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miércoles, 13 de enero de 2010






domingo, 10 de enero de 2010

Cosas que suceden en Cuba

Nuestro desafortunado hombre en La Habana


Por Christopher Sabatini
Durante el último mes, el gobierno cubano ha mantenido detenido a un contratista estadounidense de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID), acusándolo de distribuir en forma secreta laptops y otros equipos de comunicación en Cuba y tildándolo de espionaje.

Desafortunadamente, el incidente ha generado el gastado debate de siempre acerca de qué está haciendo Estados Unidos en Cuba y por qué. Este incidente debería encender una mirada cercana a la política retrógrada de represión de Cuba y a la parálisis política de Estados Unidos cuando se trata de su vecina isla.

El mismo hecho de que Cuba haya arrestado a un contratista del USAID simplemente por distribuir computadoras portátiles dice más acerca de la paranoia cubana que de la política estadounidense. ¿En qué otro país del hemisferio sería considerado un crimen que un extranjero regalara teléfonos celulares, computadoras o cualquier otro instrumento moderno de comunicación? ¿Brasil? ¿Argentina? ¿México? ¿Venezuela? Claro que no. De hecho, estadounidenses distribuyendo teléfonos celulares y computadoras en esos países son correctamente considerados humanitarios. Seamos claros: el régimen castrista esta aislando a sus ciudadanos no sólo de las noticias y la información, sino también de la modernidad. Es un gobierno entre sólo un puñado en la Tierra que aún intenta semejante nivel de represión generalizada. Tristemente, si bien los periodistas informan sobre este simple hecho, el increíble nivel de represión cubana queda detrás de las críticas a las políticas de los Estados Unidos.

En estos casos, los artículos estadounidenses suelen insinuar que Washington debe estar tramando algo siniestro en Cuba al describir esta clase de hechos. La semana pasada, el vetusto comentarista sobre todas las cuestiones de Cuba, Wayne Smith, lanzó una predecible crítica partidaria. Argumentó que la administración del Presidente Barack Obama continúa con las políticas de su predecesor, fomentando la rebelión en el país comunista mientras restringe severamente el comercio con la isla (No importa que la política de brindar asistencia a grupos independientes de la sociedad civil haya comenzado bajo Bill Clinton).

Pero, ¿qué tiene de siniestro que un ciudadano reciba o tenga una laptop o un teléfono celular? Nada – a menos que el gobierno se perpetúe en el poder manteniendo a sus ciudadanos congelados en el pasado. Ahora, me revelo totalmente: solía ser director para América Latina del National Endowment for Democracy (NED), donde ayudé orgullosamente a distribuir instrumentos de comunicación entre ciudadanos independientes y grupos dentro de Cuba. Proveíamos cosas sencillas como lápices, papel, y materiales de lectura – y no estamos hablando de panfletos anticastristas. Apoyábamos la distribución de documentos acerca de derechos humanos y laborales internacionalmente reconocidos.

Tristemente, en lugar de premiar el esfuerzo por generar un cambio en Cuba, los medios retaron a la NED con preguntas constantes acerca de que nos intrometíamos en otro país. Es una pregunta, me apresuro a agregar, que ningún periodista habría hecho cuando la NED brindó los mismos bienes a grupos similares en Chile bajo la mano dura del General Augusto Pinochet. Pero la Cuba de hoy es represiva de una forma que todos los estadounidenses deberían considerar espeluznante. Tomemos, por ejemplo, la “Primavera Negra” del 2003, cuando el gobierno de La Habana arrestó a 75 líderes disidentes y los sentenció a prisión por términos de en promedio 18 años por no hacer nada más que realizar una reunión en sus hogares con conciudadanos que pensaran en forma similar.

La verdad es que los medios estadounidenses se suelen olvidar de preguntar si tener una laptop o un panfleto amerita décadas de sentencias en una escuálida celda de prisión. Ni tampoco reconocen los medios que los programas de Estados Unidos en Cuba no son capa y espada. No hay espada – y considerar que básicos elementos de comunicación son el equivalente legal a un arma anticomunista es tomar la visión trastornada, obsesionada por el poder del gobierno de cubano. En cuanto a la capa: el absurdo impedimento del régimen cubano sobre los derechos de sus ciudadanos a la información la hacen necesaria.

