Cristina F. Pereda Tampa 30 AGO 2012
Cristina F. Pereda, Tampa, 30 de agosto 2012
La exsecretaria de Estado, Condoleezza Rice, ofreció este miércoles el discurso más impactante y ambicioso de la convención nacional del Partido Republicano. A diferencia de todos los políticos que le precedieron en el escenario, Rice habló de unidad, de valores norteamericanos, de la necesidad de la inmigración y de la crisis del sistema educativo como una amenaza para los derechos civiles de los norteamericanos.
"Lo que une a América es una idea. No importa de dónde vengas. Lo que importa es hacia dónde te diriges". Rice, que sonó como una candidata, se ganó el apoyo de los asistentes con su propia versión del sueño americano. Ninguno de los republicanos que presumieron estos días de su ascenso como políticos o empresarios consiguieron el mismo efecto. La exsecretaria creció en el sur de Estados Unidos cuando los afroamericanos tenían prohibido acudir a muchos lugares públicos. “Mis padres no podían llevarme a un restaurante, pero me convencieron de que, si quería, podía ser presidenta de Estados Unidos. Y fui secretaria de Estado”.
Rice alertó de que ese sueño americano “está en peligro”. “Ningún país puede hacernos más daño que nosotros mismos si dejamos de trabajar", declaró. La que fuera responsable de la diplomacia norteamericana recordó que los retos a los que se enfrenta la nación no son únicamente económicos o de política exterior, sino también en materia de educación.
“La crisis de la escuela pública es la mayor amenaza a la que nos enfrentamos para seguir siendo quien somos. Éste es reto de los derechos civiles de nuestra era”, sentenció Rice. “Si seguimos así, condenaremos a generaciones enteras al abandono y la pobreza. Arruinaremos nuestra competitividad a nivel internacional y romperemos el tejido de nuestra sociedad. Solo Romney y Ryan lo restaurarán".
Rice destacó que la respuesta a estos retos, así como a la situación económica que atraviesa el país, también está en la inmigración, haciendo una propuesta que choca con las posturas defendidas por el Partido Republicano en los últimos años. "Debemos dar la bienvenida a los inmigrantes que vienen a hacer de nosotros un país mejor. Necesitamos leyes de inmigración que contribuyan a nuestro crecimiento económico y muestren que somos una nación compasiva".
La exsecretaria de Estado también criticó a la Administración Obama por abandonar estrategias que, según el Partido Republicano, han garantizado la prosperidad del país y su condición de líder internacional a lo largo de los años. Rice acusó al gobierno actual de descuidar el apoyo a sus aliados y de hacerles dudar “de qué parte está EE UU”, un argumento que también había pronunciado, apenas una hora antes, el senador de Arizona y excandidato a la presidencia en 2008, John McCain.
"El presidente ha decidido acomodar a los enemigos antes que proteger
a nuestros amigos", afirmó McCain. “Nuestros aliados no pueden
permitirse dudar sobre el compromiso de este país para defenderles.
Obama no ha respetado nuestros valores, debemos regresar a nuestras
mejores tradiciones".
El senador presentó a Romney como “mi amigo” y como “el próximo presidente de EE UU y nuevo líder del mundo libre”, y centró su discurso en varios ataques a Obama por descuidar “los valores nacionales”, perjudicar al Ejército a través de varios recortes en el Departamento de Defensa y cambiar la estrategia militar por conveniencias políticas.
Ambos líderes republicanos criticaron la apuesta del presidente en política exterior, aumentando la colaboración con otros países, exigiendo el acuerdo y compromiso de naciones aliadas para sacar adelante operaciones como la de Libia en 2011. Estas son, sin embargo, un problema desde el punto de vista del senador McCain, ya que han llevado a EE UU, según él, a una pérdida de liderazgo.
"La necesidad de nuestra capacidad de mando nunca ha sido más grande. El mundo no quiere menos de nosotros, quieren más”, declaró McCain, ganándose algunas de las primeras ovaciones de la noche. "El presidente ha decidido acomodar a los enemigos antes que proteger a nuestros amigos".
