Cuba, verdaderos objetivos de la aparición pública de Fidel Castro
Por Héctor Julio Cedeño Negrín
La primera aparición pública de Fidel Castro en los últimos años, manifiesta claramente la total incapacidad personal, de Raúl Castro, para conservar la autoridad. Ese es el verdadero motivo de su aparición médiala. Y según la creencia de algunos, de que la legitimidad, únicamente, puede ser otorgada por el. O sea, que si él desaparece, Raúl no puede mantener el poder. Esta tesis expone, las crecientes contradicciones, en la retención del mando y las refutaciones entre las distintas fuerzas, que pueden generar un pronunciamiento militar. No es otro el motivo, pero está por ver, que a estas alturas del juego, la presencia de Fidel Castro, pueda resultar determinante. Ni siquiera el sátrapa discontinuado, tiene en este instante la autoridad moral que el menciona, habilitada como dice, por los años que lleva dentro de la política.
La ruptura se producirá en el momento idóneo, como he especulado. El choque podría venir por las altas esferas, de la inteligencia, los que indudablemente controlan el poder. Hace pocos días conversaba con un amigo sobre este tema y le decía, que el mando en una nación no lo tiene nunca, una sola persona, por muy poderosa e imponente que pueda ser. Por ejemplo, Iósiv Visariónovich Dzhugachvili, Stalin, se apoyaba en un hombre de su indiscutible confianza, Lavrenti Pavlovich Beria y este a su vez, en todo un cúmulo de oficiales de probada fidelidad a si mismo. Ellos eran verdaderamente los ejecutores de las órdenes, que impartía Stalin.
En Cuba, la vacilación y la falta de prestigio de Raúl entre la alta oficialidad, especialmente de la inteligencia, lo pone en crisis e incluso, un personaje, como Ramiro Valdés, puede estar más en el control de la situación, que el sátrapa designado. Porque este enmarañado general, sin grados específicos, fue de los primeros en el largo bregar y no se siente subordinado al segundón, pero además, porque siempre estuvo en contradicción con el y fue quien más eficazmente, fiscalizó los órganos de la inteligencia. Pero Ramiro puede resultar un riesgo, no solo para su rival, sino para el futuro de Cuba, se le considera, como uno de los fundamentalistas. No obstante, puede tener esa luz, que por ejemplo tuvo, Nikita Serguéievich Jruschov, al que todos consideraban un estalinista acérrimo (incluido el propio Stalin), hasta que demostró ser, exactamente, todo lo contrario.
Pero tal vez haya alguien, que controle efectivamente el poder y que ni siquiera nosotros conozcamos. Lo que si puede asegurarse es que existe, indiscutiblemente esa lucha intestina, en las más elevadas cumbres. La intervención de Fidel Castro, tal vez intente inclinar la balanza, hacia el lado más conveniente para ellos, los hermanos históricos, pero nadie puede garantizar, que logre ser efectiva. En mi modesta opinión, pienso, que los hermanos están completamente fuera del juego y la lucha se concentra por completo, en una segunda línea. Dentro de este ámbito, puede estar ocurriendo una disputa tremenda, por un efectivo control. ¿Quién vencerá?
Si nos circunscribimos, a los acontecimientos que vienen ocurriendo des de hace, al menos cuatro años, luego de la baja médica del histórico dictador, vemos, que desde ese mismo día, comenzó una batalla de todos contra todos. Y como en el último campeonato de fútbol, comenzaron las eliminatorias. La generación de los jóvenes políticos, todos, fue lanzada por la borda del barco y en medio del océano, hasta el último de ellos. Solo quedaron algunos viejos trastes, más bien simbólicos, con muy poco o ningún peso. Y como es lógico, las guerras se producen entre militares, ahora nos encontramos en los cuartos de finales.
Aquí los grupos eliminatorios, son más complejos y menos conocidos, porque este es un conglomerado que siempre ha estado muy protegido de la vista pública. Algunas revelaciones de individuos, con información dentro de las esferas de la inteligencia, demuestran contradicciones internas. Eso si, las zonas de influencias de los históricos jerarcas más conocidos, aparentan una rivalidad innegable, al menos entre dos de los más importantes personajes que ya mencione, inclusive, una novela especulativa como la de Juan E. Benemelis, Secreto de Estado, menciona ya a esos protagonistas específicos y una situación similar, a la que hoy ocurre.
