, donde al dormir nos vemos a nosotros mismos indefensos, caminando por una ciudad propia que amamos, pero en la cual ya no queremos vivir. La sensación de asfixia sólo se suaviza cuando despertamos y vemos, con sorprendente alivio, que aún seguimos morando en el país que nos adoptó.
La pauta que el amigo Garincha dejó en la red social, a la postre, resultó tan inquietante y reveladora como cualquiera de sus caricaturas. Y es que el humor gráfico, como en la realidad – en este caso la agridulce realidad del emigrado o exiliado cubano – no siempre se muestra en su blanquinegra lógica cotidiana, sino proyectado en la oniris contestona, en la polisemia a menudo satírica de los sueños. Para confrontar a ese mundo tangible, al parecer, necesitamos antes reconocer nuestros más profundos y ridículos miedos.

martes, 13 de agosto de 2013

Expertos de la ONU llegan a Panamá para inspeccionar la carga del barco norcoreano

 

Expertos de la ONU llegan a Panamá para inspeccionar la carga del barco norcoreano

Agencias | Ciudad de Panamá
'No emitirán declaraciones respecto a su labor, ni antes, ni durante, ni después de realizada', indicaron las autoridades.

Expertos del Comité de Sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas llegaron anoche a Panamá para inspeccionar al mercante norcoreano Chong Chon Gang, detenido en este país hace 27 días con armamento bélico no declarado y sin mantener contacto con la prensa, informó una fuente oficial.
"Por petición de los miembros del panel (de expertos) y por cuestiones de procedimiento, sus miembros no emitirán declaraciones respecto a su labor, ni antes, ni durante, ni después de realizada", indica un comunicado del Ministerio de Seguridad Pública (Minseg) de Panamá que da cuenta del arribo de los enviados, no identificados.
El Minseg señaló que al comunicar esta indicación reitera lo dicho en este mismo sentido anteriormente por el Ministerio Publico (MP) de Panamá, aunque reconoce que existe "gran expectativa, dentro y fuera del país respecto a esta inspección", informa EFE.
La entidad exhortó a los medios informativos brindar toda la cooperación posible para que esta inspección al mercante de bandera norcoreana, atracado en un puerto panameño en la costa atlántica, "se realice de la manera más fluida y correcta".
"En su debido momento el Ministerio de Seguridad Pública y la Fiscalía Primera de Drogas facilitarán todas las informaciones permisibles que surjan sobre este tema", indica el comunicado.
Los 25 contenedores con equipo bélico ocultos en el barco norcoreano, procedente de Cuba y detenido en Panamá junto a sus 35 tripulantes desde el 10 de julio, fueron trasladados a un "lugar estratégico", donde serán inspeccionados por la misión de la ONU, afirmó una fuente oficial.
"La carga fue llevada a un lugar cerrado, estratégico, donde ellos (los técnicos de la ONU) van a llevar a cabo la revisión (...) son 25 contenedores", afirmó a EFE el director del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) de Panamá, el comandante Belsio González.
El MP, que encabeza la investigación de la carga en Panamá, informó en un comunicado de que el domingo, tras la descarga de todos los contenedores, se encontraron "varios misiles en piezas del tipo SA2 y SA3".
Esos equipos se suman a las piezas de aviones caza MIG-21 Bis, dos sistemas de misiles antiaéreos y sus equipos de guía, explosivos, granadas RPG, cohetes de corto alcance, municiones y al menos seis camiones de comando y control de misiles hallados desde el 15 de julio.
Según el diario El País, Panamá rechazó una solicitud de Corea del Norte vía fax para buscar una vía que excluyera a la Organización de Naciones Unidas (ONU) en la solución de la crisis.
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EL PAÍS
08/13/2013
Panamá pretende deportar a los 35 tripulantes del barco norcoreano. Los 35 tripulantes del barco norcoreano que fue interceptado el pasado mes de julio con un cargamento de armas y azúcar cubanos, podrían ser deportados. Informa Reuters
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Hallan aviones Mig-21 en barco norcoreano detenido en Panamá

 


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lunes, 12 de agosto de 2013

El legado de Oswaldo Payá sigue vivo.

El legado de Payá está vinculado intrínsecamente a la democratización de la sociedad cubana y a la obtención de derechos cívicos. Su usufructo va más allá de cualquier postura ideológica, intereses políticos partidistas o interesados cálculos económicos de beneficio  particulares. 
 