En definitiva, sin embargo, el arrestado del mes pasado del contratista del USAID demuestra la ineficiencia del tan alabado anuncio de abril de Obama de abrir las telecomunicaciones con Cuba. En su discurso, Obama llamó a un cambio en la política estadounidense, permitiendo a las compañías privadas desarrollar contactos directos con el pueblo cubano. Sonaba bien, pero desafortunadamente algo se perdió en la traducción de la directiva presidencial a la regulación gubernamental a la realidad.

Las regulaciones finales que fueron lanzadas en septiembre hacían poco por avanzar cualquier cosa de la noble retórica de Obama. La venta o construcción de infraestructura de telecomunicaciones a Cuba por parte de compañías estadounidenses – necesarias para permitir que la famosamente anticuada isla tenga tecnología que la contacte con el resto del mundo – está prohibida. En su lugar se permiten las donaciones, algo que Cuba ya admite.

En pocas palabras, el plan de Obama no es suficiente para liberar la iniciativa y el potencial de las empresas privadas para abrir la isla. Imaginen una reunión de directorio en una compañía de telecomunicaciones considerando el potencial de Cuba. “Damas y caballeros, si bien no podemos vender nuestros equipos a la isla, propongo donar antenas de celulares, auriculares, routers, y otros equipos - podría decir el ejecutivo – porque algún día en un futuro no predecible quizás podamos invertir allí – pero en tanto, lo regalaremos”.

Incluso la promesa de permitir el tendido de fibra óptica hacia Cuba – que le daría a los cubanos acceso a internet de alta velocidad – no previó los requerimientos de infraestructura necesarios para que funcione en la isla. No se puede enchufar un cable de fibra óptica en algo similar a una tostadora. El único cambio efectivo del equipo de Obama ha sido permitir que los ejecutivos viajen a Cuba por negocios vinculados a las telecomunicaciones.

Nada de esto le importa al pobre contratista estadounidense que se pasó la Navidad en una cárcel cubana, un peón político en un juego lamentable. Que lo que hizo sea un “crimen” es culpa del régimen cubano. Pero el hecho de que su tarea fuera de tan bajo nivel como entregar dispositivos de comunicación, es culpa del amplio marco de regulaciones de Estados Unidos. No defiendo el levantamiento absoluto del embargo estadounidense sobre Cuba. Pero considero que Washington debería crear un escenario regulatorio en el cual el sector privado de Estados Unidos pueda hacer su mejor intento de transformación. Tristemente, dadas las regulaciones de septiembre, aún no hemos llegado a eso.

Christopher Sabatini es Editor Jefe de la revista Americas Quarterly, Senior Director del Council of Americas y miembro del Consejo Consultivo de CADAL.

Fuente: Foreign Policiy

Traducción de Hernán Alberro.
Tomado de
http://superpolitico.blogspot.com

jueves, 31 de diciembre de 2009

Feliz AÑO NUEVO 2010




Por la libertad de Cuba


Este blog se suma a la jornada de "ORACION VIRTUAL POR LA LIBERTAD DE CUBA Con la oración de José Ángel Chaviano Febles que reza:

"CONCEDENOS SEÑOR LA LIBERTAD PARA CUBA,CONCEDENOS LA ENTEREZA NECESARIA PARAMANTENERLA POR SIEMPRE... AYUDANOS SENOR!¡AYUDANOS, SEÑOR!Recabo su ayuda para diseminar la idea.Que el 2010 pueda ser llamado "Año de la Liberación de Cuba”.
tomado de
http://elazuldemimismo.blogspot.com/

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Sintesis del raulismo castrista

Vale la pena detenerse a leer y a meditar sobre el siguiente articulo para tener en sintesis lo que ha significado realmente el raulismo y el castrismo en Cuba

