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jueves, 31 de mayo de 2012

Escapar del frasco

 

LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Muy a la vista, con la impronta de lo precipitado, se exhiben hoy en La Habana nuevas asociaciones, fundaciones, organizaciones cívicas y sociales que actúan (o creen actuar, o quieren hacer creer que actúan) como mediadoras entre las personas y el Estado. De repente, vemos “representados” diversos intereses de los individuos, en un medio en que proyectarse desde la individualidad, y aún más en grupo, se consideraba hasta ayer políticamente nocivo.
Ya que dentro de los sistemas totalitarios la historia no avanza sino a empujones, y como los empujones totalitaristas reportan más pérdidas que ganancias, no habrá mucho que esperar de este remedo de sociedad civil organizada que ahora nos están montando, no por un imperativo de las circunstancias, que es como debiera ser, sino por táctica malévola del gobierno.
Claro que responde a la estrategia de perpetuar en el poder un régimen de cacicazgo antediluviano, pero con una fachada que lo haga plausible ante los ojos de las instituciones y los gobiernos cada vez más copados por la progresía internacional.
Le han echado garra a ciertos temas que son prioridades entre las demandas de los altruistas (y también entre los hipócritas y farsantes) del mundo. Y orquestando la manipulación de tales temas, modelan el muñeco de la nueva sociedad civil cubana, con los pies del individuo, pero con las siete cabezas de la dictadura.
Desde la ecología hasta la libre opción sexual o religiosa; desde el tratamiento diferenciado a las personas con discapacidades, hasta la protección de los animales afectivos; desde el antirracismo o el feminismo, hasta el rescate de las tradiciones… De lo grave a lo ligero. De lo banal a lo trascendente. Desde la afición por las motos Harley-Davidson, o por el juego de dominó, hasta la vinicultura o hasta la nostalgia por el baile Casino. Cualquier asunto les está resultando bueno para manipular opiniones, del Morro hacia afuera, y para controlar el comportamiento del personal, del Morro hacia adentro, mediante la “espontánea” asociación de individuos en organizaciones no gubernamentales y no lucrativas.
Hace poco asistimos al chiste de los cuentapropistas marchando organizados para celebrar el primero de mayo. Casi tan gracioso como el de los gays y lesbianas que reclaman libertad para los cinco héroes. O como ciertos intermediarios de Orula, cuyos caracoles profetizan según las órdenes de arriba.
Desde luego que, como una verdad no elimina necesariamente a otra verdad contraria, es probable que aunque nos perjudique de momento, esta nueva maroma política de nuestros caciques termine volviéndose contra sus propios planes. Sin embargo, aun cuando así fuera, no es motivo suficiente para celebrarla.
Ni para asumirla con espíritu trágico. Sólo con la seriedad que requiere. Pues aunque a simple vista no se muestre sino como otra pincelada del pintoresquismo totalitario, sin duda está regando un tósigo con el que tendremos que lidiar en el futuro, a la hora de organizar en Cuba una auténtica sociedad civil.
Tampoco hay que olvidar, no más faltara, los esfuerzos que desde hace tiempo desarrollan algunos grupos de la oposición pacífica por impulsar la organización de esa auténtica sociedad civil que tanto necesita el país, y que demanda a gritos. Ni hay que olvidar el ensañamiento con que los cuerpos represivos del régimen atacan sus más mínimas manifestaciones, demostrando con ello (si fuera necesario que lo demostraran aún más) su absoluto irrespeto ante el empeño, siempre que el empeño no sea viabilizado a través de su tutoría.
Es un asunto que se las trae, por su amplitud y su complejidad. De modo que habrá tiempo de volver a tratarlo. Pero algo sí debe quedar dicho desde el inicio, y es que los amantes de la libertad y del progreso no debemos confundir el objetivo:
Nuestra gente que hoy se suma a esas nuevas asociaciones, fundaciones, organizaciones cívicas y sociales, no debe ser vista necesariamente como cómplices conscientes de la trampa urdida por el régimen. Apenas son sus víctimas. Y por doble partida. Víctimas del engaño en sí mismo, y también del clima de penuria económica, indefensión política, vacío institucional e incertidumbre colectiva en el que nacieron y crecieron y en el que todavía viven.
¿Acaso no sería mucho pedir que se proyecten con sabiduría y responsabilidad para reclamar sus derechos individuales, quienes, a lo largo de varias generaciones, fueron desposeídos del yo íntimo y educados para ser dóciles autómatas?
Nos guste o no, lo cierto es que no podemos esperar que asuman con la seriedad o la profundidad requeridas el rol que verdaderamente les compete dentro de la sociedad civil, porque que no lo conocen. La mayoría ni siquiera sabe lo que significan esas dos palabras juntas, como concepto, y claro que no tienen la menor idea sobre cómo deben funcionar en la práctica sus instituciones.
Son como la clásica mosca dentro del frasco. Y es natural que apenas vislumbren un hueco por donde escapar, se lancen, aunque el hueco conduzca a una hoguera. Enjuiciarlos por eso sería, además de una pérdida de tiempo, una injusticia. Entonces tal vez no quede otro remedio que seguir tratando de buscar junto a ellos alguna alternativa para escapar del frasco sin perecer en el intento.
Nota: Los libros de este autor pueden ser adquiridos en la siguiente dirección: http://www.amazon.com/-/e/B003DYC1R0

