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lunes, 14 de diciembre de 2009

Errores de la política exterior de Barack Hussein Obama

Errores de la política exterior de Barack Hussein Obama


Articulo escrito por Frank de Varona

El presidente Barack Hussein Obama lleva gobernando unos diez meses. Aunque todavía es pronto para evaluar su politica exterior, podemos señalar varios serios errores que ha cometido. De no ser enmendados, Obama pudiera poner nuestra seguridad nacional en peligro y dañar nuestros intereses en el mundo.

El problema principal es que Obama proyecta debilidad y falta de firmeza ante nuestros aliados y enemigos. En la Cumbre de las Américas celebrada en abril de 2009 en Trinidad y Tobago, Obama abrazó a Hugo Chávez de Venezuela y éste lo insultó dándole un libro de un autor comunista que atacaba ferozmente a los Estados Unidos. Después escuchó pacientemente a los presidentes de Ecuador, Argentina y Nicaragua atacar a esta nación sin defenderse. El que calla otorga y el presidente de la nación más poderosa no puede callar ante ataques de esa naturaleza por presidentes anti-democráticos y anti-norteamericanos de América Latina. Obama mantiene silencio ante los atropellos de los comunistas Raúl Castro, Hugo Chávez y Daniel Ortega contra sus pueblos. Cuando los hondureños echaron al presidente pro-chavista Manuel Zelaya, quien permitió la entrada de aviones cargados de drogas de Chávez y de la FARC colombiana y violó la constitución de su país, Obama se unió a Cuba, Nicaragua, Venezuela y Brasil en no reconocer el nuevo gobierno y en atacar la acertada actuación del Congreso, la Corte Suprema y la Corte Electoral de Honduras. Cuando el gobierno y el pueblo hondureño se mantuvieron firmes, al rehusar la restauración de Zelaya al poder, a pesar de la presión de los Estados Unidos y otros países, el gobierno de Obama declaró que aceptaran el resultado de las elecciones de Honduras con vasta participación del pueblo aunque antes había declarado que no lo haría. Obama está vacilante otra vez ahora que el Congreso hondureño votó en contra del regreso de Zelaya, quien sigue ocupando la embajada de Brasil violando las leyes internacionales. Obama sigue insistiendo que Zelaya debe regresar al poder aunque el regreso del pro-comunista Zelaya perjudicaría el interés nacional de esta nación. El presidente de Brasil Lula da Silva ha sido severamente criticado por tolerar que su embajada en Tegucigalpa sea usada para subversión y para alentar disturbios y revolución.

En una decisión, la cual ha sido muy controversial, el presidente Barack Hussein Obama declaró al principio de su gobierno que no se permitirá a empleados de la CIA o el FBI el uso de “tortura” para interrogar a terroristas o enemigos capturados. El presidente también divulgó una serie de documentos secretos de la administración de George W. Bush sobre cómo interrogar severamente a terroristas.

Tres métodos usados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) fueron considerados “tortura” por el Procurador Nacional (Attorney General) Eric Holder. Estos son los siguientes: usar “water boarding” o ahogamientos falsos con agua, arrojar a los interrogados contra la pared y mantenerlos desnudos. La divulgación de documentos secretos y el considerar métodos severos de interrogación como si fueran “tortura” provocó indignación y crítica por parte de muchos norteamericanos que piensan que el presidente Obama ha puesto en peligro la seguridad nacional.

El presidente Obama ordenó a Eric Holder investigar a aquellos abogados del Departamento de Justicia del presidente Bush que habían aprobado estos severos interrogatorios y que decidiera si debían ser acusados de haber cometido algún crimen. En un reciente informe, los investigadores del Departamento de Justicia, presidido por Holder, decidieron no presentar cargos penales contra los tres abogados del anterior gobierno federal que habían aprobado el uso de duras técnicas de interrogación. Holder colocó muchos abogados en el Departamento de Justicia, los cuales había criticado severamente al gobierno del presidente George W. Bush en cuanto a su trato a islamistas radicales y presuntos terroristas.

