Como ya les he comentado, de una forma u otra mi vida en Cuba siempre estuvo vinculada de alguna manera con algo que me acercara a esta, mi segunda patria.
Nací en Banes, Oriente, pero cuando me llegó la hora de fundar un hogar, me trasladé a la Isla de Pinos. Isla cuya historia también está estrechamente vinculada con los Estados Unidos
Aquí les presento un pequeño mapa para que tengan una idea de su localización aquellos que aún no la conocen. Como pueden ver la Isla está ubicada en el Archipiélago de los Canarreos, al sur del Golfo de Batabanó, entre el sur de Pinar del río y Provincia Habana
La Isla fue descubierta por Cristobal Colon en su segundo viaje, el 13 de junio de 1494, quien en aquel momento la bautizó con el nombre de La Evangelina. Antes de ese histórico bautizo los indios que la habitaban la llamaban Camaraco.
Durante los siglos XVII Y XVIII, el corso y la piratería azotaron fuertemente a España. Los corsarios y los piratas atacaban los barcos españoles en alta mar cuando regresaban cargados de oro y plata desde Centro y Sur América. España había establecido por ley que todos los barcos se reunieran en el puerto de San Cristóbal de la Habana y que desde allí salieran unidos, formando una flota, de regreso a la metrópoli. Asaltos y ataques de piratas y corsarios que podían ocurrir en cualquier lugar de forma imprevista, por eso muchas veces España perdía las riquezas extraídas de sus colonias, las cuales se convertían en verdaderos botines en las batallas en alta mar. Los piratas y los corsarios también atacaban y saqueaban los puertos y las ciudades importantes de las colonias españolas.
Por su ubicación geográfica y por sus caracteristicas climatológicas, muchos piratas y corsarios, ingleses y franceses, usaron la Isla como lugar de refugio y como base de sus ataques. Escondían sus botines, trofeos y tesoros en los montes aledaños a las costas, lo cual originó que entre ellos mismos comenzaran a llamarla La Isla del Tesoro. Alrededor de esto existe toda una leyenda que ha permanecido viva a través de los siglos y que todavía lleva a muchos aventureros a buscar un famoso tesoro escondido en ella que, al parecer, nadie ha encontrado.
Por la cantidad y variedad de cotorras que en un momento determinado de la historia poblaban la Isla de Norte a Sur y de Este a Oeste, muchos marinos y viajeros de aquellos siglos en que Cuba era colonia de España, le llamaron La Isla de las Cotorras.
A principios del siglo XIX España comienza a colonizar la Isla, llamándola Colonia Reina Amalia. El 17 de diciembre de 1830 se funda la ciudad de Nueva Gerona como capital de la colonia, con su correspondiente ayuntamiento, y su iglesia.
Bajo el dominio peninsular se le comienza llamar a la recien estrenada colonia, La Isla de los Deportados, porque precisamente a ella eran deportados todos los que se oponián a la m
etrópoli española.
Nuestro José Martí, con 17 años, también estuvo en la Isla. En su caso más bien se trató de un período de recuperación de su salud por las heridas que le causaron los grilletes cuando cumplia su condena de trabajos forzados en Las Canteras de San Lázaro en la Habana, tras ser sentenciado por sus ideas patrioticas independentistas. Don José Sardá, español amigo del padre de Martí intercedió por él ante La Cortes Españolas logrando que le autorizaran llevárselo para su finca El Abra, ubicada a 2 km del suroeste de Nueva Gerona. Alli el joven José Martí estuvo por varios meses bajo el cuidado de la familia Sardá hasta que salió deportado definitivamente para España en 1870.
Ya para finales del siglo XIX, la colonia Reina Amalia era más conocida como Isla de Pinos, nombre que le fue asignado por antonomasia por sus hermosos bosques de pinos (pinos caribae)
Cuando termina la guerra cubano- hispano- americana con el Tratado de Paris en diciembre de 1898, Estados Unidos ocupó militarmente todo el territorio cubano, incluyendo la Isla de Pinos.
En 1901, con la Enmienda Platt, Estados Unidos le entrega la isla de Cuba a los cubanos. Pero en ese documento se omitío en qué condiciones quedaba el territorio de la Isla de Pinos.
Esto provocó rechazos y pleitos contra los norteamericanos, hasta que en 1907 la Corte Suprema de los Estados Unidos determinó que la Isla de Pinos pertenecía a Cuba.
A pesar del fallo de la Corte a favor de los cubanos, los norteamericanos continuaron sus asentamientos en la Isla de Pinos, concentrándose en las mejores tierras en las que levantaron sus haciendas y comenzaron la explotación de los terrenos vírgenes dedicándolos al cultivo de cítricos, pepino, melón y otros frutos menores, así como también iniciaron la ganadería.
El 13 de marzo de 1925, con la firma del tratado Hay Quesada, los grandes hacendados norteamericanos tuvieron que devolver las tierras ocupadas al Estado cubano, el cual las puso en ventas favoreciendo a la hacendados cubanos que pasaron a ser los nuevos propietarios. Algunos norteamericanos tambien compraron terrenos y permanecieron allí hasta los primeros años de la década del 60.
Continuará
Esperanza E Serrano
(Nota: leer
20 de mayo: Día de la independencia de Cuba)