DEL CASTRISMO A LA CASTRACIÓN
Por: Dr. Eugenio Yañez
Exagerados como siempre, los cubanos, a falta de uno, tenemos dos dictadores a la vez, que aplican toda su crueldad sobre los cubanos de la Isla y, en la medida que pueden, hasta sobre los que hemos abandonado el paraíso socialista: uno que manda desde hace ya más de medio siglo mientras insiste en que ahora no lo hace (simplemente porque no puede), y el otro que debía mandar y tiene los cargos para hacerlo, pero le falta corazón, el traje le queda grande, y se siente mucho mejor como eterno segundo, por si acaso: en resumen, se trata de una gerusía muy ineficiente, pues a pesar del doble mando ya realmente nadie obedece a nadie, y aunque se habla mucho como si se hicieran cosas, el inmovilismo es asfixiante.
Nada más patético que alguien, como Raúl Castro, pretenda presentarse como “revolucionario” y defienda a la vez el criterio de que “en la actualización del modelo económico cubano, cuestión en la que se avanza con un enfoque integral, no puede haber espacio a los riesgos de la improvisación y el apresuramiento”.
A los hermanos Castro parece que no les ha bastado con más de cincuenta años de disparates, irresponsabilidades y destrucción sistemática de la nación cubana. El general-presidente declara sin sonrojarse: “Tengo conciencia de las expectativas y honestas preocupaciones, expresadas por los diputados y los ciudadanos en cuanto a la velocidad y profundidad de los cambios que tenemos que introducir en el funcionamiento de la economía, en aras del fortalecimiento de nuestra sociedad socialista”
Pero enseguida se desdice en la práctica: “En este sentido me limito, por ahora, a expresar que en la actualización del modelo económico cubano, cuestión en la que se avanza con un enfoque integral, no puede haber espacio a los riesgos de la improvisación y el apresuramiento. Es preciso caminar hacia el futuro, con paso firme y seguro, porque sencillamente no tenemos derecho a equivocarnos”.
Ni siquiera Leonid Brezhnev cuando era una casi-momia viviente, o el Mao Zedong almidonado a quien un ayudante escondido tras él levantaba la mano para hacer como que saludaba desde los balcones, mostraron conductas tan timoratas y pusilánimes como hizo el general-presidente en el reciente discurso de clausura de la siempre unánime y dócil Asamblea Nacional del Poder Popular.
“La improvisación y el apresuramiento” caracterizaron las decisiones de orientar la revolución cubana hacia el bloque soviético desde 1959, la intromisión subversiva en América Latina en los años sesenta, la llamada ofensiva revolucionaria en 1968, la zafra de los diez millones en 1970, la invasión de Angola en 1975 y su posterior repetición en Etiopía, el ridículo de Grenada en los años ochenta, el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas en 1986, los fusilamientos de 1989, la implantación del período especial tras el desmerengamiento socialista, la dolarización de la economía en los noventa, la destrucción de la industria azucarera cubana.
En todas esas improvisaciones y apresuramientos del Comandante en Jefe durante medio siglo, el flamante y ahora tan cauto general-presidente nunca se caracterizó por el llamado a la cordura de su incontrolable hermano, por ser una voz de sosiego y reflexión dentro del alboroto-escándalo carismático, ni por pedir alguna vez evitar “la improvisación y el apresuramiento”.
Todo lo contrario, mantuvo todo el tiempo, durante cuarenta y siete largos años, un vergonzoso silencio cómplice, y afirmaba públicamente que su hermano era “el papá de todos nosotros”. Y cuando las circunstancias –no los deseos- le forzaron a hacerse cargo provisionalmente de la dirección del país, mostró cualquier cosa menos voluntad y corazón para mantener una posición propia e independiente.
Al revés: cuando en febrero del 2008 el muy deteriorado anciano dictador, imposibilitado físicamente de seguir siendo el soberano absoluto, delegó en el general de opereta (pues no se le conocen batallas) los cargos de presidente de los consejos de estado y de ministros, lo primero que hizo Raúl Castro fue “pedirle permiso” a la Asamblea Nacional –que en más de treinta y tres años de existencia no ha expresado nunca ni un solo voto individual en contra de algo- para consultarle al Comandante en Jefe sobre todas las cuestiones importantes del país.
Triste papel del general-presidente, al que no se rebajaron tanto los coroneles Carlos Mendieta y Federico Laredo Brú, ni Andrés Domingo y Morales del Castillo, aún cuando ellos sabían que su “presidencia” dependía de las decisiones y la aprobación de Fulgencio Batista.