Algunos congresistas demócratas y activistas de derechos humanos quieren encausar a funcionarios de la administración de Bush y funcionarios de la CIA, a pesar de que en varias encuestas los estadounidenses, en su gran mayoría, quieren que no se haga nada. Funcionarios de la administración de Bush, entre los que se encuentra el ex vicepresidente Dick Cheney, han declarado que el uso de “coercive” interrogatorios o el uso de fuerza y amenazas han dado un resultado muy positivo en extraer información de terroristas en interrogatorios.

Muchas personas no consideran métodos como meter la cabeza de un terrorista en agua una tortura. Claramente sacarle las uñas, mutilar los ojos u otras partes del cuerpo o darle descargas eléctricas a un prisionero son torturas. Como lo es también darles palizas o colgarlos con sogas durante horas, como le hicieron a pilotos norteamericanos prisioneros en Vietnam del Norte e inclusive mataron a un piloto a golpes.

Otras personas piensan que la declaración de Obama sobre la prohibición del uso de “tortura” alentará a enemigos capturados a no hablar ni cooperar en lo absoluto con las autoridades norteamericanas. También esta prohibición hará que empleados de la CIA y el FBI tengan cuidado excesivo al interrogar a prisioneros para no ser después acusados de ser torturadores.

Al principio de su mandato Obama ordenó clausurar la prisión de terroristas en la Base Naval de Guantánamo. Dijo que esto se haría al comienzo del año 2010. Esta medida la tomó para complacer a los izquierdistas de su propio partido. Demócratas y Republicanos en el Congreso y gobernadores denunciaron esta medida. Ya se sabe que la fecha de clausura no podrá ser cumplida. Obama quiere habilitar una prisión de máxima seguridad en Illinois para alojar a los terroristas de Guantánamo.

Si la decisión de clausurar Guantánamo fue mala, peor fue la de enjuiciar en corte civil en Nueva York a los cinco dirigentes del ataque del 11 de septiembre de 2001. ¿Desde cuándo un acto de criminales de guerra que mataron a más de 3,000 civiles inocentes en las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, en el Pentágono en las afueras de Washington, D.C. y en los tres aviones que destruyeron, se juzga como un crimen en la corte civil? ¿Por qué se les otorga derechos constitucionales de ciudadanos estadounidenses a criminales de guerra? Estos deben ser juzgados por tribunales militares de acuerdo con la Convención de Ginebra. Nunca antes en nuestra historia se había hecho esto. Si en el futuro capturamos a Osaba Bin Laden tendríamos que informarle de sus “Miranda Rights” y decirle: “Usted tiene el derecho de mantenerse en silencio y pedir un abogado defensor”. Todo esto es absurdo y atenta contra la seguridad nacional. Será difícil triunfar en la Guerra Contra el Terror con estas medidas.

Obama prohibió el uso del nombre Guerra contra el Terror. Cuando el musulmán radical Nidal Malik Hasan, comandante del ejército estadounidense, mató a 13 soldados e hirió a muchos otros en Ft. Hood, Texas, Obama no quiso referirse a este terrible incidente como un ataque terrorista, a pesar de que el asesino tenía contacto con el imán radical Anwar al-Alwaki de Falls Church, Virginia y ahora de Yemen. ¡Es que Obama trata de tapar el sol con un dedo! Es claro que Obama no quiere reconocer lo que es obvio y real.

Otro error del gobierno de Obama, en su deseo de ser aceptado por el mundo musulmán, es el no haber prestado atención a la creciente radicalización de musulmanes en los Estados Unidos. Esta radicalización, que viene ocurriendo por muchos años, presenta un peligro claro e inminente para la seguridad de nuestra nación. Claro que la mayoría de los musulmanes no son radicales.

Alex Alexiev en su articulo “Jihad, Inc.” en la revista Nacional Review del 7 de diciembre de 2009 (pp. 36-40) detalla el “crecimiento canceroso del Islam radical” en nuestra nación. En los últimos seis meses el FBI ha arrestado a unos 20 jihayistas por planear ataques en Colorado y las ciudades de Detroit, New York, Dallas y Newburgh, New York. Estos musulmanes, quienes han sido radicalizados en mezquitas en nuestra nación, son una “bomba de tiempo”. El gobierno de Obama no entiende, o no quiere entender, el peligro que existe y no ha querido afrontarlo.

