Hoy, que mis manos están desnudas
de esas estrellas que no caen,
que mi voz no alcanza
a pronunciar tu nombre,
hoy, inesperadamente,
quiero decirte
que has quedado escrito
en lo infinito de esta ternura
que me habita.
Hoy, que los espejos del tiempo
me gritan:
Adelante!
Adelante!
Corre!
No te detengas!...
Hoy, que tantas cosas raras
desfilan por los muros de lo incierto,
hoy, precisamente,
quiero confesarte
que no sé por qué
nunca te dije: '¡Te amo!
No lo sé,
pero duele recordarlo.
T'u, tantas veces a mi lado,
con esos ojos llenos de cariño,
de nostalgias, de sueños,
de deseos, de amor...
Y yo, negándote esa caricia
y esos besos que anhelabas,
y esa palabra precisa,
precisa y oportuna,
que te hubiera liberado
de esa tristeza escúalida,
dibujada en tu rostro.
Tu rostro que tanto he amado,
tu rostro que tanto amo,
a pesar de las distancias,
de las lagunas,
y de las piedras,
y de ese otro mundo que nos separa,
y nos señala con un dedo derrotero
el rumbo equivocado.
Hoy, que no estás,
ni puedes escucharme,
te recuerdo más que nunca..
Hoy, diera algo, además de mi vida,
para que al fin supieras
que siempre te he amado..
Te he amado tanto,
tanto...Tanto... Tanto,
que ya no tengo
donde guardar esto que siento.
Esperanza E Serrano
No hay comentarios:
Publicar un comentario