José Hugo Fernández
José Hugo Fernández es autor, entre otras obras, de las novelas El clan de los suicidas, Los crímenes de Aurika, Las mariposas no aletean los sábados y Parábola de Belén con los Pastores, así como de los libros de cuentos La isla de los mirlos negros y Yo que fui tranvía del deseo, y del libro de crónicas Siluetas contra el muro. Reside en La Habana, donde trabaja como periodista independiente desde el año 1993.

miércoles, 30 de mayo de 2012

¡¿Y si todo no es más que un rejuego para ganar las elecciones?

¿Y SI NO ESTÁ ENFERMO? 

Por: Carolina Jaime Branger

Si algo me ha enseñado Chávez en estos larguísimos 14 años es a no creerle ni el Credo rezado de rodillas
En sus Runrunes del jueves pasado Nelson Bocaranda dijo que la reaparición de Chávez en vivo tras días de reposo absoluto "le permitió revivir todo tipo de especulaciones donde la más popular volvió a ser la que pone en duda, tanto para sus seguidores como quienes se le oponen, la enfermedad cancerígena que lo acosa desde hace más de un año".
Yo me pregunto, ¿cómo no ponerlo en duda?... Si algo me ha enseñado Chávez en estos larguísimos 14 años es a no creerle ni el Credo rezado de rodillas. Y si algo me enseñó mi exmarido, que es un brillantísimo gerente, fue a plantearme la mayor cantidad de escenarios ante una eventualidad. Él fue la única persona que yo conozco que a principios del paro petrolero formuló la pregunta que casi nadie se hizo: "¿qué pasa si Chávez aguanta el paro?". La repitió a amigos y conocidos.  Cuando le respondían que era "imposible" que eso pasara, él repreguntaba: "“¿Y qué pasa si lo aguanta?". La historia le dio la razón.
Con este mismo raciocinio me siento en la obligación -como opinadora y como ingeniera profundamente cartesiana- a plantearme metódicamente la duda que se desprende del misterio que ha rodeado la enfermedad presidencial: ¿y si no fuera verdad que tiene cáncer? ¿si todo fuera un vil manejo de la noticia? ¿es esto un teatro con fines electoreros?
No es tan descabellado como pudiera parecerlo. Una persona con ciertos escrúpulos al rompe argüiría que "con esas cosas no se juega". Pero Chávez nos ha demostrado que él juega de muchas maneras, la mayoría no limpias. Me cuesta creer que alguien con un cáncer terminal se exprese con tanta energía y tanto odio.
No me extrañaré entonces si en un par de meses sale anunciando el "milagro". La gente le creerá, ¿cómo no creerle, si todos, chavistas y opositores, dicen que tuvo cáncer? Lo atribuirá al Cristo de La Grita, a la Virgen de Coromoto, a José Gregorio Hernández, a María Lionza y a los espíritus de la Sabana. Dirá con su habitual desparpajo que "ellos" lo escogieron para que conduzca los destinos del país per saecula saeculorum. Será el "ungido", el "elegido", el "único". Si esta elucubración resultara ser cierta, ¡que Dios nos agarre confesados!
cjaimesbranger@gmail.com

lunes, 28 de mayo de 2012

Si alguien en tu familia tiene tratamiento psiquiátrico, dedícale tiempo a estos videos..


