Himno Nacional de Cuba
El Himno de Cuba -La Bayamesa o Himno de Bayamo- fue compuesto por Pedro ‘Perucho’ Figueredo. Debe su
nombre original a que fue tocado por primera vez en Bayamo, en Oriente, Cuba.
Por
primera vez fue escuchado públicamente el 11 de junio de 1868, en la
Iglesia Mayor de Bayamo, durante
un solemne Te Deum con motivo de las festividades del Corpus Christi
y ante la presencia de altas personalidades del gobierno colonial
español y de un gran número de fieles de la
localidad.
El
10 de octubre de 1868 comenzó con el Grito de Yara la Guerra de los
Diez Años. El 18 de octubre se
inició la toma de Bayamo y a las 11 de la noche del día 20, se firmó
la capitulación de las fuerzas españolas. En honor a este día, el 20 de
octubre, se celebra en Cuba el Día de la Cultura
Nacional. Con la toma de Bayamo se popularizó este himno y a partir
de entonces el pueblo cubano lo tomó como su llamado a la lucha en busca
de la libertad de la patria.
Se le llamó originalmente La Bayamesa, por haber sido compuesto y tocado por primera vez en Bayazo, y como
referencia a la ya conocida marcha La Marsellesa, de la Revolución francesa.
Al
lograrse la independencia cubana el 20 de mayo de 1902, el Himno de
Bayamo fue oficializado como el
Himno Nacional de Cuba y para no herir sensibilidades del pueblo
español, se decidió eliminar las dos últimas estrofas del mismo.
La letra actual del Himno Nacional de Cuba
es:
¡Al combate corred bayameses,
que la patria os contempla orgullosa;
no temáis una muerte gloriosa,
que morir por la patria, es vivir!
En cadenas vivir, es vivir,
En afrenta y oprobio sumidos.
Del clarín escuchad el sonido,
¡A las armas valientes corred!
Estrofas eliminadas
No temáis; los feroces íberos
son cobardes cual todo tirano
no resisten al bravo cubano;
para siempre su imperio cayó.
¡Cuba libre! Ya España murió,
su poder y su orgullo ¿do es ido?
¡Del clarín escuchad el sonido
¡¡a las armas!!, valientes, corred!
Contemplad nuestras huestes triunfantes
contempladlos a ellos caídos,
por cobardes huyen vencidos:
por valientes, supimos triunfar!
¡Cuba libre! podemos gritar
del cañón al terrible estampido.
¡Del clarín escuchad el sonido,
¡¡a las armas!!, valientes, corred!
Pedro Felipe Figueredo Cisneros (1818-1870)
(conocido también como ‘Perucho’)
Nació
el 18 de febrero de 1818 en la ciudad de Bayamo, en la antigua
provincia de Oriente. Hijo de una
acaudalada familia, cursó sus primeros estudios en la misma ciudad
de Bayamo, luego viaja a La Habana a cursar los estudios superiores,
ingresó en el Colegio de San Cristóbal donde tuvo por
maestro a José Antonio Saco.
En
1840 se gradúa de bachiller en Derecho y luego termina estos estudios
en la Universidad de Barcelona,
España, en 1843, en ese mismo año regresa a su ciudad natal; instala
un bufete para trabajar y contrae matrimonio con la criolla Isabel
Vázquez Moreno, mudándose a una finca que posee aledaña a
la ciudad.
En 1851 se involucró en una conspiración que terminó con la ejecución de Narciso López y Joaquín de
Agüero, y tiene que trasladarse a La Habana donde funda el diario Correo de la Tarde.
En su casa en Bayamo se realiza la primera junta revolucionaria de Oriente en 1867 y se llevan a cabo los
principales preparativos para un alzamiento, que terminaron en la acción del 10 de octubre de 1868.
Es conocido por ser al autor de la letra y música de La Bayamesa, Himno Nacional cubano. La letra de este
himno tiene la característica de que fue compuesta desde la montura de su caballo, al entrar victorioso en Bayamo.
Al
realizarse la Asamblea de Guáimaro el 10 de abril de 1869 fue designado
Subsecretario de Guerra y Mayor
General del Ejército Libertador, que desempeñó hasta el 12 de agosto
de 1870, en que prácticamente indefenso al estar enfermo de tifus e
incapaz de movilizarse por graves úlceras en los pies fue
capturado por las tropas españolas, en la finca Santa Rosa, de la
jurisdicción de Las Tunas.
Conducido a bordo del cañonero Alerta a Manzanillo, y de allí a Santiago de Cuba, fue juzgado de forma
sumaria y condenado a muerte por fusilamiento. El 17 de agosto de 1870 se cumplió la sentencia.
Manuel Muñoz Cedeño (Bayamo 1813-1895)
Considerado
uno de los más destacados músicos cubanos del siglo XIX. Nació el 1 de
enero de 1813, en una
modesta casa ubicada en la calle Mercaderes, hoy Maceo, en Bayamo,
en el lugar que ocupa el Museo Provincial de esta ciudad; lindante con
la mansión donde nacieron dos eminentes cubanos, Carlos
Manuel de Céspedes y Tristán de Jesús Medina.
Su
gran interés por la música lo llevó a tocar varios instrumentos:
flauta, piano, guitarra, violín,
violoncelo, convirtiéndose en un notable compositor. Fue maestro de
capilla de la Iglesia Mayor y fundó una orquesta de música culta, sacra y
popular que se convirtió en la más importante de su
ciudad natal.
Dirigió
su orquesta para que el 11 de junio de 1868, tocara por vez primera en
el Te Deum y Procesión del
Corpus Christi y en presencia de las autoridades españolas, la
marcha subversiva de Perucho Figueredo, La Bayamesa, que devino
posteriormente en Himno Nacional de Cuba.
Al
ser tomada la ciudad de Bayamo por los independentistas, fue designado
Regidor del Ayuntamiento. Más
adelante, ya la ciudad en poder de los colonialistas españoles, fue
detenido y juzgado; aunque se le pidió la pena de muerte por
fusilamiento, la defensa logró la absolución.
Murió el 14 de diciembre de 1895, en la misma casa que lo viera nacer.
tomado de
http://profesorcastro.jimdo.com/