MIAMI, Florida, julio, www.cubanet.org -Se ha cumplido un año de la desaparición física de Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero. Un presunto accidente en oscuras circunstancias con la sospecha de una intencionalidad criminal cegó la vida de estos activistas cívicos que hoy no están entre nosotros. Dos cubanos imprescindibles para el futuro de Cuba cuando más falta hace su presencia. Para satisfacción de los enemigos de la democracia y de ciertos personajes de mentalidad torcida quedaron fuera de juego, sea cual fuera la causa real de su muerte.
No es de extrañar esa repulsiva satisfacción. Con ello muestran su odio los aquellos que temían la palabra raigal y franca de Payá. Una voz incorruptible que no atendía a intereses de ninguna índole, cuya verticalidad estaba dirigida a un único fin: el derecho del pueblo cubano a sus libertades sin menoscabos ni falsedades. De la misma manera que enfrentó al gobierno totalitario de Cuba, al despotismo de sus leyes y actitudes, lo hizo contra aquellos que bajo pretextos egoístas pretenden venderse como salvadores capaces de llevar la democracia a la Isla con la venia de las autoridades y los espacios que los cubanos no tienen.
Crítico hacia cualquier sistema deshumanizador, comunismo o capitalismo salvajes que al final terminan siendo casi lo mismo, el líder del MCL era una voz incómoda. Por triple partida para  represores, inversionistas de capitales en pos de engrosar sus billeteras sin mayores escrúpulos o entre quienes se aprestan a conformar lo que Oswaldo llamó atinadamente el cambio fraude.
En el aniversario de estas muertes cabría escribir sobre esas personas que han sido arrebatas de en la plenitud de sus vidas fructíferas. Pero creo mejor dedicar la jornada a resaltar el valor de la  herencia que nos dejan con su lucha. Mucho más cuando con indignación nos llega un escrito de Edmundo García, un periodista cubano residente en Miami, acusando ese legado de anexionista, entreguista, antipatriótico y carente de aceptación por parte del pueblo cubano.
Este periodista, que dirige parte de su crítica contra quienes salen de Cuba en condición de refugiados, omite explicar como obtuvo su estatus en el otro lado del estrecho de la Florida. Un traidorzuelo de baja estofa que en Cuba nunca alzó ni las pestañas para señalar las injusticias y atropellos del sistema y que llegado a esta orilla seguramente alegó ser un perseguido buscando su regulación dentro de la discutida Ley de Ajuste Cubano. Uno de tantos en fin.
Pero lo que no se puede aceptar de la diatriba de García es que llame anexionista, entreguista y anti patriótico a quien mantuvo en la propia Isla y desde un discurso opositor los valores nacionales como ciudadano  integro, trabajador consciente y cubano cabal.
Payá nunca dudó en manifestar su postura hacia los embargos. El externo que desde un enfoque errado y disfuncional en nada ayuda a la gente común y el otro embargo interno  (verdadero bloqueo) que atenaza a los cubanos de a pie. Cuando la pesadilla Elián González tampoco titubeó Oswaldo en reivindicar el derecho del padre a decidir el futuro de su hijo, a la vez que defendió el de otros padres e hijos que vivían una situación parecida bajo la perspectiva del gobierno castrista. Son algunos ejemplos de una actitud que no pueden empañar la ruindad de los voceros de la maldad.
El MCL contrario a lo que se quiere hacer ver en el infamante escrito, nunca recibió ayuda financiera de Lincoln Díaz Balart ni de la Rosa Blanca. Censuras muchas, desde una parte del exilio que se empeñaba en no comprender al líder de la agrupación cubana y el objeto de su lucha. Tampoco se aviene con la verdad cuando afirma que su herencia es un invento de mentes afiebradas. El legado de Oswaldo queda en varios proyectos que lograron avanzar en profundidad dentro de un sistema que se creía inexpugnable. Y de eso precisamente se trataría el Proyecto Varela, satanizado coincidentemente por los adversarios de ambas orillas.
No por gusto el propio Fidel Castro decretó una guerra contra el proyecto cívico que lo hizo violentar su discutible constitucionalidad. Condenarlo por esa acción sería el próximo paso a seguir junto al mantenimiento de la campaña de recogida de firmas ciudadanas. Firmas que generosamente dieron no solo opositores, sino centenares de trabajadores y gente de pueblo ajenas a los asuntos de la oposición. Algunos incluso militantes comunistas, estudiantes, ex combatientes internacionalistas y revolucionarios de esencia. Entre ellos estaban Orlando Zapata Tamayo y el propio Cepero, dos mártires de esta etapa por la democracia.
Fueron esos “proyectos inoperantes e incompletos” los que generaron el odio fatal de un régimen al que seguro no le temblaría el pulso para decretar el fin de la vida de Oswaldo y Harold. Sus muertes, como otras tantas sin olvidar la de Adrián Leiva, habrían sido determinadas desde aquel día que se entregaron las firmas en la Asamblea Nacional. No es casual que en la escalada represiva del 2003 fueran encarcelados y condenados a desmesuradas penas 42 miembros del MCL y activistas del Proyecto Varela. Y es este empeño aniquilador el que pone en evidencia el valor del esfuerzo y los que lo hicieron posible.
El legado de Oswaldo quedó abierto al futuro. Quizás demore años en volver a recobrar toda su capacidad y magnitud. Pero su naturaleza persiste. Aunque algunos prefieran ignorarlo o destruirlo incluso. Es como aquel resplandor de libertad lanzado por el padre Félix Varela desde un rincón del exilio. Su palabra y ejemplo estaban presentes en la hora de la libertad y desde entonces nunca nos ha abandonado. El proyecto que lleva su nombre lo demuestra.
El Movimiento Cristiano Liberación no está sepultado. El legado de Oswaldo Payá Sardiñas  sigue tan vivo como el grupo que él fundara. Las aspiraciones, proyectos o propuestas ciudadanas que impulsara mantienen toda su vigencia. Porque el legado de Payá está vinculado intrínsecamente a la democratización de la sociedad cubana y a la obtención de derechos cívicos. Su usufructo va más allá de cualquier postura ideológica, intereses políticos partidistas o interesados cálculos económicos de beneficio  particulares. Ese legado que nos dejó Payá, aún por materializar, pervivirá porque es parte integral de una entidad viva que es Cuba y su pueblo.
Publicado 
| Por Miguel Saludes

