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jueves, 21 de marzo de 2013

Hable inglés sin vergüenza.



Por Esteban Fernández


¿Cuándo usted habla inglés? La respuesta es muy sencilla: Usted habla el idioma de Shakespeare desde el mismo instante en que pierde la vergüenza y el complejo y se lanza a hablarlo.


¿Tiene pena a que se burlen de usted? Bueno, vamos a partir de la base que los norteamericanos jamás se ríen de usted. Los que se burlan, a veces, son los otros comebolas hispanoparlantes que sólo saben un poquito más que usted, y con esos no debe hablar Inglés. Ignórelos. La cosa más tonta del mundo son dos personas del mismo origen hablando inglés. Eso es totalmente innecesario y ridículo. Igualito que es un grave error hacer el amor en Inglés: No es lo mismo que una mujer le diga: "Oh, my God!" que en cubano: "¡Qué rico, papi!"...

Yo trabajé 14 años de “Manager” de una Casa de Cambios de Cheques y jamás le permití a un cliente o compañero de trabajo que hablara español intercambiar una conversación conmigo en el idioma ajeno. Yo tengo dos hijas nacidas y criadas en U.S.A. y nunca les he hablado inglés. Jamás.

En ese sentido los americanos son estupendos. Lo primero que hay que hacer con ellos es decirles inicialmente: “I am sorry, I don't speak English very well”. Es decir: “Lo siento mucho, yo no hablo Inglés perfectamente bien”.

Y ahí, inmediatamente, todos los norteamericanos se derriten y se desviven en comprendernos y hacernos creer que hablamos perfectamente el idioma de ellos. Nunca se burlan de usted.

Yo conozco una señora que lleva 63 años en este país, vino antes de la debacle, y todavía no habla ni una papa de inglés. No le da la gana. Sin embargo, un francés-cubano llamado Germán Labat llegó a California siendo un hombre de avanzada edad y de haber perdido una fortuna en Güines y andaba el día entero con un pequeño diccionario en la mano, jamás hablaba de su pasado glorioso sino del prometedor futuro, fue a trabajar en un restaurante y antes de dos años ya conversaba y entendía el Inglés.

El cine y la televisión en inglés son maestros ideales. Sobre todo los noticieros americanos donde se habla la lengua a la perfección. Si se dedica a ver y oír las telenovelas no hablará nunca el inglés y se empobrecerá el español. Posiblemente se quede mudo.

Todo está en meterse en la cabeza que usted habla inglés y no sentir timidez al entablar diálogos con los nativos de este país. Cuando llegué a los Estados Unidos me quedé en la casa de mi mejor amigo y un día su mamá, que solamente llevaba unos meses en los Estados Unidos, me pidió que la acompañara a la carnicería. Le pregunté: “Señora ¿y el carnicero es cubano?"... Y me dijo: “No, es americano, pero yo me entiendo perfectamente bien con él”. Llegó allí y le dijo: “Dos libré de jamoné, una de palomillé por favoré”. El carnicero americano le respondió: “O.K. son dos dolaré” Y yo me quedé frío de lo pronto que Lola había dominado el idioma...

Sin embargo, una maestra que me había dado clases de inglés en mi pueblo, llegó California y me decía: “Que va, aquí el Inglés "americano" es diferente al que yo sabía y enseñaba en Güines” y tuve un par de veces que servirle de intérprete. Yo le decía en broma: “Usted me engañó” y me contestaba: "No, lo que pasa es que me da pena hablarlo aquí”...

La verdad, donde único yo me cohíbo y me acomplejo es cuando me han invitado a la radio americana a hablar de alguna gestión anticastrista. Ahí sí que no me lanzo porque temo decir alguna palabra mal dicha y que eso perjudique la sagrada causa cubana. Siempre le cedía la oportunidad a Jorge Más Canosa, a Pepe Duarte, a Hugo Byrne, a Ásela Gutiérrez Kan quienes hacían un papel mucho mejor que yo.

Ah, y no le tenga miedo a tener “acento cubano” que en realidad les encanta a las americanas. Recuerdo que yo comencé a gustarle a una compañera de trabajo norteamericana después que vio la película “Scarface”. Me decía con dulzura: “Tú suenas igualito que Al Pacino”...Y entonces en lugar de suavizarlo lo que hice fue acentuar mi acento cubique... Recuerdo que yo imitaba a "Tony Montana" diciendo: “I was a political prisoner from Cuba”...

Y eso no es nada nuevo porque hubo una época remota en que las americanas estaban encantadas con el acento santiaguero de Desi Arnaz (Ricky Ricardo) en "I Love Lucy".

Y por último, jamás se ponga (aunque lleve 100 años en este país) parejero, ni atrevido, ni querer emular o superar a un americano hablando el lenguaje de ellos. Porque entonces sí que el nativo se cierra, no entiende, se pone bruto y lo único que dice es: “I don't know what you mean”. Eso quiere decir: "No te entiendo un carijo"...

Es decir que la mejor forma de ganarse y comenzar una conversación con un americano es decirle lo que todo cubano aprendió en Cuba: “Sólo sé que Tom is a boy and Mary is a girl”. Y ahí todos los americanos se van sentir a gusto con usted. Y si quiere enamorar a una americanita dígale: "You Jane, mi Tarzan!!!!!!!"...


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