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lunes, 16 de abril de 2018

Trenza tu cabello, niña



Decía mi abuela que, cuando una mujer se sintiera triste, lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas, que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de ...más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo.
Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza.
Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole.
Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña, aún si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia.
No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza…
Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.
Paola Klung escritora mejicana

miércoles, 11 de abril de 2018

Un beso

Triste es empezar el día
y no sentirte a mi lado,
cuando quiero darte un beso.

No sé si lo aceptarás,
o si tal vez lo rechaces,
no sé cómo lo tomarás
pero quiero enviarte un beso.
u silencio me dirás
si en ti se queda impreso
o qué camino encontrará
este pobre beso mío,
que no sé si lo guardarás
o si con desdén lo mirarás
y luego lo enterrarás
en el fondo de algún río.

Esperanza E Serrano
mayo 2008
Fort Myers, Fl.
Con t

Silueta



Hoy amanecí silueta´
De tanto pensarte
he perdido tu rostro.
Ya no sé de tu risa
ni del calor de tus labios,

Mi cuerpo es arena.
Tu perfume se ha perdido
por los cráteres de mis mañanas.

Te busco, amor,
y me duelen los susurros
de las tardes de lluvia
en mis sábanas huérfanas
de juegos y besos.

Mi cama, vacía de ensueños,
de amor y ternura,
me reclama tu ausencia.
no entiende de gemidos,
ni suspiros ansiosos.

Me duele tu olvido
y esta gran soledad 
como única dueña
de todos mis latidos.
Esperanza E Serrano
Nueva Gerona. 
Isla de la Juventud, Cuba.1990