sábado, 10 de agosto de 2013

¿Autista o genio? El niño que se ríe de Einstein

por isabel ibáñez / bilbao

Dicen que Jacob Barnett, con 14 años, es uno de los genios de este siglo. Con 3, le diagnosticaron autismo y pronosticaron que no se ataría los zapatos hasta los 16
El niño que se ríe de Einstein
kelly wilkinson
Jacob Barnett en 2011, con 12 años, resolviendo problemas de física como preparación a sus exámenes de la universidad
Toc toc. ¿Quién está ahí? Albert. ¿Qué Albert? Albert, tú pensaste que iba a decir Einstein». «No sólo voy a romper la Teoría de la Relatividad de Einstein con éxito, sino que mi 'bagel' póstuma (rosquilla, se sirve en los funerales judíos) va a ser mucho mejor. Chúpate esa». «Cita del día de Einstein: 'Si los hechos no encajan en la teoría, cambia los hechos'. Suena como un 'hacker' de las relaciones públicas, ¡no como un genio!». «No solo soy más inteligente que Einstein, mi gato en realidad está vivo y muerto a la vez. Como el de Schrödinger (apellido del científico que hizo un experimento imaginario de Mecánica Cuántica con un gato)».
Estos tuits dan una idea de a qué nivel se mueve Jacob Barnett, Jake para la familia, un chico estadounidense de Indiana al que, con 14 años, consideran un nuevo Einstein. Con dos años y medio, los médicos dijeron a su madre, Kristine, que el pequeño sufría el síndrome de Asperger, una forma leve de autismo, y empezó a recibir educación especial adecuada a esta circunstancia. Sin embargo, Kristine no podía creer cómo un niño con esta enfermedad mostraba tanto interés por unas cartas de colores con letras, de esas que se utilizan para enseñar a los críos el alfabeto, y se plantó ante el profesor: «Incluso se las lleva con él a la cama, como otros críos se acuestan con su osito Teddy».
—«Creo que tiene que reajustar sus expectativas sobre su hijo. Estamos centrados en cosas como que aprenda a vestirse por sí solo», contestó el maestro.
—«De acuerdo, pero él ama esas cartas...».
—«Estoy tratando de decirle, señora Barnett, que no creemos que usted se tenga que preocupar por el alfabeto con Jacob», —zanjó el experto.
Profetizaban que su hijo nunca leería, que ni siquiera sería capaz de atarse los zapatos al menos hasta cumplir los 16. Pero Kristine decidió seguir sus instintos de madre —y profesora de guardería— y, en contra de lo que pensaban los especialistas e incluso su marido, tomó lo que ella define como «la decisión más temible» de su vida. Avalada eso sí por los puzles de 5.000 piezas que el crío era capaz de resolver a esa edad. Le sacó de la educación especial que solo había logrado meterle más y más en su mundo (había dejado de hablar) y comenzó a prepararlo para que se incorporase a las clases 'normales'. Así, puso su mirada en seguir la «chispa» de Jacob, como ella la denomina, en aquello que parecía despertar su interés. «¿Por qué concentrarse en lo que él no podía hacer? ¿Por qué no centrarse en lo que sí podía?». Con este pensamiento y apoyándose en las experiencias infantiles normales (softball, comidas campestres alrededor de la hoguera y juegos) empezó a romper los muros que rodeaban a su hijo.
La madre de Jacob se dedicó a fomentar lo que parecían ser las grandes aficiones de su pequeño, que se dedicaba a decorar paredes y ventanas con fórmulas matemáticas. Lo extraordinario de todo esto no es que Kristine pudo recuperar a Jacob para el mundo exterior, sino que debajo de esa cáscara impenetrable descubrió una inteligencia que rivaliza con la de Albert Einstein, o al menos eso es lo que se desprende al aplicar el cuestionado coeficiente intelectual, que en el caso del científico alemán llegaba a 160 y en el de este pequeño autista a... ¡170!

Conferencias en chancletas

Con 8 años, empezó a asistir a conferencias universitarias, sentado en la última fila, absorbiendo todo aquello que era en realidad lo que su mente hambrienta necesitaba. A los 9, investigando con el típico juego de formas, construyó una serie de modelos matemáticos que abrían una nueva vía en el campo de la Teoría de la Relatividad de Einstein. Su madre grabó entonces a su hijo explicando esta tesis, la colgó en Youtube y la envió a la Universidad de Princeton, la misma donde el genio alemán enseñó e investigó. Al ver aquello, el astrofísico canadiense y profesor Scott Tramaine se dio cuenta de que estaba ante algo grande y escribió este correo electrónico a Kristine: «Estoy impresionado por el interés de Jacob en la física y la cantidad de lo que ha aprendido hasta ahora. La teoría en la que está trabajando involucra a varios de los problemas más difíciles de la astrofísica y la física teórica. Cualquier persona que los resuelva está listo para un Nobel».
Así, antes de cumplir los 10, Jacob fue aceptado en la Universidad de Indiana como un estudiante más. Y ocupó un puesto remunerado en el campo de la Física de la Materia Condensada, un trabajo que por su originalidad le valió un récord: convertirse en el investigador de astrofísica más joven del mundo. Incluso publicó en la revista «Physical Review A».
En los foros científicos, el tema ha generado debate. Algunos se asombran de su talento, otros dudan y hay quien afirma que el chico está cometiendo errores de origen, si no de bulto, en sus tesis. «Al menos por lo que sé, creo que su precocidad es genuina —opina un entendido en thescienceforum.com—. Aunque, desde luego, eso no significa que puedas considerarle seriamente como un científico. Al menos no aún». Otro le contesta apoyándose en fórmulas y asegura que Barnett está recitando para la cámara cosas que no entiende: «Creo que es otro bluf de Youtube», concluye. Pero ahí está el aval de Princeton.
Jacob también da conferencias explicando diferentes asuntos científicos. Choca verle desenvolverse en chancletas y con la soltura de un adulto acostumbrado a hablar para el gran público. Incluso se permite golpes de efecto durante la charla, como arrojar de pronto sobre su cabeza los folios en los que apoya su discurso y seguir hablando como si nada. Ahora está escribiendo un libro para acabar con la fobia a las matemáticas, tan habitual entre los chavales de su generación, porque se le da muy bien explicar con sencillez asuntos científicos complejos. Es por eso que el chaval, de mayor, quiere ser profesor.
Kristine desvela que todo este talento también tiene 'efectos secundarios'. Que no es raro que su hijo se olvide incluso de comer cuando está metido de lleno entre sus ecuaciones. Al parecer sufre de insomnio porque su cabeza está llena de números, así lo describe él.
A pesar de toda esta increíble historia, que se asemeja a la reflejada en el libro y posterior película «Una mente maravillosa», Jacob no deja de ser en muchos aspectos un chico como cualquier otro. Ya ha salido con alguna chica y le gusta jugar con su consola; su favorito es Halo, un videojuego de disparos en primera persona cuya trama se desarrolla en el siglo XXVI y donde el jugador se convierte en un soldado genéticamente mejorado que se enfrenta a extraterrestres.

