Durante el juicio que concluyó con su condena a 15 años de cárcel, el pasado marzo, el contratista Alan Gross tomó el estrado para rechazar categóricamente las acusaciones de que había intentado dañar con sus acciones al gobierno y al pueblo cubanos.
El abogado Peter J. Kahn envió una copia facsimilar de la declaración leída por Gross ante el Tribunal Provincial de La Habana el 4 de marzo del 2011. CaféFuerte reproduce el documento de puño y letra del contratista, precedido de la traducción al español.Declaración de Alan P. Gross, 243444, Ref: Expediente Preparatorio 59 de 2009, Caso Número 1/11
4 de marzo de 2011
“Mis padres me inculcaron los valores de honestidad, compromiso con la familia y la comunidad, así como la voluntad de trabajar fuertemente para apoyar estos valores, que han mantenido vital importancia a lo largo de mi vida y carrera profesional. Mis casi cuatro décadas de dedicación al desarrollo económico y comunitario han sido muy influidas por estos valores, y es por eso que la mayor parte de mi trabajo se ha volcado a ayudar a la gente a mejorar sus vidas, sin importar sus antecedentes sociales, políticos, religiosos o étnicos, e independientemente del lugar donde les ha tocado vivir. Es sólo por accidente de nacimiento que doy este testimonio en inglés como ciudadano estadpunidense. Si mi familia hubiera permanecido en su lugar de nacimiento y hubiera sobrevivido a las atrocidades de la Alemania nazi, yo podría haber estado hablando ante ustedes en checo. Sin embargo, mis valores, no serían diferentes.
“Mi esposa por casi 41 años me recordó recientemente que ella está sorprendida de que yo haya mantenido mis ideales y que siga siendo una persona en la que se puede confiar. Supongo que soy confiable en extremo, porque seguramente no estaría hoy aquí de serlo menos o si no tuviera todavía conmigo, junto a mis ideales, mis valores.
“Para los efectos de este proceso, quiero manifestarme absolutamente claro y sin ambigüedades: nunca he actuado, ni actuaría intencionalmente a sabiendas de hacer algo personal o profesionalmente para subvertir un gobierno o sistema político, o hacer daño a nadie, esté o no de acuerdo con el mismo. Fuera de Estados Unidos, mi opinión política es totalmente irrelevante para mi trabajo. Cómo una nación soberana, otra que no sea Estados Unidos, se gobierna a sí misma no es asunto mío, ni es parte de mi trabajo o negocio expresar opiniones sobre el gobierno de cualquier país donde soy un invitado.
“Mis padres me inculcaron otros valores, uno de los cuales es el respeto. Yo respeto la soberanía de Cuba. He aprendido de mis padres y de la experiencia acumulada que el respeto es algo que uno debe tener para poder recibir. Por seguro, no tenía intención de faltar al respeto o dañar al gobierno o al pueblo de Cuba.
“Y sí, sin ambigüedad, lamento profundamente que mis acciones hayan sido malinterpretadas como nocivas y como una amenaza contra la seguridad y la independencia de Cuba. Sin duda, esto va en contra de lo que eran mis intenciones. Si lo hubiera sabido antes de viajar aquí, o si hubiera sido informado por las autoridades cubanas como debió suceder en el aeropuerto, nunca -repito- nunca habría traído nada aquí.“Nunca -repito- nunca me he visto envuelto ningún tipo de problemas, legales o de otro tipo, en ningún lugar del mundo. Yo no he hecho nada en Cuba que no se haga a diario en millones de hogares y oficinas en todo el mundo. Siento un cariño inmenso por el pueblo de Cuba y estoy profundamente apenado por ser un tonto confiado. Yo fui engañado. Yo fui usado. Y mi familia y yo hemos pagado un alto precio por esto -especialmente mi esposa, quien ha cargado con la peor parte de esto”.
Facsímil del testimonio escrito por Gross para su petición ante el Tribunal Provincial de La Habana:de-puno-y-letra-declaracion-de-alan-gross-ante-el-tribunal-cubano/
Tomado de:
http://cafefuerte.com/
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