Un general-presidente que es capaz de aparecer sonriendo en una Feria del Libro o besarle la mano a Alicia Alonso u Omara Portuondo, pero desaparece tan pronto los huracanes están golpeando la Isla; incapaz de lograr que se construyan más de treinta mil viviendas al año cuando el déficit habitacional supera el millón de unidades; que cuando en 2007 se creyó que podría ser líder desbarró contra el marabú y, sin que nadie se lo pidiera, dijo que era una vergüenza que todavía se hablara de que los niños hasta los siete años recibían un litro de leche al día cuando el resto de la población no podía consumirla, para que dos años y medio después el marabú siga siendo la plaga reinante en el país y la situación de la leche siga igual o peor.

Un “líder” cuya primera decisión es querer pedirle permiso a otra persona para dirigir, y que se define en público a sí mismo, muy tranquilamente, como “una sombra”, no puede conducir ni siquiera una comparsa del carnaval, mucho menos un país en bancarrota y crisis terminal.

¿Quién sigue y acepta realmente el liderazgo de Raúl Castro en la Cuba de hoy, además del dinosaurio José Ramón Machado Ventura? No se trata de los que teman y obedezcan por terror, de quienes siempre aplauden o asienten, o de los que le ríen el chiste aun antes de haber terminado de contarlo, sino de los que realmente se sienten orientados o guiados por el jefe de gobierno, de quienes consideren que sus orientaciones y órdenes son inteligentes y prácticas, de los que confían que bajo su liderazgo el país podrá salir de la crisis económica y social que se vive en estos tiempos, la más profunda de la historia de Cuba.

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que la reforma salarial establecida hace más de un año no se ejecute porque a la burocracia no le da la gana de pasar trabajo y a nadie le interesan las dificilísimas condiciones de vida de los cubanos de a pie?

¿Es culpa del “bloqueo”, del imperialismo” o de los huracanes que más de la mitad de las tierras hábiles del país estén cundidas de marabú y malas hierbas, pero su distribución bajo arrendamiento a quienes desean ponerlas a producir demore meses y más meses, que no se les facilite acceso a equipos y aperos de labranza a quienes reciben la tierra, que no puedan obtener semillas, o alambre para cercas, machetes, guatacas o botas de trabajo?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que el acopio agropecuario estatal sea incapaz de evitar las continuas pérdidas de miles y miles de toneladas de productos alimenticios, mientras el país gasta miles y miles de millones de dólares en el extranjero comprando alimentos en cantidades que resultan insuficientes para las necesidades de la población?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que los agricultores privados, a pesar de las innumerables regulaciones y arbitrariedades que pesan sobre ellos, sean mucho, pero mucho más productivos y eficientes que las empresas estatales y las Unidades Básicas de Producción Cooperativa?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que el soberbio Comandante en Jefe haya considerado la producción azucarera cubana como la ruina del país y haya ordenado su desmantelamiento? ¿Acaso el ahora tan cauto general-presidente tuvo el corazón suficiente para aconsejar a su hermano mayor que debía evitar “la improvisación y el apresuramiento” en una decisión de esa magnitud?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que turbas de facinerosos golpeen como les da la gana a indefensas y pacíficas mujeres en la calle, mientras la policía que debería mantener el orden ni se da por enterada?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que en el país exista una doble moneda, que se pague a los cubanos en una moneda nacional totalmente devaluada y sin poder adquisitivo ninguno, mientras la escasa oferta que no resulta ilegal es en otra moneda completamente diferente, y que se declare tranquilamente que la solución de tal engendro necesita años?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes acusar a los cubanos de pensar como pichones con la boca abierta, que solamente desean depender del estado benefactor y paternalista, cuando no se les permite ganarse la vida de una manera decente y esforzada fuera de los marcos del súper ineficiente y burocrático estado totalitario?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que los deportistas cubanos se cansen de poner su esfuerzo y su musculatura en función de la propaganda y la mentira política, y prefieran arriesgarse para buscar ser recompensados como corresponde a los atletas destacados en cualquier lugar fuera de la Isla cautiva?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que los deportistas cubanos que triunfan en el profesionalismo fuera del país sean ídolos para los cubanos dentro de la Isla, mientras el régimen solo pretende insultarlos, difamarlos, ningunearlos e ignorarlos?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que cincuenta años después de haberse supuestamente eliminado la discriminación racial en el país las proporciones de negros y mulatos –y que no se hable de “afrocubanos” que no existen- sea ridículamente minoritaria en cargos de dirección y empleos relacionados con el turismo, los viajes al exterior y el acceso a divisas?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que los salarios en Cuba sean escandalosa y ridículamente bajos, y además pagados en una moneda que no vale, mientras se le exige a los trabajadores esfuerzos y sacrificios constantes en aras de un futuro muy borroso y además pospuesto con carácter indefinido?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que la gerusía gobernante –pareja de reyes a cargo del país, donde un Comandante se impone sobre un general y lo desprecia- y el consejo de ancianos que dice gobernar, también conocido como Comisión del Buró Político, y donde todos se consideran gobernantes vitalicios, no tenga el más mínimo sentido de la realidad, ignore los acuciantes reclamos populares, y viva tan “preocupado” por el calentamiento global o la “crisis mundial”, mientras en el país no alcanza la comida, no hay viviendas decorosas para los cubanos, la productividad continúa decayendo, nadie cree en el futuro y millones de cubanos desean emigrar para escapar del paraíso revolucionario?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que la contabilidad en Cuba no sea confiable, cuando esa técnica económica sirve para controlar la actividad económica en todas las naciones del mundo?

