Cuba es un hermoso archipiélago en el mar de las Antillas (Cuba, la isla principal de ese archipiélago, es la más grande de las Antillas Mayores).El archipiélago cubano, según los cientificos modernos, tiene un origen orogénico (aclaro a los lectores que no están muy familiarizados con esa terminología, que la orogenia es una parte de la geología que se dedica al estudio de la formación de las montañas). Lo cual corrobora la tesis de que Cuba es un fragmento de algo que alguna vez conformó un todo en forma de montañas.
Esta hermosa isla caribeña a lo largo de toda su historia de unos cuantos siglos después y antes de Jesús Cristo, ha sido centro de atenciones, de refugio, de recreo y relajamientos, de disputas entre caseríos, barrios y ciudades y de riñas terribles, incluso entre países.
Algunos dicen que por su ubicación geográfica los indios caribeños la usaban como refugio cuando huían de los avatares propios de las guerras tribales entre taínos, guanajatabeyes, siboneyes... Indios aruhacos en general, algunos caníbales y otros no...
Como centro de refugio la bella isla alcanzó fama internacional desde los albores de su nacimiento. Tradición que continuaron los corsarios, piratas y bucaneros durante los siglos que duró la conquista y colonizacion de América. Tradición que se mantuvo como un hecho trascendental casi hasta pasada la sexta década del siglo pasado.
Hoy, que ya la colonización latinoamericana es un hecho, muchos visitan la Isla para recrearse a sus anchas caminando por entre las ruinas de la capital cubana, o descansando a la sombra de un cocotero en una playa cubana, o para pescar o bucear en sus profundas y verde-azules aguas, o tal vez para bailar, fumar habanos (de calidad confusa, pero carísimos), beber del ron cubano Mulata, del cual muchos expertos opinan que es un magnífico afrodisíaco, o simplemente para desconectarse del mundanal ruido que pulula por las modernas ciudades y villas de todos los confines de la tierra.
Muy poco se habla en los actuales manuales escolares de la verdadera y escondida historia de esta hermosa isla, "la tierra más hermosa que ojos humanos han visto" según cuentan que exclamó Cristóbal Colón cuando la descubrió un 27 de octubre de aquel nunca bien ponderado año 1492. Año que marcó un antes y un después en el devenir histórico de toda la humanidad. Por eso hoy, en mi afán de no morir sin antes compartir todo lo que sé sobre Cuba, escribiré estas notas reflexivas, con la esperanza de que no se pierdan en el enorme espacio sideral sin que antes algún curioso navegante cibernético las lea.
Me remontaré a los heroicos años de los siglos XV y XVI, cuando ya los bravos aventureros spaniards la habían convertido en colonia.
San Cristóbal de la Habana- la capital de la colonia por siglos, hoy La Habana a secas- fue el centro de concentración de las flotas españolas. Esa hermosa villa, famosa por su sustentada y eficaz economía de servicios propios de aquella época, era el lugar de ideal para la recuperación de los marineros, que llegaban a sus orillas extenuados por el largo viaje y era también el mejor lugar de Las Antillas, por ser la ciudad donde se construían las mejores fragatas de la época, para calefatear o reparar las embarcaciones, es decir para darles su obligado mantenimiento a aquellos barcos que eran el orgullo, el problema y la causa número uno de disputas entre España y sus enemigos envidiosos. No era para menos, esas embarcaciones siempre venían desde allá, hacia estos lares de las nuevas Indias, cargadas de ricas mercancías europeas y cuando regresaban iban repletas de oro, plata, piedras preciosas, monos, aves exóticas y muchas cosas más de valor que los marinos cargaban en ellas.
Entre el ir y venir de barcos, marineros, aventureros, corsarios, piratas y bandoleros, les puedo asegurar que en este hermoso archipiélago de las Antillas se concentró lo mejor y lo peor de España, todo mezclado.
Por leyes divinas de la eterna lucha entre el bien y el mal, en el susodicho archipiélago también se concentró lo menos afortunado del Africa de aquella época. Acá vinieron a parar muchos de aquellos negros y negras jóvenes, fuertes, saludables, con muy buena dentadura, que fueron raptados o secuestrados en sus tribus (a veces hasta por sus propios jefes) y que eran exhibidos, mantenidos y luego vendidos como esclavos al mejor postor. Como los spaniards conocían de esas costumbres tribales africanas, tan pronto necesitaron mano de obra para reemplazar a los pobres indios cubanos que preferían morir antes que trabajar para los extranjeros, se fueron a las costas africanas a comprar esclavos. No crean que pagaban mucho por ellos, simplemente los canjeaban por cerveza, o por barriles de ron.
