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lunes, 29 de junio de 2009
Escenarios Por: Martha Beatriz Roque Cabello
Todo el mundo sabe que la situación existente en el país, es insostenible y que tiene que acabar, pero aunque también se pronostican diferentes escenarios, lo que más preocupa es si terminará por la vía pacífica o si habrá derramamiento de sangre. Conociendo la historia de Raúl Castro, se sabe que no le temblaría la voz para dar la orden de arremeter contra al pueblo si se atreve a salir a la calle. Estos regímenes de corte totalitario no dudan para nada cuando se trata de mantener el poder, la historia recoge los hechos del año 1989 en la Plaza de Tiananmen en China, y más reciente aún, la muerte de la joven en Teherán.
Entre los que pensaban que el cambio se produciría a la muerte de Fidel Castro, hay una gran decepción, el anciano dictador no termina de sucumbir. Algunos piensan que no es él quien escribe las “Reflexiones”, pero la única persona que puede enmendarle la plana, a un planteamiento del actual Presidente, es el “compañero Fidel”.
Para los que creen en Dios, el hecho de que el dictador enfermo no haya fenecido, es un mandato Divino, para que purgue en la tierra el daño que le hizo al pueblo de Cuba y el odio que siempre manifestó por éste. Como si estuviera en una especie de purgatorio terrenal. Debe ser muy difícil para una persona que se consideró “todopoderosa”, tener que compartir ese poder con otro y no autorecrearse, como solía hacerlo -horas y horas- con sus propios discursos ante las cámaras de la televisión, humillando y descalificando a cualquiera. Por cierto que su “hijo”, Hugo Chávez, siente el mismo placer, al extremo que ya anuncia hasta pañales, vinos, etc. en sus largas peroratas en programas televisivos. Algunos se preguntan: ¿A qué hora este Presidente cumple con sus deberes de Estado?
Hay acontecimientos de la época, que han sido también poco imaginables, por ejemplo los encumbrados que fueron destituidos, utilizando un método u otro, eran parte del séquito del ex Presidente, cuando se informó su enfermedad, fue incluso de boca de Carlos Valenciaga que se hizo público. Tanto él como los que quedaron encargados del poder en ese momento, se han ido esfumando poco a poco. ¿Quién iba a pensar que defenestrarían a hombres como Carlos Lage Dávila y Felipe Pérez Roque, tan fieles al sistema, a ojos vista?
Se espera un próximo Congreso del Partido Comunista, pero ya casi terminando la primera mitad del año, no hay ni siquiera convocatoria, y mucho menos indicios de que vaya a realizarse. Claro, en estos momentos, siempre estará presente la justificación de que la crisis económica no permite hacer estos gastos y que además los Primeros Secretarios Provinciales del Partido, estarán imbuidos en dar solución a los problemas de la crisis económica, en sus respectivas localidades.
Pero puede ser que los propios dirigentes del régimen hayan previsto un Congreso sin Fidel Castro y les haya salido el tiro por la culata.
Por otra parte, se acerca la fecha para la primera reunión anual de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que tendrá una cantidad de asientos vacíos, por las renuncias, en “bellas misivas” de fidelidad, de algunos de sus miembros. De todas formas en un solo día resolverán, como siempre todos los problemas del país, y le permitirán a su presidente, el señor Ricardo Alarcón de Quesada, seguir distraído con la liberación de los “Cinco Héroes”, e incluso continuar entreteniendo a todo el que le crea que el presidente Barack Obama, con una “firmita” puede lograr la libertad de estos espías.
A pesar de que “la lista no ha jugado con el billete”, como se solía decir en Cuba hace ya algunos años, hay quienes siguen presagiando lo que va a suceder en el país. Sin ninguna duda, acuden a cualquier medio difusivo a afirmar esto y lo otro, como si tuvieran una bola de cristal, que les hace las historias. Sin tener para nada en cuenta que lo que ha sucedido en la isla en todos estos años ha sido impredecible, de la misma forma que indescifrable es el pensamiento de Fidel Castro y que no se pueden aislar los problemas de Cuba, de los del resto de América Latina.
Las situaciones por las que pasaremos en los próximos meses pueden ser muchas, incluso antes de que se muera el “compañero Fidel”, puede morirse el “camarada Raúl”, ¿quién sabe? La vida política del país está a caprichos de quienes se aferran al poder de forma desesperada, pero el pueblo de Cuba también puede volverse imprevisible, porque el tiempo se agota y la gente también.
Aunque nadie quiere un final triste, todos ansían que llegue la hora cero, esa en que se pueda respirar la libertad coartada durante tantos años. Escenarios hay muchos, deseo uno solo.
Ciudad de La Habana, 29 de junio
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