¿Es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes pretender regresar a la planificación centralizada y los planes quinquenales que más de setenta años de intentos en el socialismo real demostraron que no sirven para nada?

¿Tiene sentido, en un país en bancarrota total, destinar tanto dinero, recursos, tiempo y energías a pretender “exigir” la liberación incondicional de cinco espías convictos en Estados Unidos, que pretendieron penetrar instalaciones militares norteamericanas, y quienes fueron juzgados con todas las garantías procesales existentes, mientras cientos de prisioneros de conciencia en Cuba cumplen sanciones más largas que las de algunos de esos espías, porque son considerados mercenarios o como agentes del imperialismo, y no se acepta hablar sobre su situación con gobiernos extranjeros que se desviven por santificar la tiranía?

¿Qué importan los discursos del jefe de gobierno o las tonterías que declare ahora el Ministro de Relaciones Exteriores cubano sobre una supuesta disposición del régimen a conversar con Estados Unidos, si en esas mismas declaraciones ya se establecen condicionamientos, exigencias y reglas del juego que serían inaceptables hasta para un país militarmente derrotado, mucho más para el país más poderoso del mundo?

¿Tiene sentido enorgullecerse de una supuesta independencia con relación a los países más democráticos y desarrollados del mundo, para depender miserablemente de un golpista como Hugo Chávez, un inculto reaccionario indigenista como Evo Morales, un desacreditado corrupto como Daniel Ortega, o un demagogo como Rafael Correa, todos agrupados en un engendro llamado ALBA, que resulta lo más parecido a un ocaso de tormenta?

¿Tiene sentido la amistad con gobiernos dictatoriales y corruptos como Angola, Guinea Ecuatorial, Libia o Belarús, mientras se fomenta el enfrentamiento y se desprecia el acercamiento con Europa Occidental o diversas económicamente sólidas democracias asiáticas?

¿Es justo, humano, decente, o tan siquiera revolucionario que en Cuba esté funcionando un solo equipo de Resonancia Magnética Nuclear (MRI en inglés), con la consiguiente afectación a los servicios de salud de los cubanos de a pie, mientras se han enviado hacia Venezuela más de cinco de estos sofisticados equipos, con el único objetivo de brindar servicios médicos en función de desarrollar la propaganda bolivariana y el engaño a los pueblos?