Aquellos infelices jóvenes africanos llegaron al paraíso cubano recién descubierto por los europeos, en calidad de esclavos condenados a trabajar largas jornadas bajo el sol, sin importar las inclemencias del tiempo, el calor, la lluvia, los mosquitos, etc. Jornadas que dieron inicio a la tala indiscriminada de cientos y miles de árboles de madera preciosa que por todos los lares cubanos abundaban en aquel entonces.
Con serruchos y machetes en mano iban abriendo brechas para penetrar las selvas vírgenes (eran selvas vírgenes hasta del famoso marabú africano que hoy campea por su respeto a lo largo y ancho de todo el país).Cortando y limpiando, despejando y preparando el terreno para las siembras, plantando y cortando cañas, sembrando y recogiendo tabaco, café, maíz, plátanos, y cuantas viandas y legumbres ordenara el mayoral cumpliendo las órdenes de sus jefes, esos jóvenes esclavos se hicieron viejos y achacosos, muchos de ellos perecieron cuando les tocó moler las cañas, hacer la melaza o darle el acabado al azúcar o al ron.
Pero no crean que a los amos les importaba mucho el envejecimiento prematuro, ni la muerte por extenuación de aquellos muchachos, ¡que va! si en Africa había muchísimos más destinados a ser vendidos o canjeados. Aquella práctica duró siglos. Se acabó gracias al invento de las máquinas.., Bueno no me quiero salir del tema.
Vuelvo a los inicios, a la etapa de la conquista y colonización de este lindo archipiélago en el Mar de las Antillas, o Mar Caribe.
En muy corto tiempo, con la llegada de los spaniards, las indias desaparecieron de aquelllos bellos parajes. No sé a ciencia cierta si huyeron o perecieron contagiadas o extenuadas por la voracidad sexual de aquellos prominentes y promiscuos conquistadores que no les daban ni un minuto de descanso y que, para desgracia de ellas, todos padecían de las enfermedades venéreas tan de moda en aquella época donde no se conocía la higiene personal ni otras cosas relacionadas con el sexo seguro.
Por algún motivo especial que no quiero conocer, por aquellos años turbulentos, las decentes mujeres españolas se negaban acompañar a sus maridos en tan peligrosas aventuras, tal vez no querían correr el riesgo de perder la vida en estas selvas recién descubiertas al mundo. El caso es que sin indias y sin mujeres blancas, a los infelices conquistadores cristianos no les quedó otra alternativa que la de “quemar petróleo” es decir amancebarse con las negras esclavas, con aquellas hermosas jóvenes que dicen los historiadores que “le cortaban la respiración a cualquiera por su movimiento de caderas”. Pensándolo bien, tal vez ese movimiento peculiar de caderas de las negras, sea la causa número uno por la cual los padres africanos de aquel entonces, para evitar el incesto y sus consecuencias degenerativas, las vendían en los mercados abiertos al tráfico humano, al por mayor. Algunos cuentan que esos infelices y sufridos padres, para olvidar sus penas, se emborrachaban con las bebidas alcóholicas que el jefe de la tribu les vendía como cura eficaz contra el mal ya conocido como “cargo de conciencia”.
De todo esto se infiere que de aquella mezcla, de aquella quema indiscriminada de "petróleo"a la gallegada, surgió el criollo a lo cubano. Una raza única en toda la historia de la humanidad. Una raza capaz de llorar de alegría y de reir en medio de la agonía. Una raza de héroes que al mal tiempo le pone buena cara. Una raza superior que ha conseguido sobrevivir por más de medio siglo,sin ofrecer resistencia efectiva, al cruel huracán que azota a la mayor de Las Antillas desde enero de 1959 hasta la fecha. Sin cobijas y sin zapatos, campeando el temporal. Siempre alegres y dispuestos a cualquier hora a jugar dominó, y a bañarse con quimbombó gracias, sobre todo, a la sangre de horchata que corre libremente por las venas de varias generaciones.
Lo malo es que actualmente la humanidad es demasiado injusta con nosotros, excelsa raza conformada por cubanos de todas las orillas. Nos critican y nos llaman cobardes, palucheros, chanchulleros, cubiches...
Lo cierto es que, cinco siglos después de su creación como raza dentro del género humano, criollos que hemos pasado las de Caín en ese paraíso terrenal en las últimas cinco décadas, no hemos podido sacar a patadas de sus madrigueras y colgarlos a todos de una guásima por degenerados y asesinos, a los blancos puros, puros mafiosos descendientes de aquellos españoles puros que no se amancebaron con las negras, por escrupulosos y racistas, y que para resolver sus calenturas biológicas y sus nostalgias callejeras, cargaron con ellos a un grupo muy selecto de mujeres blancas, con las que la pasaban muy bien en esos menesteres del sexo selectivo.