Libro y película

Tuitea, y no solo esos chistes sobre Einstein que podrían llevar a pensar que quizá todo esto es demasiada presión para un adolescente. No faltan quienes critican a la familia por el camino por el que están conduciendo a Jacob, aunque los expertos apoyan a la madre en su decisión de enviarlo a la facultad. El joven también comenta las cosas que le diferencian de otros que estudian con él (en la universidad, claro). «En clase. ¿Por qué todos los tíos llevan bermudas y chanclas? ¿Y quién es Jack Johnson (un cantante estadounidense que triunfa entre los jóvenes)? ¿Es un químico? Este es mi punto más débil». O ironiza sobre su potencial: «Puedo deducir fórmulas cuánticas complejas con la parte superior de mi cabeza, ¡pero todavía no puedo conseguir tres estrellas en el nivel 3-14 de Angry Birds! La vida es extraña». También hace bromas sobre detalles científicos: «¿Cuál es el nombre del primer detective de la electricidad? Sherlock Ohms».
Kristine ha publicado un libro en EE UU con el título «The Spark: A Mother's Story of Nurturing Genius», que será editado próximamente en España. Además, la Warner quiere filmar su historia. Los Barnett fundaron en 1996 una asociación que acoge a chavales con los mismos problemas; allí juega Jacob al baloncesto con otros como él, autistas... y quién sabe si también genios. 

martes, 6 de agosto de 2013

A Oswaldo Payá lo asesinaron"