¿Cómo es posible llamarse comunista y ser incapaz de convocar un Congreso del Partido, que no se celebra hace ya más de doce años, cuando el congreso supuestamente se define como “la reunión más importante del Partido y el país”, posponiéndolo con carácter indefinido hasta las calendas griegas?

¿Como es posible anunciar para realizar “en breve” una conferencia del partido, como sucedáneo del congreso indefinidamente aplazado, y que seis meses después de su muy pomposo anuncio no se haya dicho una palabra más sobre tal conferencia?

¿Por qué la prensa oficial –y única autorizada en el país- no hizo mención a la alocución televisiva navideña del Cardenal de La Habana, donde timoratamente mencionaba la posibilidad de que los cubano-estadounidenses pudieran visitar a sus familiares en Cuba este año, gracias a la autorización del jefe del “imperio”, aunque silenciaba la prohibición de entrada al país a otros cubanos, y la de viajar al exterior sin la humillante y arbitraria “tarjeta blanca” y un “permiso de salida”?

En resumen, ¿es culpa del “bloqueo”, del “imperialismo” o de los huracanes que el general-presidente sea incapaz de solucionar uno solo de los más acuciantes problemas del país, o que no se haya atrevido a intentar los cambios estructurales y de concepto que prometió sin que nadie se lo hubiera pedido? ¿O será que quizás piensa que sus funciones de jefe de estado y gobierno se limitan a sus obligaciones familiares, comenzando por rendirle pleitesía absoluta y subordinación total al tirano principal?

¿Cuáles son los méritos intelectuales y políticos, cuál la experiencia de su hijo Alejandro Castro Espín para ser asesor del Consejo de Estado? ¿Cuáles son los méritos deportivos y gerenciales, cuál la experiencia de su sobrino Antonio Castro Soto del Valle, hijo de Fidel Castro, para ser vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol?

¿Qué cargo subordinado o qué servicio social realizó en la base su hija Mariela Castro Espín para ganarse la dirección del Centro Nacional de Estudios Sexuales? ¿En qué batallas ganó su yerno Luis Alberto Rodríguez López-Callejas los grados de coronel y el cargo de director general de la poderosa corporación GAESA, dueña de medio país y totalmente controlada por los militares? ¿No hubo improvisación ni apresuramiento en esos festinados nombramientos modelo de nepotismo caudillista?

¿Cuántos cubanos talentosos y valientes, que saben cómo solucionar realmente todos los problemas del país, son ignorados, aplastados, reprimidos, detenidos, cesanteados o forzados a abandonar el país, mientras se promueve festinadamente como clan a la camarilla familiar, personas que tal vez tengan talento o condiciones, pero que nunca han tenido la oportunidad de demostrarlo trabajando en la base junto a los cubanos de a pie, y compitiendo realmente en un proceso de meritocracia revolucionaria?

¿De dónde o de quién surge la festinada idea de que los cubanos soportarán eternamente tanta inmundicia política, tanta demagogia, tantos desmanes, tanta ineptitud, tanta mentira y tanta cobardía del supuesto liderazgo, impuesto por la fuerza y el terror, por la vía de la herencia familiar, la camarilla y la componenda?

El general-presidente promete, sin sonrojarse ni demostrar vergüenza o dignidad política, algo que le ha dado en llamar un “modelo integral” cubano, pero sin “la improvisación ni el apresuramiento”. De hacerle caso y creer en él, habría que esperar tal vez veinte años más en un remedo de régimen norcoreano o camboyano para poder llegar a lo que fue aquel bochorno del “socialismo real” en Europa del Este que se desplomó con el Muro de Berlín, pues le teme hasta a las soluciones chinas o vietnamitas que han demostrado resultados específicos.

Si el general-presidente sin corazón suficiente para otra cosa, y su consejo de mediocres ancianos, pretenden encaminar a Cuba hacia caricaturas tropicales de los modelos rumano, búlgaro o este-alemán del fracasado “socialismo real”, disfrazado de “perfeccionamiento empresarial”, harían bien en recordar como terminaron en 1989 los dictadores de tales países.

¿Qué les hace pensar que en Cuba podría ser diferente?