Puras mujeres muy blancas, todas ellas prostitutas y enfermas hasta la rabadilla, con las cuales se encargaron de mantener, preservar y enriquecer la pureza de la raza de los H.d. P. Digo esto porque esas purezas femeninas sólo les parían a los “escrupulosos” conquistadores a quienes no les gustaba quemar petróleo. Aunque, en honor a la verdad, debo decir que a ellas no les preocupaba mucho la mezcolanza ya que por el día se daban gusto con los negros esclavos domésticos encargados de abanicarlas a la sombra de las palmeras.
A todo esto hay que agregar que los blancos descendientes puros de aquella ralea de “escrupulosos” aventureros, tienen una relación muy estrecha de origen cromosomático y genético con los fundadores y promotores de la Internacional Comunista cuyos descendientes, tan pronto como conocieron de su parentela en la mayor de las Antillas, corrieron a visitarlos, agasajándolos con regalos, sonrisas y otras cosas más que luego derivaron en sólidos asuntos de negocios de Estado.
Entre idas y venidas desde los albores del siglo XX, los prolíficos descendientes y pichones de comunistas decidieron que sus parientes debían compartir con ellos el hermoso archipiélago antillano, la isla de Cuba, gran tesoro por su posición geográfica, por ser la llave del Golfo, que además de sus condiciones paradisíacas y de las características de su población criolla y de la élite que hoy la domina, está solo a noventa millas del enemigo número uno del comunismo: Los Estados Unidos de América.
No me extenderé hablando de los últimos 53 años de comparsas ideológicas unipartidistas, huidas y destierros forzados, cercos, fusilamientos sin juicios en el Escambray y otras zonas montañosas, campos de concentración como la UMAP, bullas callejeras, promesas, broncas entre hermanos, imposiciones de leyes absurdas, exilio, rumbas en las calles cubanas de todos los pueblos, ciudades y puertos, dominó y ron casero, perros policías en las esquinas, disidencia, oposición, huelgas de hambre, muertes extrañas, derrumbes, asesinatos, desfiles de mujeres vestidas de blanco con un gladiolo en la mano... No hablaré de las vejaciones y violaciones de derechos humanos que alli ocurren a diario, total para qué si éstas han sido ampliamente apoyadas y avaladas por la comunidad internacional que le llama presidente a un general sin carrera y sin guerra que heredó, de a dedo, el puesto vacante dejado por su hermano loco (hoy momia escribiente aquejada del mal de Alzheimer)
H de P. famoso por sus crímenes, asesinatos, mentiras, robos, injerencias en asuntos internos de otros países, locuras , etc, cuyas reflexiones, escritas por otros, se publican diariamente en órganos de desinformacion izquierdistas del mundo entero. Líder mafioso, ex jefe del clan Castro, padre putativo de Hugo Chávez y otros que como él lo veneran.
Tampoco hablaré de los turistas extranjeros que viajan en busca de carnes frescas y de brisas tropicales sin importarles la contaminación ambiental, ni los derrumbes, ni mucho menos la mendicidad de los pobladores criollos que sonríen y bailan y cantan para ellos, algunos y algunas anhelando que muerdan "el anzuelo" y se los lleven lejos de aquel paraíso....
Llegado a este punto en esta reflexión criollística, no hay que rebuscar mucho para saber por qué el criollo de pura cepa no ha podido quitarse de arriba la bota de la dinastía blanca cuyos descendientes actuales exiben con orgullo la herencia que les ha tocado del clan de la gerontocracia, herederos a su vez de los genes más encomiables de aquellos aventureros amancebados con prostitutas, y de los hijos, sobrinos, nietos y primos de los fundadores del marxismo leninismo.
Antes de terminar agrego que España por su parte, apadrina y se mantiene orgullosamente en contacto directo con el clan que rige como dueño absoluto de todo lo que existe dentro del territorio isleño.
Y para colmo de males, hasta los máximos jerarcas de la Santa Sede del Estado Vaticano, bendicen, aplauden, protegen y legalizan internacionalmente la gobernatura totalitaria, absolutista y comunista del clan Castro y su élite moncadista.
Esperanza E SerranoNota aclaratoria:
*Boqueo histórico: historia que corre de boca en boca, tradición oral, grito, gemido, llanto que se repite hasta el cansancio y nadie escucha.