 Angel Carromero durante su entrevista con el diario El Mundo.
Texto íntegro de la entrevista ofrecida por Angel Carromero, vicesecretario de Nuevas Generaciones del Partido Popular, al diario español El Mundo, el 5 de agosto del 2013.
ÁNGEL CARROMERO: "A OSWALDO PAYÁ LO ASESINARON"
El joven político del Partido Popular rompe su silencio y cuenta por primera vez lo que ocurrió aquel fatídico 22 de julio en una carretera secundaria de Bayamo, cuando se cumple un año de la muerte del líder opositor cubano.
Ángel Carromero ha decidido romper su silencio cuando se cumple un año de la muerte del líder opositor cubano Oswaldo Payá y de Harold Cepero. Es la primera entrevista que el político del PP de 27 años concede a un medio español desde que aquel fatídico 22 de julio el coche que conducía se estrellara en una carretera de Bayamo (Cuba). Ese día la voz del fundador del Movimiento Cristiano Liberación y Premio Sajarov se apagó para siempre junto a la de su compañero. Los otros dos ocupantes –Carromero y el político sueco Aron Modig– salieron ilesos. Mucho se ha escrito sobre lo que ocurrió en aquella carretera secundaria. Él es el único testigo, el único que recuerda y ha decidido contar la «verdad».
Condenado por un tribunal cubano a cuatro años de prisión por homicidio involuntario, vive en régimen de semilibertad en España. Arrastra en su tobillo un grillete del siglo XXI. Éste es su tributo a la memoria del histórico disidente, porque es «lo que Oswaldo hubiera hecho» en su lugar.
Pregunta.– ¿Qué ocurrió aquel 22 de julio en Cuba?
Respuesta.–Nos dirigíamos a Santiago y ya nos habían seguido tres veces durante el trayecto. En Bayamo, un vehículo azul comienza a perseguirnos. Viene hostigándonos muy cerca. Tanto que pude ver los ojos del conductor por el retrovisor. Al ver el coche, Oswaldo me dice: «Son de la comunista por el color de la placa. Ángel, sigue como si nada».
P.–¿Acelera en ese momento para intentar escapar?
R.–Todo lo contrario. No queríamos darles una excusa para que nos dieran el alto. Además, era imposible ir deprisa, la carretera es muy sinuosa y está llena de socavones.
P.–¿Y qué ocurre después?
R.– El coche nos embiste por detrás y nos saca de la calzada. Yo pierdo el conocimiento. Lo siguiente que recuerdo es cómo unos hombres me meten en una furgoneta con puertas correderas, como las que usa la seguridad del Estado cubano,
y les grito: «¡Joder, quiénes sois y qué cojones nos habéis hecho!». Luego vuelvo a perder el conocimiento. Creo que me dieron con una culata porque tengo una brecha en la cabeza.
P.–¿Salieron los dos disidentes cubanos vivos del accidente?
R.– Sí, estoy completamente seguro. Las enfermeras y un párroco me aseguran que en el hospital hemos ingresado los cuatro.
P.–¿Fue un impacto fuerte?
R.– Los cristales del coche no se rompen y ni Aron ni yo tenemos ninguna magulladura.
P.–Y si no fue un accidente, ¿cómo murió Oswaldo Payá?
R.– Los servicios secretos cubanos asesinaron a Oswaldo Payá. No era la primera vez que lo intentaban. Dos meses antes otro coche había hecho volcar su vehículo.
P.–¿Para qué viajó a Cuba?
R.–Fui a dar apoyo y dinero a la disidencia cubana. Les llevamos 8.000 euros, medicinas contra el cáncer e información de lo que pasa fuera de la isla. Y lo volvería a hacer.
P.–Entonces ¿por qué no le acusaron de un delito contra la seguridad del Estado?
R.– No lo hicieron por hacernos un favor. Fue porque les convenía. Era mucho más fácil utilizarme para enmascarar la muerte de Payá. Era un plan perfecto.
P.–¿Se cree un cabeza de turco?
R.– Absolutamente. Decir que se trató de un accidente e inculparme fue una coartada perfecta para ocultar la muerte del único opositor que podía liderar la transición democrática en Cuba. Yo sólo soy una víctima más del caso Payá.
P.–En ese caso, ¿por qué extraditarle a España y dejar cabos sueltos?
R.– Había ciertas expectativas de que no hablara, pero no funciono así.
P.–Tras el siniestro, ¿qué es lo primero que recuerda?
R.– Me despierto en la camilla de un hospital y hay un militar del Ministerio del Interior sentado a mi lado. Estoy tan aturdido que le cuento la verdad: que alguien nos perseguía y que nos ha echado de la carretera.
P.–¿Pudo hablar con alguno de los otros ocupantes del coche?
R.–Sí, con Aron. Recuerdo que le dije en inglés: «Dios mío, nos van a matar». Y él me contesta: «Probablemente sí». Me da los móviles de Oswaldo y Harold y los escondo. También me deja su iPhone, con el que llamo a España para avisar de lo que ha pasado. Luego nos separan.
P.–¿Le informan de la muerte de Payá y Cepero?
R.–No. Le pregunto a una enfermera y me dice que hemos ingresado los cuatro ocupantes del vehículo, después me dice que en el hospital estamos tres y más tarde que sólo los extranjeros. Luego me ponen una vía y me sedan.
P.–En la clínica firma una declaración donde dice que fue un accidente, ¿por qué lo hizo?
R.–Cuando me despierto, una cohorte de militares rodea mi cama y me graban con una cámara de vídeo. Uno de ellos empieza a darme bofetones. Luego un hombre, que se identifica como un perito, me dice: «Eres muy joven para quedarte aquí. No te va a pasar nada si dices que te caíste por un terraplén».
P.–¿Temió por su vida?
R.–Estaba seguro de que me iban a matar, por eso mandé un SMS de socorro en el que alerto de que estamos rodeados de militares. Luego me quitan los teléfonos.
P.–¿Por qué liberan tan pronto al político sueco?
R.– La embajadora de Suecia tardó 24 horas en ir a buscar a Aron, que desde aquel momento declaró no acordarse de nada. Yo sólo pude ver al cónsul general meses antes del juicio y nunca a solas. Siempre había un teniente coronel delante.
P.–Después le trasladan a una unidad militar de Bayamo, ¿qué ocurre durante todo ese tiempo?
R.– La cárcel es como en las películas: la orina encharca el suelo, los presos sacan las manos por las rejas para tocarme y hace un calor asfixiante. Estoy drogado y muy aturdido porque me dan sedantes. Me interrogan varias veces al día, incluso por la noche. Su obsesión es el tema político. Han visto en mi móvil fotos mías con Aznar y Cospedal y piensan que soy un peso pesado del PP o un agente de la CIA
P.–¿De qué habla en estos interrogatorios?
R. –Me mantuve firme hasta el final. Nunca impliqué a nadie de mi partido, ni a nadie del Gobierno, ni les di la información que me pedían.
P.–Y aun así graba un vídeo en el que confiesa que todo fue un accidente...
R.–Pero, ¡cómo se puede creer esa declaración! Estaba leyendo un papel. ¿Cómo va un español a usar la expresión «accidente de tránsito»? Incluso se nota que estoy leyendo. Pero, ¿alguien creía lo que decían los cubanos? Ya no es una cuestión de ideologías, es por sentido común.
P.–Durante seis meses estuvo en una prisión cubana, ¿cómo fue la vida en la cárcel de 100 y Aldabó?
R.–Allí se la conoce como 100 y se acabó porque el que entra no sale. Las condiciones son inhumanas. Si me hubieran metido en una celda común habría muerto. Yo estaba en una especial junto a otro preso, que era un agente de la seguridad del Estado. Lo pasé tan mal que incluso pensé en suicidarme con una cuchilla de afeitar. Me sentí abandonado por todo el mundo.
P.–¿Sufrió torturas?
R.– Físicas no, pero sí psicológicas. Sólo me dejaban salir de la celda una vez cada tres semanas y me pusieron muchas vías. No sé lo que me inyectaban. Sólo hablaba con el militar que me traía la comida y, es cierto, el síndrome de Estocolmo existe.
P.–Pero sabemos que pudo hablar con su familia...
R.–Hablaba con mi madre y con mi mejor amigo por teléfono una vez al mes. Eso me salvó. Me dieron dos libros: 100 horas con Fidel y otro sobre el embargo a Cuba.
P.–¿Tuvo un juicio justo?
R.–En absoluto. La Fiscalía cubana fue fabricando las pruebas conforme avanzaba el proceso y la defensa no tuvo acceso ni al coche ni a ningún testigo. Fue una pantomima, los testigos llevaban las declaraciones escritas en la palma de la mano.
P.–Pero contó con un abogado español que coordinó su defensa...
R.–A mi abogado lo vi una vez el día antes del juicio y pude hablar con él a solas 60 segundos por el descuido de un coronel. En ese momento le dije: «Pepe, en España saben que no ha sido un accidente, ¿verdad?». Él me contestó que sí, pero que me mantuviera en la versión oficial y me aseguró que el Gobierno y mi partido estaban conmigo.
P.–La Fiscalía cubana basó toda la acusación en el exceso de velocidad.
R.–Imposible. Era una carretera mal asfaltada, con agujeros, curvas.
P.–¿Se considera buen conductor?
R.–Sí, la mayoría de las multas que tengo son de aparcamiento. Me quitaron los puntos del carné por ir hablando por el móvil y por superar en 10 kilómetros por hora el límite de velocidad en la A-3.
P.–¿Cómo fue la vuelta a España?
R.–En Cuba no tuve ningún contacto con el exterior. No tenía ni idea de todas las cosas horribles que se habían publicado sobre mí, incluido este periódico. No entendía nada porque soy inocente.
P.–¿Ha solicitado el indulto al Gobierno español?
R.–Carlos Payá pidió mi indulto en enero, y si un indulto tiene sentido es cuando la parte agraviada pide el perdón para el condenado. Es la propia familia del fallecido la que dice que soy inocente.
P.–¿Es cierto que el Kennedy Center de Washington va a pedir que su juicio se declare nulo?
R.– Sí. El director para los Derechos Humanos del Kennedy Center, Santiago Cantón, vino a verme a España para entrevistarse conmigo. También me he reunido con otras personalidades de EEUU.
P.–Usted y la familia reclaman una investigación internacional que esclarezca la muerte de Payá, ¿cree que va a prosperar?
R.–Sí, de hecho hay una carta firmada por senadores de Estados Unidos como John McCain o Marco Rubio en la que exigen a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una investigación independiente. Además, se solicitará que mi juicio se declare nulo.
P.–Pero para que actúe la Justicia hacen falta pruebas...
R.–Durante este año la familia de Oswaldo ha recabado pruebas y testigos que va a presentar en una querella en la Audiencia Nacional, porque Oswaldo también tenía la nacionalidad española.
P.– ¿Hay mucha gente que prefiere que esté callado?
R.–Me pidieron que me quedara callado por patriotismo y que asumiera mi culpabilidad. Pero ya no es por mí, es para esclarecer la verdad de un asesinato de Estado.
P.– ¿Goza de un trato de favor?
R.– En absoluto. En la cárcel de Segovia no tuve ninguno. Comía y hacía lo mismo que los otros presos.
P.–Esperanza Aguirre ha hecho una defensa numantina de su caso.
R.–Esperanza está defendiendo la verdad. Se ha portado conmigo como una madre. Antes de todo esto no me había reunido nunca con ella, pero desde que me afilié al PP a los 16 años soy aguirrista.
P.–¿Cómo ha cambiado su vida?
R.–Se ha roto en mil pedazos. Tuve que cambiar de puesto de trabajo porque la oposición se cebó conmigo. He recibido anónimos con amenazas de muerte. En el metro voy con gorra y hay barrios de Madrid donde no puedo ir.
P.–¿Cuánto gana como consejero del grupo municipal popular?
R.–Gano 2,300 euros netos al mes, aunque no siempre he vivido de la política. Trabajé en El Corte Inglés mientras me sacaba la licenciatura de Derecho, he hecho un máster en Bolsa y hablo tres idiomas. Yo no tengo padrinos en el PP.
P.–¿Ha hablado con Rajoy o con García-Margallo de lo sucedido?
R.–No, pero he estado con Aguirre, Dolores de Cospedal, Ana Botella e Ignacio González.
P.–¿Cómo valora la gestión del Gobierno?
R.–Consiguieron traerme de vuelta y por eso les estoy agradecido.
Publicado en El Mundo, 5 de Agosto del 2013, p.22