¿Tal vez la convicción que de que en Cuba existe un líder verdaderamente querido y respetado por los cubanos, quizás como Kim Jon Il en Corea o Pol Pot en Kampuchea?

¿Escuchar lo que le dicen al general-presidente todos los amanuenses y parásitos de la familia o la nomenklatura que medran a la sombra de la tiranía totalitaria?

¿O la convicción del carácter sagrado y eterno del Gran Dictador, el hermano mayor, el fundador de la dinastía, el Comandante sin batallas ni valor personal demostrado, el único que se perdió en el camino al asalto al cuartel Moncada, a pesar de haberse criado en Santiago de Cuba?

Tal vez para los históricos, que en estos momentos ya son solamente tres, o para los veteranos, que son unas pocas decenas, muchos de ellos demasiado ancianos, el general-presidente podrá significar algo.

Para casi todos los cubanos de a pie, midiendo solamente por los resultados después de casi tres años y medio de gestión, Raúl Castro es solamente un demagogo, un fracasado, un timorato, un incapaz, un mediocre y un cobarde, que promete lo que nadie le pidió, pero no tiene valor para intentar y cumplir.

Ciertamente, a falta de corazón, resultados, programas, recursos, estrategias y visión, al general-presidente le quedan en este momento solamente los eternos instrumentos del terror: las turbas en la calle y los tanques para aferrarse al poder.

Las turbas, como detritus social revolucionario, solamente responden a los estímulos más primitivos y bajos, instintos y bajas pasiones, pero nunca a ideologías o programas.

Y los tanques dependen de quienes los manden y los manejen directamente, y de hasta donde estén dispuestos a llegar.
Tomado de

www.cubanalisis.com

martes, 22 de diciembre de 2009

Feliz Navidad












Para todos
salud, paz, alegría, prosperidad,
amor, solidaridad, felicidad...
Feliz Navidad 2009
Y un muy próspero año nuevo 2010
Que los sueños, anhelos y esperanzas
se hagan realidad!!




Plegaria

Dios mío,
por mi patria que agoniza a la deriva de estos tiempos,
te pido que me ayudes a decir lo que siento en la cara de los fuertes,
Dios mío,
Ayúdame a conocer la otra cara de la imagen,
no me dejes acusar a mis adversarios,
tachándolos de traidores porque no comparten mis criterios.
Muestrame que la tolerancia puede ser
una prueba sublime de la fuerza
asi como el deseo de venganza es
un reflejo de la debilidad humana,
pero no me quites la esperanza, la constancia,
y la buena voluntad para seguir luchando,
permiteme enfrentar a aquellos viles,
con alma de tiranos, que orgullosos prepotentes,
defienden al sistema castrista-totalitarista
que nos humilla, nos esclaviza y nos ofende.

Dios mío,
Si con un proceder errado a alguien lastimo o perjudico,
ayúdame a encontrar las palabras precisas
para ofrecerle mis disculpas asi como también
dame la fuerza y la entereza necesarias
para reparar el daño .
Si alguien me ofende o me hace daño,
dame la paciencia y la serenidad de espiritu necesaria
para prodigarle mi perdón y mi clemencia,
asi como también regálame la seguridad
de que puedo dejarlo todo atrás
cual página agotada.

Díos mío
Si mi salud se quebranta,
ayúdame a encontrar la fe
para seguir adelante
hasta el último día de mi vida.
No permitas, mi Dios, que caiga en la agonía,
de los desesperados aferrados a la nada.

Díos mío,
Aunque yo no te nombre,
aunque parezca que te he olvidado,
no me abandones,
si me caigo, ayúdame a levantarme,
sé que soy débil, y puedo equivocarme,
y en un arrebato de furia, por no pensarlo
destrozar lo que he tratado de construir por tantos años.

Dios mío,
Tampoco permitas que me auto destruya albergando
bajas pasiones, malos instintos...
y mucho menos permitas que trate de imponer
a otros mis criterios, mis dudas,
mis recelos, mis resentimientos,
mis frustraciones, mis penas...