Otros de los grupos rivales son sin dudas, los generacionales, mientras algunos veteranos conservadores, prefieren mantener el inmovilismo, porque se encuentran posesionados adecuadamente y no precisan correr ningún riesgo, otros más dinámicos, prefieren continuar con su desarrollo. Estos últimos son los sectores más convenientes a la diatriba nacional y sin lugar a dudas serán los verdaderos triunfadores. A no dudar, son los que presionan para que sean liberados los Presos Políticos y los que pretenden que nuestro país, desarrolle la apertura política y se inserte, en la economía de mercado, como un país normal y que no cierre las puertas a la moderna tecnología y a los nuevos tiempos. Estos son, ciertamente, los del cambio.
Hace dieciséis años, en 1994, conversaba con un Coronel retirado de la Seguridad del Estado y excombatiente de la Sierra Maestra, que administraba una cadena de tiendas en las que trabajaba mi mujer. El sabia algo de mis ideas y no se si lo hizo para congraciarse conmigo, me dijo: “Fidel se cree, que esta generación de militares más jóvenes, que comienzan a sustituirlos a ellos y a tomar el mando de las unidades, levantaran igualmente las banderas de la revolución. Y posiblemente las levanten, pero para tirarlas directamente al mar”. Este señor ya falleció y no verá los resultados, pero sin dudas, tenía toda la razón.
Fidel Castro, en su intervención, en la llamada ‘Mesa Redonda’, habló de la guerra, pero que importancia puede tener una guerra más, en un mundo que ha realizado miles de guerras. Eso sencillamente hoy, es una trivialidad. Pero además, por ejemplo, que les podría importar a los malvinos, la guerra de los Balcanes, si ellos ni tienen, ni tuvieron nunca nada que ver con ese problema, ellos se encuentran, a muchos miles de kilómetros, de Europa. Así nos pasa a nosotros ¿Qué podría preocupar a los cubanos, una guerra en Corea ó en Irán, si ni siquiera tenemos garantizado el arroz, para la comida, del día?
Si los Estados Unidos lanzan diez o doce bombas atómicas sobre el Irán y Corea, nosotros no escucharemos el tronar y es muy difícil que nos afecte la contaminación radiactiva. Eso es algo de lo que deben preocuparse, los chinos o los japoneses o los iraquíes y otros países árabes, pero no los cubanos que estamos en el dilema, de cuando serán liberados nuestros Preso Políticos. Por qué Fidel Castro, no conversó sobre esos temas, de nuestra más cercana actualidad y que a los cubanos tanto nos interesan. Precisamente la intervención del sátrapa desfallecido, pretende además, ser una cortina de humo para ocultar a la población las excarcelaciones de los presos. Incluso han realizado redadas contra las redes de cables de la antena, para ocultar el hecho. La antena es un sistema clandestino para la información de los cubanos, utilizado en la Ciudad de la Habana.
El catastrofista, sindicado como un falso profeta, ha pasado la vida metiéndonos miedo. Durante casi cincuenta años habló, de la inminencia de una invasión yanqui contra Cuba, que al final nunca llegó, ni se produjo jamás. ¿Como piensa ese Señor que nosotros podemos creerle, algo de lo que dice, después de decir tantas y tantas mentiras y durante tantos años? Sus análisis siempre fueron falsos, erróneos y despistados. Recuerdo cuando decía que en Afganistán había trescientos mil hombres dispuestos, para enfrentar la guerra contra los Estados Unidos y en verdad, los talibanes no tenían ni treinta mil hombres, dispuestos para combatir. Cuando tocó el turno a Irak, todo fue un fiasco y el supuestamente poderosísimo ejercito, que dice el, tenían los iraquíes, colapsó en un par de semanas y algo más, eso porque Turquía, no prestó su territorio, de lo contrario habrían durado horas, además, el pueblo iraquí vitoreó la entrada del ejercito norteamericano y derribó las estatuas de Sadan Husein. Este valiente dictador, a toda prueba, que se escondió como una rata, en una alcantarilla y así fue apresado y su pescuezo estrangulado.
Verdaderamente, Fidel Castro sigue demostrando, después de tanto tiempo sin poder hablar, que continúa platicando sobre la misma bobera de la que habló por casi cincuenta años y si piensa regresar a las habladurías, para confirmar que aun existe, nadie como siempre, le prestará su atención. Al parecer Fidel, pretende ser filmado, en el momento mismo de su muerte y ante las cámaras de la televisión, algo que ni siquiera, pudo lograr Moliere. Puro arte fideliano, de la más rancia excentricidad.
Héctor Julio Cedeño Negrín
Periodista Independiente de Cuba.
Prensa Independiente de Cuba. Ciudad de la Habana. Julio 2010