Notas relacionadas:

Tomado de:

miércoles, 12 de junio de 2013

¿Qué es la NSA? Seis claves (conocidas) para entender la polémica agencia de espionaje americana

 La Agencia Nacional de Seguridad estadounidense se dedica a captar mensajes externos y proteger los propios y sirve a las otras agencias de inteligencia de Estados Unidos

Menos conocida internacionalmente que la CIA o el FBI, la National Security Agency (NSA) es una de las columnas fundamentales de la inteligencia de Estados Unidos. Aunque ahora en el ojo de la controversia por las filtraciones de uno de sus empleados externos –Edward Snowden–, durante muchos años la NSA fue un misterio para los propios estadunidenses, que bromeando con sus siglas la denominaron No Such Agency (No existe tal agencia) o Never Say Anything (Nunca digas nada).

¿A qué se dedica?

A diferencia de la CIA, consagrada al espionaje o acciones encubiertas en el exterior, la NSA se dedica básicamente a la interceptación de comunicaciones mantenidas por no nacionales. Está dividida en dos partes: el Directorio de Señales de Inteligencia, que recoge información transmitida por actores externos, tanto en el extranjero como en EE.UU., y el Directorio de Garantía de Información, que protege los sistemas de información nacionales. En ambas funciones tienen un papel relevante la criptología. Su servicio de captación y descifrado de mensajes beneficia al resto de agencias de inteligencia. Casa día intercepta y almacena 1.700 millones de correos electrónicos, llamadas telefónicas y otros elementos de comunicación.

