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jueves, 19 de julio de 2012

Elecciones Estados Unidos. El negocio de la campaña negativa

Los candidatos a la presidencia gastan millones en ataques directos que rozan la frontera de lo éticamente correcto. ¿Por qué se utilizan? La respuesta de los expertos es simple: funcionan

Crédito foto: Reuters


"La política se ha convertido en un negocio sucio, vicioso y negativo". Ya en diciembre el entonces precandidato a la nominación republicana Newt Gingrich se adelantaba en una entrevista con la cadena ABC  a lo que sería una marca en la campaña.

Desde enero y hasta que Mitt Romney terminó quedándose con la contienda, los aspirantes conservadores apostaron a propagandas enfocadas en resaltar los aspectos negativos  de sus rivales. Los ataques fueron tan duros que los líderes del partido llamaron la atención sobre el potencial daño que provocarían en quien resultara el elegido para competir en noviembre con Barack Obama.  

Superadas las confrontaciones internas, algunos entendieron que una forma de destacarse en el electorado era plantear la mayor oposición a los demócratas. A ello seguramente apuntaba el equipo de Rick Santorum cuando lanzó Obamaville,un anuncio que muestra un pueblo fantasma, sin empleo ni salud, como escenario de lo que vendría si el presidente resultaba relegido. El terror al que apelaba la campaña lo convirtió en uno de los más polémicos.

"La explicación de por qué se usan los anuncios negativos es porque funcionan", señaló David Cantor, consultor de Glover Park Group en diálogo con Infobae América. Lo mismo han repetido durante décadas analistas y expertos en campañas políticas.

No se trata de una fórmula nueva. Ya los partidarios de Thomas Jefferson calificaban en 1800 a John Adams como "hombre ciego, calvo y lisiado", que estaba "ocupado en importar amantes de Europa". En respuesta, se decía que si Jefferson ganaba "el asesinato, la violación, el incesto y el adulterio se enseñarán y practicarán abiertamente".

En la campaña de 2008 también se explotó el recurso. La rivalidad entre los aspirantes demócratas Obama y Hillary Clinton fue tan notoria que incluso Romney tomó ahora las diferencias entre ambos para recordarlas a los votantes.


El equipo del actual mandatario ha intentado contrarrestar la imagen que Romney ha logrado construir como hombre que puede manejar la economía con anuncios que lo presentan como un destructor de empleos. Así, se lo tilda de "lo opuesto a Robin Hood " o directamente como un  vampiro.

"No está del todo claro que (esa clase de anuncios) sean malos para la cultura política", dijo al diario La Vanguardia Andrés Martínez, vicepresidente de New America Foundation, durante un simposio de expertos en publicidad en febrero. "Parecen corrosivos. Parece que erosionan la fe en los líderes. Pero puede argumentarse que las comparaciones, los anuncios a la contra, tienden a presentar más verdades sobre los candidatos que los positivos", añadió.

Ahondando en las motivaciones de cada uno, Cantor explicó a Infobae América que en el caso de Romney, éste sabe que lo que "une a la coalición conservadora es la oposición a Obama, no el apoyo a él". "Como desafío, es preferible que mantenga vaguedades sobre lo que hará", dijo. En cuanto al presidente, "es importante para él definir a su rival".

Por su parte, y también en diálogo con este sitio,el profesor de ciencias políticas y director del centro de estudios de la Universidad de New Hampshire Andrew Smith consideró que Obama usará ese tipo de anuncios para desviar el discurso del terreno económico, el aspecto más débil de su administración, mientras que Romney sólo se concentrará en mostrar que el Gobierno no está funcionando.

Los ataques amenazaron con llegar a límites inexplorados en mayo, cuando un magnate conservador destinó 10 millones de dólares para lanzar una campaña sin precedentes contra Obama, dispuesta a tocar temas sensibles como la raza y la religión. Cruzar esa frontera pareció demasiado entonces, y el propio financista dio marcha atrás al recibir durísimas críticas.

Cantor espera, no obstante, que este tipo de anuncios se incrementen en los meses que quedan para los comicios de noviembre. Pero subrayó que "para ser justos, la mayoría han sido positivos hasta ahora". Lo que ocurre es que "la gente simplemente tiende a notar los negativos".

Pese a que su efectividad parece confirmada, se debe estar alerta al efecto búmeran que pueden generar. En una columna en CNN en Español, el especialista Roberto Izurieta advirtió que para que funcione la campaña "debe ser justa y proporcional"; caso contrario "se paga un costo".

"A los votantes no les gustan los ataques subidos de tono (a no ser que realmente detesten al candidato atacado). Es mucho mejor no hacer un juicio de valor en el ataque, sino simplemente describir el hecho (sin juzgarlo: ese es el trabajo del votante y lo hace muy bien)", resumió.

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