Por ultimo, Dios mío,
Ayúdame a encontrarme con mí misma
cuantas veces la vida intente separarme del camino
que me he trazado con tu ayuda,
no me dejes caer,
dame tu mano.
Amen

Esperanza E Serrano,
dic /22, 2009

sábado, 19 de diciembre de 2009




jueves, 17 de diciembre de 2009

E.U. continúa las consesiones unilaterales al régimen de la Habana


E.U. CONTINÚA CONCESIONES UNILATERALES AL RÉGIMEN MIENTRAS EN CUBA SE INTENSIFICAN LA REPRESIÓN Y LAS POSTURAS BELICISTAS
Infosearch:José F. Sánchez Analista

Senado controlado por los demócratas aprueba medida que impulsa comercio agrícola con Cuba y flexibiliza para La Habana mecanismos de adquisición de productos agrícolas
— El Senado estadounidense, controlado por el partido demócrata, aprobó el domingo una disposición que facilita las ventas en efectivo de bienes agrícolas estadounidenses a Cuba, revocando restricciones del Gobierno del ex presidente estadounidense George W. Bush, señaló un senador. "Al permitir las ventas en efectivo de nuestros bienes estadounidenses de clase mundial a Cuba, restauramos el propósito del Congreso y facilitamos que los productores estadounidenses exporten en un momento crítico para nuestra economía", dijo el presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, Max Baucus. La medida sigue a los esfuerzos unilaterales del actual mandatario estadounidense, Barack Obama, por mejorar las relaciones con la comunista Cuba. Como ocurriese durante la administración de Clinton, La Habana no corresponde con gestos recíprocos. Desde que el Presidente de E.U. Obama iniciara su nueva política hacia Cuba, no sólo el régimen se ha negado a hacer concesión alguna, sino por el contrario dentro de la Isla, intesifica sus operaciones represivas, coordina las acciones violentas de sus turbas fascistas, arresta, hostiga y encarcela a opositores y disidentes, y hace más férreo su bloqueo a la información y a la Internet. Al mismo tiempo, en su política exterior, la dictadura cubana ha endurecido sus posiciones anti-estadounidenses y su discurso se torna cada vez más confrontacional, al tiempo que sube el tono belicista de su retórica y da pasos concretos con el apoyo del Coronel ex golpista Hugo Chávez, para la creación de una especie de Mini-OTAN tercermundista en Latinoamérica. Obama ha dicho que quiere cambiar las relaciones con la isla y ha anunciado un pequeño relajamiento del embargo comercial de cinco décadas de Estados Unidos contra La Habana. La disposición de los bienes agrícolas fue agregada a la legislación que financia decenas de agencias federales por el resto del año fiscal 2010, que termina el 30 de septiembre del 2010. La Cámara de Representantes estadounidense ya aprobó el gran proyecto de ley de gastos y se espera que el viernes Obama lo firme para convertirlo en ley. Grupos agrícolas estadounidenses, ansiosos de aumentar las ventas a un mercado a unos 144 kilómetros de Estados Unidos, han estado en la primera línea de los esfuerzos para relajar el embargo comercial sobre Cuba. El Congreso autorizó ventas en efectivo de bienes agrícolas estadounidenses a Cuba el 2000, bajo el Acta de Fomento de las Exportaciones y Reforma de las Sanciones Comerciales. Sin embargo, el Gobierno de Bush ordenó el 2005 exigir a Cuba pagar por los bienes a través de bancos de otros países, antes de que los productos dejaran el puerto. Baucus, demócrata de un estado con un sector agrícola importante, dijo que la nueva disposición permitiría a los compradores cubanos enviar los pagos directamente a Estados Unidos mientras los bienes están en tránsito, como era la intención del Congreso en el 2000. Las exportaciones de cultivos, carnes y productos agrícolas estadounidenses totalizaron 707 millones de dólares en el 2008. El Comité de Comercio Internacional estadounidense estimó que ese monto podría crecer en cientos de millones de dólares si se removieran todas las restricciones de comercio agrícola.
Agencias Washington


Director

Dept. de Investigaciones

La Nueva Cuba Diciembre 15, 2009


Tomado de