"La corrupción en Cuba empieza por la política, y los principales corruptos son aquellos que después de más de cincuenta años no quieren abandonar el poder."
No hay juicios por corrupción en Cuba, ha afirmado Julio Aleaga Pesant, no son algunos empresarios y burócratas los corruptos en el país. La corrupción empieza por la política, y los principales corruptos son aquellos que después de más de cincuenta años no quieren abandonar el poder, ha recalcado.
“Los juicios a personajes corruptos en Cuba acaparan la atención de muchos, unos para convencernos de que la revolución está irremediablemente podrida y otros porque acaban de descubrir que no es inmune a los pecados mundanos”, ha escrito el corresponsal de BBC Mundo en La Habana, Fernando Ravsberg, en un texto aparecido en su blog Cartas desde Cuba.
El licenciado en Historia del Arte y periodista Julio Aleaga Pesant, sin embargo, asegura que lo que ocurre en la actualidad no es un proceso de saneamiento jurídico sino un ajuste de cuentas entre grupos políticos y que las reformas no pasan por un proceso de encarcelamiento de personas sino por una liberalización de la sociedad.
“Los que no supieron, quisieron o pudieran movilizar su lealtad del grupo de Fidel Castro al grupo de Raúl, o en algún momento despreciaron el poder de este último, lo están pagando con la cárcel”, ha puntualizado Aleaga Pesant.
Ravsberg había enunciado en su reporte titulado Corrupción de alto vuelo que "la victoria contra la corrupción es pírrica si no se ataca en las alturas, se pueden llenar las cárceles de revendedores callejeros pero el mal se reproducirá mientras no se meta tras las rejas al dirigente que desvía los recursos hacia el mercado negro".
Para Aleaga Pesant el asunto va más allá de los hermanos Marambios, Alejandro Roca o el grupo de Sol y Son o Río Zaza, y lo que se están sancionando no es la corrupción sino la deslealtad.
El periodista independiente cubano, ha opinado que Raúl Castro comenzó a deshacerse, en primer término, del primer cordón cercano a Fidel Castro: Felipe Pérez Roque, Carlos Lage, Remírez Estenoz, Hassan Pérez, Otto Rivero, y ahora les pasa la cuenta a los testaferros: los que movían las cuentas bancarias de Fidel Castro, ha dicho: los hermanos Marambios, el general Rogelio Acevedo, quien se encuentra en “plan pijama”.
El despacho de Ravsberg señala que “hay quienes aseguran que aún no han pasado por los tribunales "todos los que son", no lo dudo pero apuesto a que los juicios continuarán, otros dirigentes implicados hacen cola para sentarse en el banquillo de los acusados”.
“La sanciones presentan una gradación que tiene que ver con el nivel de resistencia que “los sancionados” hayan puesto al mandato de Raúl Castro y el nivel de venganza que recae sobre ellos”, ha explicado Aleaga Pesant. “Unos van al calabozo y otros, simplemente, desaparecen de la vida política”. El caso de Alejandro Roca es distinto a los de Aída García, Jorge Luis Sierra Cruz, Juan Contino; Roca fue a la cárcel, los otros fueron removidos de sus cargos”.
Coincide Pesant con Ravsberg al ndicar que faltan muchos por comparecer al “banquillo de los acusados", sólo que el corresponsal de BCC Mundo no se atreve a ningún nombre, mientras el periodista independiente señala al general Ulises Rosales del Toro, responsable de la destrucción de la industria cubana, quien permanece como ministro de Agricultura, y a nadie se le ocurre juzgarlo.
En una clara alusión al proceso de excarcelaciones -con destierros- de prisioneros políticos que emprendió el gobierno cubano, tras un acuerdo con la iglesia católica y el Ejecutivo español, Ravsberg apunta en su texto que “vaciar las prisiones de opositores que no implican ningún riesgo político real para el gobierno y llenarlas con burócratas corruptos que carcomen la nación por dentro parece la estrategia más sensata de parte de aquellos que intentan salvar el sistema”.
Pero el periodista independiente asegura que el sistema judicial cubano sigue estando marcado por los intereses políticos y es incapaz de mantener una línea estable que consolide las instituciones jurídicas del Estado en igualdad de condiciones para todos los ciudadanos, y señala que la disidencia es un peligro permanente para el gobierno y por eso es, y ha sido, maltratada y condenada a largas e injustas condenas.
Concluye Aleaga Pesant que no se está combatiendo la corrupción sino consolidando el poder de Raúl Castro por medio de la venganza, y explica que si Fidel Castro usaba la justicia como un acto de escarmiento, Raúl la usa como un acto de venganza, con lo que se maltrata al propio sistema jurídico y el peor daño es a la institucionalidad del país.
Cuba, "corrupción de alto vuelo" y condenas por venganza Noticias Radio/TV Martí
No hay comentarios:
Publicar un comentario