QUE EL CUBANO OPINE Y PIENSE. Ramón Jiménez Arencibia.
El Condado, Santa Clara Villa Clara, 13 de agosto del 2009 (FDC). Reprimir, censurar, perseguir son algunas de las tantas variantes que utiliza el régimen para perpetuarse indefinidamente en el poder. Hay que frenar el pensamiento libre del hombre, ese es el objetivo principal de las fuerzas obscurantistas, que se oponen al progreso y a la globalización.
Para doblegar al ser humano es imprescindible embotar su conciencia. Los sistemas totalitarios ponen en práctica los más variados métodos, para lograr someter a los pueblos. Así lo confirma la experiencia histórica que brindan las duras y obscuras etapas del siglo XX, como también las del comienzo del XXI.
A los que les está permitido hablar como escribir, tienen a su disposición todos los medios informativos, desde luego, deben ser fieles servidores del régimen comunista. Quienes dedican páginas enteras de los diarios y horas interminables de sus largos discursos para embellecer el sistema, debieran preocuparse de lo que piensa el cubano.
Sería esta una buena idea, que los órganos de propaganda del Partido Comunista de Cuba, se dieran a la tarea de investigar exhaustivamente el pensar del cubano. Pero nunca se ha analizado con una objetividad indispensable, lo que el nativo considera que se debe hacer para salir de la ya duradera crisis que abate a la nación.
No es obsoleto repetir que al ciudadano de esta republica, lo han engañado en innumerables ocasiones. Su deseo desesperado de buscar solución al viejo conflicto entre la libertad económica del hombre y los mecanismo de asfixia política imperantes, le han hecho creer que cualquier propuesta hecha por el gobierno sólo busca soluciones adecuadas
Acusar al cubano tanto de la isla, como el de la diáspora de ingenuo y falto de perspicacia es injusto y antihistórico. La historia pasada y reciente ofrece cuantiosos ejemplos de lo que es el hombre de estas tierras americanas, todo lo cual confirma, la falacia de esas afirmaciones, pues los nacionales han sido capaces de sacar a la isla de pasadas crisis.
Cada vez que la patria ha reclamado de sus esfuerzos y sacrificios, han respondido presente. Si no ha sido en su totalidad, cosa esta más que imposible, porque la unanimidad sólo existe en el accionar de los gobernantes totalitarios. Siempre ha surgido una fracción que representa los anhelos e intereses de todos.
En el discurso del Presidente Raúl Castro, el 26 de julio del 2008, se llamó a la población a que expresara sus criterios sobre las cosas que estaban mal hechas y dificultaban la eficiencia económica. Pero a la vez advertía que no se admitiría críticas al sistema político, entonces es una libertad a medias y si es así, a la sazón no es libertad.
Ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Raúl Castro, planteó que en aquella ocasión participaron en las discusiones la cantidad de 5 100 000 personas, se hicieron 3 255 000 intervenciones. Y que de ellas hubo 1 301 203 planteamientos concretos, de los cuales, 48, 8٪ fueron críticos.
Para doblegar al ser humano es imprescindible embotar su conciencia. Los sistemas totalitarios ponen en práctica los más variados métodos, para lograr someter a los pueblos. Así lo confirma la experiencia histórica que brindan las duras y obscuras etapas del siglo XX, como también las del comienzo del XXI.
A los que les está permitido hablar como escribir, tienen a su disposición todos los medios informativos, desde luego, deben ser fieles servidores del régimen comunista. Quienes dedican páginas enteras de los diarios y horas interminables de sus largos discursos para embellecer el sistema, debieran preocuparse de lo que piensa el cubano.
Sería esta una buena idea, que los órganos de propaganda del Partido Comunista de Cuba, se dieran a la tarea de investigar exhaustivamente el pensar del cubano. Pero nunca se ha analizado con una objetividad indispensable, lo que el nativo considera que se debe hacer para salir de la ya duradera crisis que abate a la nación.
No es obsoleto repetir que al ciudadano de esta republica, lo han engañado en innumerables ocasiones. Su deseo desesperado de buscar solución al viejo conflicto entre la libertad económica del hombre y los mecanismo de asfixia política imperantes, le han hecho creer que cualquier propuesta hecha por el gobierno sólo busca soluciones adecuadas
Acusar al cubano tanto de la isla, como el de la diáspora de ingenuo y falto de perspicacia es injusto y antihistórico. La historia pasada y reciente ofrece cuantiosos ejemplos de lo que es el hombre de estas tierras americanas, todo lo cual confirma, la falacia de esas afirmaciones, pues los nacionales han sido capaces de sacar a la isla de pasadas crisis.
Cada vez que la patria ha reclamado de sus esfuerzos y sacrificios, han respondido presente. Si no ha sido en su totalidad, cosa esta más que imposible, porque la unanimidad sólo existe en el accionar de los gobernantes totalitarios. Siempre ha surgido una fracción que representa los anhelos e intereses de todos.
En el discurso del Presidente Raúl Castro, el 26 de julio del 2008, se llamó a la población a que expresara sus criterios sobre las cosas que estaban mal hechas y dificultaban la eficiencia económica. Pero a la vez advertía que no se admitiría críticas al sistema político, entonces es una libertad a medias y si es así, a la sazón no es libertad.
Ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Raúl Castro, planteó que en aquella ocasión participaron en las discusiones la cantidad de 5 100 000 personas, se hicieron 3 255 000 intervenciones. Y que de ellas hubo 1 301 203 planteamientos concretos, de los cuales, 48, 8٪ fueron críticos.
¿Cuáles fueron los planteamientos que no aceptaron las comisiones encargadas de evaluar los criterios expuestos? Precisamente aquellos donde el cubano expresaba su insatisfacción por la forma en que los dirigentes manejan los problemas económicos, los tristes resultados del estado en el control absoluto de los recursos y en su negativa a toda iniciativa privada.
Libertad para los presos políticos, cese de las persecuciones y acoso a los disidentes, elecciones libres y democráticas, todos éstos estaban entre los que no valoraron las comisiones. Ahora se convoca a un nuevo proceso como paso previo al congreso del partido único. Se abren las puertas del teatro que es la sociedad cubana, para exhibir la gran mascarada.
Si en realidad se quiere avanzar por el camino correcto, dejen que el cubano se exprese libremente sin limitaciones y las sombras del terror, Que no tengan el mismo destino de los que escribieron “La Patria Es De Todos”, el cubano opina y piensa con esa grandeza que lo caracteriza.