Su complicidad con Obama en el funeral de Mandela provocó la irritación de su esposa. A la danesa la llaman «Helle-Gucci» y no es la primera vez que su belleza pone en aprietos a un líder mundial
Dos imágenes marcarán la presencia de Barack Obama en la despedida a Nelson Mandela en el Soccer City de Johannesburgo. La del histórico saludo al presidente cubano Raúl Castro y otra no menos problemática para el hombre más poderoso de la Tierra, la del cabreo de su esposa por las risas y evidentes gestos de complicidad que Obama compartió con la primera ministra danesa Helle Thorning-Schmidt. [Pincha aquí para ver la fotogalería]
En la secuencia, de la que se han hecho eco todos los medios de comunicación mundiales, también participa David Cameron, quien ha pedido disculpas por el «selfie», aunque este contiene su entusiasmo y muestra su flema británica. El desenlace deja poco lugar a las dudas. Michelle Obama
termina cambiándole el asiento a su marido para interponerse entre él y
la mandataria nórdica. No es la primera vez que la belleza de la
primera ministra deja en mal lugar a algún destacado dirigente mundial.
En octubre de 2011, el entonces primer ministro italiano
Silvio Berlusconi fue captado por las cámaras dedicándole un vistazo con
indisimulada admiración al trasero de la representante danesa, que se
alejaba del «cavaliere» después haber estrechado fugazmente su mano. La
imagen no tardó en subir a YouTube y Berlusconi fue entonces objeto de la misma chanza que es ahora Obama por sucumbir con tan poco decoro a los encantos de Thorning-Schmidt.
Trayectoria política
En el Gobierno desde octubre de 2011, la líder
socialdemócrata danesa es conocida por la atención que le presta a ir
siempre elegantemente vestida, lo que ha hecho que sea conocida en su
país como Gucci-Helle. A sus 47 años, esta graduada en Ciencias Políticas tiene dos hijas fruto de su matrimonio con el alto directivo británico Stephen Kinnock, que ha trabajado para el Foro Económico Mundial y es hijo de Neill Kinnock, quien fuera líder del Partido Laborista británico.
Thorning-Schmidt ha sido la primera mujer en alcanzar el
liderazgo de los socialdemócratas daneses, y la primera que ha llegado a
dirigir el Gobierno en Dinamarca. Al margen de por los efectos que su
imponente presencia en los foros internacionales suscita en sus
homólogos varones, esta mujer destaca por sus posiciones moderadas
dentro de la izquierda europea, que la llevaron a rebajar la presión
fiscal sobre los contribuyentes con más ingresos, y por haber suavizado
las restrictivas leyes migratorias implantadas por el Ejecutivo que la
precedió. En el año 2010, su marido fue salpicado por un escándalo de
supuesta evasión fiscal, pero los cargos cayeron a final de año y
Thorning-Schmidt salió indemne.