El plato ganador del Premio Nacional de Gastronomía.
El plato presentado por el grupo Misak May causó impacto desde su presentación.
Era de esperarse que una tortilla hecha con hoja de coca causara impacto entre jurados y espectadores del Premio Nacional de Gastronomía, desde que se anunció que este menú, presentado por un grupo de investigadores y una portadora de la tradición guambiana bajo el seudónimo de Misak May, era finalista para recibir el galardón."Durante la sustentación, muchos se acercaron a nuestra mesa para preguntarnos si había problemas con la legalidad de sembrar hoja de coca", dice Gloria Naranjo, la investigadora del grupo ganador en la categoría de innovación. Por lo mismo, los ganadores tuvieron que explicar y dejar claro que "para los pueblos indígenas la coca no es 'la mata que mata' sino parte de su patrimonio, pues está ligada a su historia", añadió Naranjo.
Ante el jurado, el equipo conformado por Naranjo y los guambianos María Antonia Tróchez y Lorenzo Maway Muelas Tróchez, explicaron no solo la presencia de la hoja de coca en la tradición ancestral, sino que recordaron que la Organización Mundial de la Salud, después de un estudio, avaló en 1996 el uso tradicional de la coca en el mambeo y la alimentación de sus comunidades. "Las matas de coca que nos sirven de ingrediente son legales -subrayó Naranjo al explicar su premio-, porque están vinculadas a los saberes tradicionales. La comunidad no tiene cultivos intensivos, no tiene hectáreas, sino un árbol en las casas sembrado hace 40 o 50 años con un sentido espiritual".
Cabe aclarar que el grupo presentó la tortilla de hoja de coca como uno de los elementos que integraban un menú guambiano que los concursantes presentaron bajo el nombre de "comida para inaugurar cultivos", en el que quisieron resaltar otros elementos de la dieta y la cultura de estos indígenas en el Cauca. Así, junto con la tortilla, presentaron una ensalada de quinua con verduras, albóndigas de curí, puré de mafafa y sopa de maíz.
"Queríamos presentar un abrebocas a la cultura de esta comunidad, su diversidad y cómo esta tiene un lugar en la complejidad del pensamiento de la comunidad -explicó la investigadora-. Elegimos un plato especial para darle apertura a la cosecha, que se prepara como agradecimiento a quienes se pusieron al ritmo de la tierra durante el periodo de siembra y en espera de que la cosecha sea fructífera".
Por lo mismo, se destacó la presencia de la 'mayora' María Antonia Tróchez, de cuya huerta salieron todos los ingredientes.
"Ella es agricultora y artesana, es la poseedora de la memoria -destacó Naranjo-. Tiene una granja en el Cauca, donde siembra productos orgánicos, es una finca que se autoabastece completamente: la boñiga es abono para el cultivo, el curí se alimenta de la cáscara de la papa y el pasto que crece. No depende de nadie más y lo que ella hace es rescatar semillas que han caído en el olvido, como la de la papa de aire, que se da en una enredadera y que te permite recogerla de los árboles como si fuera una manzana".
Por otro lado, en la categoría de innovación, en la que compiten nuevos platos basados en los sabores tradicionales, el ganador fue el grupo Minka, que elaboró un plato a base del friche guajiro, bautizado pastores de mar.
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