Nos une la isla mas bella, que ojos humanos verán.
Cinco franjas, y una estrella, que el luto quiere apagar.
Nos une Martí; el Apóstol. Líder de la libertad.
Esas hermosas Praderas, y el Escudo Nacional
Nos unen nuestras familias, separadas por el mar.
Y amigos que desde infancia, nos esperan ver llegar.
Nos unen viejos juguetes, olvidados en algún antiguo hogar.
Con sus colores marchitos, ¡no tenían con quien jugar!
Nos unen miles de besos. Esos, que no les pudimos dar.
A tantos y tantos abuelos, porque no los vimos mas.
Ya los abuelos marcharon. ¿Sus nietos? . . . ¡Regresaran!
Nos unen tumbas, ¡tan tristes! . . . Silentes, mirando al mar.
Como buscando los cuerpos, perdidos sin rescatar.
¡Nos unen tantos recuerdos! Raíces, difíciles de olvidar.
Tantos padres sin sus hijos, ¡tantos hijos sin hogar!
Nos unen las capillitas, donde aprendimos a orar.
Y nos une la nostalgia del partir sin regresar.
Son tantas, ¡tantas las cosas!, uniéndonos a la par,
que si me pongo a contarlas, no tendré donde acabar.
Solo se, que si un enojo, nos tratara de alejar,
como todos anhelamos ver a Cuba en libertad.
Se nos pasara ese enojo, ¡y nos uniremos mas!