El gobierno del rey Abdullah de Arabia Saudita, a quien Obama le hizo una reverencia, ha gastado $80 billones de 1973 a 2002 para promover el Islam radical llamado Wahhabismo en los Estados Unidos y en todo el mundo. No debe extrañarnos que los 19 terroristas que nos atacaron el 11 de septiembre de 2001 fueran todos de Arabia Saudita, al igual que Osama Bin Laden. Estos islamistas radicales quieren destruir la civilización occidental empezando por el país más fuerte, los Estados Unidos. Su sueño es el dominio del mundo donde todos serán musulmanes y se implementará la ley Sharia. El resto de los infideles (los que no practican el Islam) serán exterminados. Este califato mundial que quieren crear no es mencionado en el Corán, pero es lo que quieren los radicales islamistas.

Arabia Saudita ha introducido el Islam radical Wahhabismo por todo el mundo en 1,500 mezquitas, 150 centros islámicos, 202 universidades islámicas donde se indoctrina y se lava el cerebro a cientos de miles de musulmanes. Estados Unidos no ha protestado contra de Arabia Saudita por estas actividades, las cuales crean terroristas dentro de los Estados Unidos y por todo el mundo. Estas instituciones trabajan arduamente en nuestra nación para convertir a los infideles al Islam. Centran su esfuerzo particularmente en las minorías pobres y en los presos. Los afroamericanos que ya pertenecen a la Nación de Islam de Farrakanh son de especial atención para radicalizarlos. Alex Alexiev explicó que 30,000 afroamericanos se convierten al Islam cada año en la cárcel.

Otro esfuerzo del Islam radical es infiltrar nuestro gobierno y nuestras instituciones. Un ejemplo es Abdurahman Alamoudi, quien fue sentenciado a 23 años de prisión por actividades terroristas después de haber sido invitado frecuentemente a la Casa Blanca por los presidentes Bill Clinton y George W. Bush ya que pertenecía a varias organizaciones musulmanas en esta nación. Varios musulmanes ya trabajan en comités de inteligencia y seguridad nacional en el Congreso y en el gobierno de Obama. Desgraciadamente Obama, quien fue musulmán de niño y tiene una familia que es casi toda musulmana, no está conciente del peligro que afrontamos.

En su esfuerzo de culpar al ex presidente George W. Bush por todos los males nacionales e internacionales, Obama cuando viaja al exterior le gusta criticar severamente a nuestra nación. Tal parece que no ha borrado de su mente o de su subconsciente los sermones que oyó por más de 20 años de su pastor Jeremiah Wright del Trinity Church en Chicago y las discusiones con sus profesores marxistas de las universidades que tanto admiraban y consideraba como sus amigos. Su pastor que cree en la marxista teología de liberación y que denunciaba a esta nación como la más perversa de todas y que cometía crímenes y actos de terror por todo el mundo.

Obama cuando viaja al exterior critica a los Estados Unidos y sus opositores le llaman a sus viajes “world apology tours” (viajes mundiales de disculpas). En Europa pidió disculpas por lo que Obama llamó el pasado “arrogante” de nuestra nación. Criticó a gobiernos anteriores de los Estados Unidos de no escuchar las opiniones y prestar atención a nuestros aliados europeos.

¿Qué clase de arrogancia es haber salvado a Europa en dos guerras mundiales y en la post guerra de haberla protegido con más de 300,000 soldados estadounidenses de la Unión Soviética? Miles de nuestros muertos en guerras se encuentran enterrados por muchos países de Europa y por todo el mundo en la defensa de la libertad. ¿Cuántos europeos están enterrados en nuestra nación que lucharon por nuestra libertad? ¡Vaya que arrogancia!

Obama declaró en Turquía que no somos una nación cristiana para congraciarse con los musulmanes. En todos los libros de textos que se usan en los Estados Unidos describen a nuestra nación como judeocristiana. Apenas el 1% de los Estados Unidos es musulmán. Obama habló en el Cairo, Egipto al mundo musulmán, algo que no ha hecho todavía en Israel.

Antes de su reciente viaje a China, Obama rehusó reunirse con el Dalai Lama para no ofender a los chinos que ocupan y oprimen Tibet. Todos los presidentes se han reunido con este líder religioso del Tibet sin importarle que los chinos se ofendan. Obama ha ignorado las matanzas de personas en Irán que siguen protestando el fraude en las últimas elecciones. Tampoco quiere ofender a los líderes e Irán que oprimen y abusan a sus ciudadanos.