¿De quién depende?

 

LA NSA está formalmente dentro del Departamento de Defensa y su jefe debe ser un militar de alta graduación. En la actualidad, su responsable es el general Keith Alexander. Debido al papel esencial de la comunicación electrónica, que es dominio de la NSA, en la ciberseguridad, al frente del cibercomando del Pentágono está el propio Alexander (su sede está precisamente en la central de la NSA). Por encima de la NSA está el Director Nacional de Inteligencia, James Clapper, de quien dependen otras quince agencias (también la CIA), y quien despacha habitualmente con el presidente estadounidense.

¿Espía a estadounidenses?

Por ley, la NSA limita su recogida de información de inteligencia a las comunicaciones foráneas. No obstante, como se ha puesto da manifiesto con las últimas filtraciones –y aquí radica la polémica del caso–, diariamente reúne registros de las llamadas telefónicas de millones de ciudadanos (datos que no incluyen la identidad de los usuarios; tampoco hay acceso al contenido de las conversaciones) y puede supervisar contactos de nacionales a través de internet con supuestos terroristas extranjeros. Si necesita una mayor vigilancia sobre ciudadanos sospechoso requiere de orden judicial.

¿Cuándo se creó?

La NSA fue creada por el presidente Harry Truman en 1952, sobre el precedente de la Agencia de Seguridad de las Fuerzas Armadas, que surgió al acabar la Segunda Guerra Mundial.

¿Dónde está?

La sede de la NSA está en el cuartel Fort Meade, a 40 kilómetros de Washington, en el estado de Maryland. Tiene además otras dependencias en Colorado, Georgia, Hawai y Texas. Está construyendo una central de almacenamiento de datos en Utah, especialmente pensada como búnker de ciberseguidad. La NSA recoge inteligencia además de cuatro satélites geoestacionales y tiene un puesto de monitoreo en el Reino Unido.

¿Cuántos trabajan?

Aunque el dato no es público, se calcula que la NSA emplea a más de 30.000 personas. Solo junto a su edificio central hay aparcamiento para más de 18.000 vehículos.

sábado, 1 de junio de 2013

Hablemos de Hugo Chávez


Venezuela Hugo Chavez Obit  
    In this July 21, 2006 file photo, Venezuela's President Hugo Chavez, left, gestures as Cuba's President Fidel Castro looks on during an event in Cordoba, Argentina. (Roberto Candia/AP, file)



Hablemos de Hugo Chávez
por: Mariana Suárez de Mendoza

Hugo Chávez fue el Presidente que dejó en herencia una catástrofe económica para Venezuela.

Sus familiares, compañeros, camaradas, y demás personas que tuvieron la oportunidad de compartir con él fuera del ámbito político, tendrán muchas anécdotas que contar ciertamente, incluso las personas del pueblo venezolano que tuvieron la oportunidad de conocerlo o recibir algún beneficio económico bajo su mandato, también tendrán historias que contar. Sin embargo, toda historia y recuerdo que de él puedan contar las personas allegadas a él, quedará minimizado por la trayectoria política del comandante, por el modelo económico que trató de imponer en el país, por el discurso social que abrazó el resentimiento de los olvidados empobrecidos de Venezuela, y por el renacer de la retórica marxista en el mundo.

¿Puede ser Hugo Chávez recordado como el Presidente que se acordó de los pobres?

Ciertamente el discurso de Chávez iba directo a la médula de los pobres, apelando al resentimiento y envidia acumulada por no poder salir de la pobreza. Les vendió la idea de tener derechos sin obligaciones, derechos sin respeto a las leyes de propiedad privada, los ilusionó con regalarles tierras para cultivar, viviendas sin pagar, e ingresos sin trabajar.

Hoy vemos los resultados del modelo económico impuesto por Chávez y su equipo de gobierno en estos últimos 14 años: las viviendas regaladas no tienen documento de propiedad y ahora Maduro exige pagarlas; las tierras que expropió para entregarlas a los trabajadores están abandonadas o con muy escasa producción; las empresas expropiadas para garantizar la soberanía del país están en la quiebra (generando los altísimos niveles de escasez que hoy vivimos); el desvío de recursos de Pdvsa para realizar actividades no productivas terminó destruyendo nuestra principal industria; los innumerables planes de seguridad no sirvieron y acabaron con la tranquilidad del venezolano (no hay familia que escape a un secuestro, robo o asesinato); el control de cambios que instalaron en 2003 para evitar la fuga de capitales agotó las reservas internacionales y los dólares en la economía; las misiones bolivarianas que fueron bandera de su gobierno están en franco deterioro; la clase media venezolana está prácticamente en extinción y sin oportunidades de mejorar su calidad de vida, y lamentablemente los pobres no han salido de la pobreza.

El Gobierno de Hugo Chávez pasará a la historia como el gobierno que terminó empobreciendo a la población venezolana, destruyendo el aparato productivo del país y enriqueciendo a los dirigentes, familiares y amiguetes del gobierno. Una vez más quedará demostrado que la retórica comunista no es más que eso, un desparpajo de palabras.

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viernes, 31 de mayo de 2013

¿´Impeachment?