El senador, en un tono mucho más negativo que el empleado por Condoleezza Rice, advirtió de que la nación se enfrenta a unos desafíos únicos en la historia y que cada vez son más difíciles de resolver. “Podemos seguir por un camino de declive, hacia un futuro cada vez más oscuro y más peligroso que nuestro pasado. O podemos reformar nuestro gobierno, revitalizar nuestra economía y renovar los fundamentos de nuestro poder en el mundo. Eso es lo que está en juego en estas elecciones”.
http://internacional.elpais.com/internacional
La exsecretaria de Estado, Condoleezza Rice, ofreció este miércoles el discurso más impactante y ambicioso de la convención nacional del Partido Republicano. A diferencia de todos los políticos que le precedieron en el escenario, Rice habló de unidad, de valores norteamericanos, de la necesidad de la inmigración y de la crisis del sistema educativo como una amenaza para los derechos civiles de los norteamericanos.
"Lo que une a América es una idea. No importa de dónde vengas. Lo que importa es hacia dónde te diriges". Rice, que sonó como una candidata, se ganó el apoyo de los asistentes con su propia versión del sueño americano. Ninguno de los republicanos que presumieron estos días de su ascenso como políticos o empresarios consiguieron el mismo efecto. La exsecretaria creció en el sur de Estados Unidos cuando los afroamericanos tenían prohibido acudir a muchos lugares públicos. “Mis padres no podían llevarme a un restaurante, pero me convencieron de que, si quería, podía ser presidenta de Estados Unidos. Y fui secretaria de Estado”.
Rice alertó de que ese sueño americano “está en peligro”. “Ningún país puede hacernos más daño que nosotros mismos si dejamos de trabajar", declaró. La que fuera responsable de la diplomacia norteamericana recordó que los retos a los que se enfrenta la nación no son únicamente económicos o de política exterior, sino también en materia de educación.
“La crisis de la escuela pública es la mayor amenaza a la que nos enfrentamos para seguir siendo quien somos. Éste es reto de los derechos civiles de nuestra era”, sentenció Rice. “Si seguimos así, condenaremos a generaciones enteras al abandono y la pobreza. Arruinaremos nuestra competitividad a nivel internacional y romperemos el tejido de nuestra sociedad. Solo Romney y Ryan lo restaurarán".
Rice destacó que la respuesta a estos retos, así como a la situación económica que atraviesa el país, también está en la inmigración, haciendo una propuesta que choca con las posturas defendidas por el Partido Republicano en los últimos años. "Debemos dar la bienvenida a los inmigrantes que vienen a hacer de nosotros un país mejor. Necesitamos leyes de inmigración que contribuyan a nuestro crecimiento económico y muestren que somos una nación compasiva".
La exsecretaria de Estado también criticó a la Administración Obama por abandonar estrategias que, según el Partido Republicano, han garantizado la prosperidad del país y su condición de líder internacional a lo largo de los años. Rice acusó al gobierno actual de descuidar el apoyo a sus aliados y de hacerles dudar “de qué parte está EE UU”, un argumento que también había pronunciado, apenas una hora antes, el senador de Arizona y excandidato a la presidencia en 2008, John McCain.
Debemos dar la bienvenida a los inmigrantes que vienen a hacer de nosotros un país mejor. Necesitamos leyes de inmigración que contribuyan a nuestro crecimiento económico y muestren que somos una nación compasiva"
Condoleezza Rice
El senador presentó a Romney como “mi amigo” y como “el próximo presidente de EE UU y nuevo líder del mundo libre”, y centró su discurso en varios ataques a Obama por descuidar “los valores nacionales”, perjudicar al Ejército a través de varios recortes en el Departamento de Defensa y cambiar la estrategia militar por conveniencias políticas.
Ambos líderes republicanos criticaron la apuesta del presidente en política exterior, aumentando la colaboración con otros países, exigiendo el acuerdo y compromiso de naciones aliadas para sacar adelante operaciones como la de Libia en 2011. Estas son, sin embargo, un problema desde el punto de vista del senador McCain, ya que han llevado a EE UU, según él, a una pérdida de liderazgo.
"La necesidad de nuestra capacidad de mando nunca ha sido más grande. El mundo no quiere menos de nosotros, quieren más”, declaró McCain, ganándose algunas de las primeras ovaciones de la noche. "El presidente ha decidido acomodar a los enemigos antes que proteger a nuestros amigos".
El senador, en un tono mucho más negativo que el empleado por Condoleezza Rice, advirtió de que la nación se enfrenta a unos desafíos únicos en la historia y que cada vez son más difíciles de resolver. “Podemos seguir por un camino de declive, hacia un futuro cada vez más oscuro y más peligroso que nuestro pasado. O podemos reformar nuestro gobierno, revitalizar nuestra economía y renovar los fundamentos de nuestro poder en el mundo. Eso es lo que está en juego en estas elecciones”.
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