¿Y SI NO ESTÁ ENFERMO?
Por: Carolina Jaime Branger
Si algo me ha enseñado Chávez en estos larguísimos
14 años es a no creerle ni el Credo rezado de rodillas
En sus Runrunes del jueves pasado Nelson Bocaranda
dijo que la reaparición de Chávez en vivo tras días de reposo absoluto "le
permitió revivir todo tipo de especulaciones donde la más popular volvió a ser
la que pone en duda, tanto para sus seguidores como quienes se le oponen, la
enfermedad cancerígena que lo acosa desde hace más de un año".
Yo me pregunto,
¿cómo no ponerlo en duda?... Si algo me ha enseñado Chávez en estos larguísimos
14 años es a no creerle ni el Credo rezado de rodillas. Y si algo me enseñó mi
exmarido, que es un brillantísimo gerente, fue a plantearme la mayor cantidad
de escenarios ante una eventualidad. Él fue la única persona que yo conozco que
a principios del paro petrolero formuló la pregunta que casi nadie se hizo:
"¿qué pasa si Chávez aguanta el paro?". La repitió a amigos y
conocidos. Cuando le respondían que era "imposible" que eso
pasara, él repreguntaba: "“¿Y qué pasa si lo aguanta?". La historia
le dio la razón.
Con este mismo
raciocinio me siento en la obligación -como opinadora y como ingeniera
profundamente cartesiana- a plantearme metódicamente la duda que se desprende
del misterio que ha rodeado la enfermedad presidencial: ¿y si no fuera verdad
que tiene cáncer? ¿si todo fuera un vil manejo de la noticia? ¿es esto un
teatro con fines electoreros?
No es tan
descabellado como pudiera parecerlo. Una persona con ciertos escrúpulos al
rompe argüiría que "con esas cosas no se juega". Pero Chávez nos ha
demostrado que él juega de muchas maneras, la mayoría no limpias. Me cuesta
creer que alguien con un cáncer terminal se exprese con tanta energía y tanto
odio.
No me extrañaré
entonces si en un par de meses sale anunciando el "milagro". La gente
le creerá, ¿cómo no creerle, si todos, chavistas y opositores, dicen que tuvo
cáncer? Lo atribuirá al Cristo de La Grita, a la Virgen de Coromoto, a José
Gregorio Hernández, a María Lionza y a los espíritus de la Sabana. Dirá con su habitual
desparpajo que "ellos" lo escogieron para que conduzca los destinos
del país per saecula saeculorum. Será el "ungido", el
"elegido", el "único". Si esta elucubración resultara ser
cierta, ¡que Dios nos agarre confesados!
cjaimesbranger@gmail.com
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