Un total de 91 jefes de Estado y de Gobierno, una decena de expresidentes, varios representantes de las Casas Reales europeas y el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon: es quizá la mayor cumbre de líderes mundiales jamás celebrada fuera de las Asamblea de las Naciones Unidas de Nueva York.
Todos ellos acuden este martes al servicio funerario oficial en recuerdo al expresidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, que se celebrará en el estadio Soccer City de Soweto (Johannesburgo),
 el último lugar donde apareció en público en 2010. Rinden tributo al 
último icono de la lucha por los derechos humanos y la igualdad racial, al último político íntegro, el hombre que encarna los valores de paz, reconciliación y perseverancia.
Sueñan con que los valores de Mandela provoquen el deshielo en las relaciones
Los rumores de que el presidente de Irán, Hassan Rohani,
 acudiría al funeral, avivaron el morbo del primer encuentro en décadas 
entre los máximos mandatarios de Estados Unidos y la República Islámica.
 Sin embargo, Rohani será sustituido previsiblemente por el ministro de 
Exteriores, Mohammed Javad Zarif. El presidente de palestino, Mahmud Abbas, asistirá al evento, pero no lo hará el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu,
 quien dijo que no podrá participar porque el presupuesto de seguridad 
se le dispararía. Tampoco coincidirá la delegación china con el Dalai Lama, después de que el Gobierno sudafricano le negara el visado de entrada en dos ocasiones anteriores.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma,
 cerrará las intervenciones, en las que también participarán los nietos 
del exmandatario. Obama vendrá acompañado de los expresidentes Bill Clinton, Jimmy Carter y George W. Bush. También el Reino Unido enviará a sus cuatro primeros ministros que aún están con vida. España estará representada por el Príncipe Felipe y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Los funerales se convertirán así en la mayor concentración 
de líderes mundiales reunidos en unas exequias. Hasta ahora, el número 
récord fueron los más de setenta dignatarios que acudieron a los servicios en memoria del Papa Juan Pablo II, en los que cuatro millones de personas ocuparon las calles de Roma para rendirle homenaje.
Cuatro horas de homenajes
La ceremonia se prolongará por espacio de cuatro horas. Se 
espera que los sudafricanos acudan de forma masiva a conmemorar la 
muerte de su héroe nacional. Las puertas de Soccer City, con capacidad 
para 90.000 personas, abrirá a las siete de la mañana (hora española), 
cuatro horas antes del inicio del evento, y el Gobierno ha habilitado 
pantallas gigantes en otros tres estadios más para acoger a aquellos que
 no puedan acceder al recinto. Un centenar de pantallas a lo largo de 
todas las provincias del país garantizarán que todos los ciudadanos 
puedan presenciar los funerales.
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