Literalmente, impeachment significa "imputación" o "acusación". La Constitución de los Estados Unidos, en su artículo 1, sección 2, dice que la Cámara de Representantes tendrá en exclusiva el poder de proceder al impeachment, y en la sección 3 añade que el Senado tendrá en exclusiva el poder de juzgar los impeachments. El artículo 2, sección 4, reza:
El presidente, el vicepresidente y todos los funcionarios civiles de los Estados Unidos serán desplazados de su cargo mediante impeachment y condena por traición, cohecho u otros grandes delitos y fechorías.
Lo de "traición" y "cohecho" parece claro, pero la coletilla final, "or other high crimes and misdemeanors", como es imaginable, se ha prestado a múltiples interpretaciones, opiniones y polémicas entre expertos de derecho constitucional. Es fácil inferir que entre los "grandes" o "altos" delitos y fechorías están la prevaricación, el perjurio, el encubrimiento criminal y, posiblemente, en algunos casos, la mentira política, especialmente si va acompañada de encubrimiento criminal y vulneración de derechos constitucionales de los ciudadanos (por ejemplo, la libertad de expresión, o, es un suponer, el chantaje a militares, agentes de la CIA o funcionarios del Departamento de Estado). El gran especialista en la materia, antiguo profesor de Harvard, Raoul Berger (v. Impeachment: The Constitutional Problems, Harvard University Press, 1973), en su polémica con el principal abogado de Nixon en el caso Watergate, James St. Clair, apuntó y argumentó convincentemente una causa adicional para la tipología de este delito constitucional: el abuso de poder.
Hasta la fecha sólo ha habido tres impeachments contra presidentes: contra Andrew Johnson, Richard Nixon y William Clinton. Nixon dimitió motu proprio antes de que se produjera la condena; Johnson y Clinton fueron exculpados en la votación del Senado, que actúa como jurado, presidido por el jefe (chief) de la Corte Suprema. Pero el número de impeachments contra otros funcionarios es muy elevado. Solo en el estado de Illinois, y solo desde la Segunda Guerra Mundial, han sido juzgados cinco (y condenados cuatro) gobernadores por corrupción o prevaricación: William Stratton, Otto Kerner, Dan Walker, George Ryan y Rod Blagojevich. Los dos últimos creo que todavía siguen en la cárcel. Por cierto, Blagojevich era teóricamente el jefe político de Obama en la famosa maquinaria demócrata del estado y en la infame de Chicago. ¿Se imagina el lector que se aplicara el mismo criterio en asuntos de prevaricación en casos de rebeldía o insumisión anticonstitucional protagonizados por políticos y gobernadores de algunas de nuestras comunidades autónomas? ¿O contra las autoridades superiores del Estado que no actúan en consecuencia con el principio de imperio de la ley? He aquí una diferencia espectacular entre una democracia consolidada y una democracia fallida.
Con la excepción de Sean Hannity y Mike Huckabee (ambos de la Fox), muy pocos analistas políticos (sin falsa modestia, yo lo he hecho con media docena de artículos en Libertad Digital y en dos intervenciones en el diario de la noche de Telemadrid) se han atrevido a insinuar la posibilidad de un impeachment al presidente Obama tras el ataque terrorista al consulado americano en Bengasi, el 11 de septiembre de 2012. En opinión de Victor Davis Hanson, opera una especie de tabú, y la prensa progre se ha negado a investigar un caso que afectaría al primer presidente "afroamericano educado, limpio y articulado" (como diría el bocazas de Joseph Biden). La situación está cambiando desde hace algunas semanas, y la investigación iniciada en el Congreso por Issa Darrell, presidente del Comité de Supervisión en la Cámara de Representantes, está sacando a la luz informaciones devastadoras para el presidente y para su equipo en la Casa Blanca. La responsabilidad de Obama y sus asesores en materia de terrorismo (Denis McDonough, Tom Donilon y John Brennan, tengo que recordarlo: católicos progres adeptos a la Teología de la Liberación) es evidente en la forma en que se manipularon y se encubrieron los hechos, una vez que se ignoró por razones electorales la información de la CIA (¿hubo chantaje a su director, el general Petraeus? El director nacional de inteligencia, James Clapper, es un cero a la izquierda).
Al presidente Obama se le acumulan los problemas y escándalos. Al ataque terrorista en Bengasi le sucede el ataque terrorista en Boston; al espionaje a los periodistas de AP y de Fox le sigue la manipulación de la Agencia Tributaria contra el Tea Party… Me aventuro a hacer algunas predicciones: Obama se consolida ya como un presidente lame duck, otros opinan que más bien es un dead duck; en las elecciones intermedias del próximo año vamos a presenciar un renacimiento vigoroso del Tea Party, lo que posiblemente bloqueará todas las iniciativas legislativas del presidente para el resto de su mandato; y Hillary Clinton, la "princesa de Bengasi", plausiblemente perderá la posibilidad de ser la candidata demócrata para suceder al Rey Obama en 2016.
Mientras tanto, antes de que el Comité Judicial de la Cámara de Representantes inicie los procedimientos para una posible imputación del presidente, Darrell Issa y otros notables congresistas republicanos, como el representante Jason Chaffetz, de Utah, y el senador Ted Cruz, de Texas, junto a rutilantes estrellas del Tea Party como Sarah Palin y Michele Bachmann, seguirán dando la batalla política contra la impostura y en pro de la democracia bajo el imperio de la ley.
Titulo este artículo con una interrogación. La conclusión a la que llego –enjuiciando no la incompetencia, sino la mala fe y la arrogancia del poder– desde el sentido común y el rigor constitucional es clara: ¡impeachment!

Tomado de:

http://www.libertaddigital.com/opinion/manuel-pastor