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jueves, 22 de abril de 2010

Eternidad



En mi jardín hay rosas:
Yo no te quiero dar
las rosas que mañana...
Mañana no tendrás.

En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy, que tienen
alas para volar...

En mi jardín abejas
labran fino panal:
¡Dulzura de un minuto...
no te la quiero dar!

Para ti lo infinito
o nada; lo inmortal
o esta muda tristeza
que no comprenderás...

La tristeza sin nombre
de no tener que dar
a quien lleva en la frente
algo de eternidad...

Deja, deja el jardín...
no toques el rosal:
Las cosas que se mueren
no se deben tocar.




Dulce María Loynaz

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