En China volvió a criticar a nuestra nación, algo que no tiene precedente en nuestra historia. En China también toleró que el gobierno de esa nación no permitiera difundir en los medios de comunicación su reunión en Shanghai y que el presidente chino Hu Jintao no permitiera que los periodistas hicieran preguntas en una conferencia de prensa. Toleró que China oprimiera el derecho de la libertad de expresión durante su visita. Públicamente en China expresó Obama que no quería imponer nuestros valores a otras naciones. Siempre nuestra nación ha sido un faro de libertad para el resto del mundo y siempre hemos defendido los derechos humanos.

En Japón Obama hizo una reverencia profunda al emperador Akihito como lo hizo anteriormente al rey Abdullah de Arabia Saudita. Nunca en nuestra historia un presidente estadounidense se ha inclinado ante un emperador o rey. Le debe de haber gustado al rey de Arabia Saudita la reverencia de Obama ya que luego invitó a su abuela en Kenia a peregrinar a la Meca con todos los gastos pago.

Con respecto a Afganistán, Obama ha actuado vacilante e indeciso, terribles características para un presidente en guerra contra los talibanes y Al Qaida en esa nación y en Pakistán. El general Stanley McChrystal, el general nombrado por Obama para examinar la estrategia en Afganistán, hace más de 100 días le pidió que le enviara 40,000 soldados adicionales o se perdería la guerra. Después de nueve reuniones con sus asesores Obama ordenó el despacho de unos 30,000 soldados estadounidenses (10,000 menos de lo que pidió su general) y espera que los aliados europeos contribuyan con otros 5,000 soldados. Al mismo tiempo Obama anunció que las tropas serán retiradas en julio de 2011. Esto es un gran error, ya que nuestros enemigos sólo tienen que esperar un poco para vencer. ¿Es que Obama no quiere una victoria? En su discurso no dijo que estaremos en Afganistán hasta derrotar a nuestros enemigos. Por complacer a la ala radical de su partido, Obama le ha dado fuerza y entusiasmo a nuestros enemigos.

El senador John McCain apoyó el envío de más soldados pero criticó la fecha de retirada de Obama. McCain dijo “Las fechas de retirada las dictan las condiciones. Las guerras se ganan destruyendo la voluntad del enemigo, no anunciando la fecha de retiro”.

Nuestro aliado más fuerte y más antiguo, Gran Bretaña, fue insultado por Obama al devolver el busto de Winston Churchill de la Casa Blanca a su embajada en Washington, D.C. al principio de su mandato. Quizás el busto de Churchill le hubiera recordado a Obama ser firme y valiente con los enemigos. Obama le dio regalos inapropiados a la reina Isabel II y al primer ministro británico Gordon Brown. Obama no le hizo una reverencia a la reina Isabel II (sólo lo hace para los de Asia y el Medio Oriente) y su esposa Michelle Obama agarró a la reina por los brazos violando las reglas del protocolo inglés. Obama ignoró a Alemania y no participó en el veinteavo aniversario de la destrucción del Muro de Berlín, aunque todos nuestros aliados europeos asistieron. En su mensaje a Alemania Obama no mencionó que el muro fue construído por los comunistas para que no se le escaparan sus ciudadanos hacia el mundo libre. ¿Acaso no quiere ofender a Rusia y a su antiguo gobierno comunista?

Obama quitó el escudo anti-cohetes de la República Checa y Polonia para complacer a Rusia y esta nación no ha hecho nada para ayudarnos en Irán. Su diplomacia en Irán no ha dado ningún fruto y esta nación pronto tendrá armas nucleares y podrá amenazar a Israel y a otras naciones y desestabilizar a todo el Medio Oriente. Obama tampoco ha tenido éxito con Corea del Norte. Si estas naciones perciben a Obama como un líder vacilante e indeciso, como un Hamlet moderno, nuestra seguridad nacional estará en peligro. En tiempos de guerra y estando en peligro constante de un ataque biológico, químico o nuclear, no es el momento de aparecer débiles porque esto invita futuras agresiones de naciones enemigas y de terroristas dentro de los Estados Unidos y en el resto del mundo contra nuestra nación y nuestros aliados.

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