 

El gran negocio de la psiquiatría y la salud mental.

http://descumerica.blogspot.com/ 

La siguiente serie de videos expone como la psiquiatría ha sido utilizada para ganar dinero sin traer una mejora en los pacientes y como se nos ha mentido sistemáticamente desde hace mucho tiempo sobre esta supuesta ciencia medica.
Torturas, electrochoque, experimentos y muerte. Enormes ganancias a través de la venta de drogas para curar toda clase de males imaginarios, inventados por los psiquiatras con el solo animo del lucro y de dar una apariencia científica y respetable a sus fechorías. 450 millones de enfermos mentales claman los psiquiatras que existen en el mundo, todo un gran negocio.
Le recomiendo prudencia al ver estos videos, en especial si tiene familiares con enfermedades mentales porque el material que aquí se expone es realmente fuerte.
Niños etiquetados con trastorno de déficit de atención e hiperactividad, cuando en realidad son solo niños malcriados y desobedientes a los que se les debe ensenar disciplina. Múltiples drogas adictivas que se prescriben a estos supuestos pacientes que en ocasiones terminan vendiéndolas y en otras les sirve como puerta de entrada a otras drogas ilegales aun más adictivas y dañinas. Porque? Por negocio, por dinero, aun cuando usted no lo paga, lo paga el medicaid es dinero que paga el gobierno y que igual va a parar a bolsillos inescrupulosos.
Escándalos de abuso sexual por parte de los psiquiatras para con sus pacientes, violaciones sexuales tanto con mujeres como con niños de uno y otro sexo han ocurrido por miles y casi nunca se ha resuelto nada y los criminales han quedado impunes.
Si a usted le han dicho que padece de alguna enfermedad mental o se la han diagnosticado a algún familiar suyo, preste atención a este video y después preste atención a su medico y a las medicinas que toma, no de por sentado que su medico es alguien respetable y profesional que muy bien puede no serlo.





viernes, 25 de mayo de 2012

En el marco de la Bienal de La Habana "CoCodrilo Smile" Humor político en SATS

En el marco de la Bienal de la Habana un encuentro culinario


 El acercamiento y los intercambios entre la dictadura castrista y la administración de Barack Hussein Obama es en todos los frentes, incluyendo el culinario..


 Proyecto Paladar en Cuba





Proyecto Paladar en Cuba
Por Redacción CaféFuerte

Uno de los chefs estadounidenses que viajó a Cuba como parte de un proyecto de colaboración con sus homólogos cubanos, fue robado por dos prostitutas, reveló una de las participantes en el evento.
La directora del Proyecto Paladar, Sara Jenkins, dijo en un tweet: "Así que uno de los chefs estadounidenses en Cuba se llevó a dos prostitutas a su lugar y despues le robaron todo #peroporsupuesto #nopuedodecirquién".
La revelación desató todo tipo de especulaciones sobre la identidad del chef timado, obligando a Jenkins a disculparse por su indiscreción poco después"Quiero pedir disculpas a todos los cocineros y colegas que ayudaron a armar este intercambio cultural increíble por haber hablado indiscretamente de la conducta de un miembro durante el viaje. Lo que estaba destinado a ser una broma colegial, en cambio, se ha reflejado mal en todos los chefs que donaron su tiempo y energía a este proyecto. Y aunque yo no aprueban la conducta del individuo, me arrepiento de ventilarla públicamente en Twitter. Lección de los medios de comunicación social aprendida". 
La identidad del afectado sigue siendo un misterio, aunque la noticia sigue rodando en blogs y redes sociales.

El tweet de la chef Sara Jenkins, que reveló en embarazoso incidente
El tweet de la chef Sara Jenkins, que reveló en embarazoso incidente
Proyecto Paladar
El Proyecto Paladar, realizado en el ámbito de la Bienal de La Habana, consistió en una colaboración de 10 días entre 10 chefs, estadounidenses, la mayoría de en Nueva York, y 10 chefs cubanos en un restaurante construido con contenedores.
Entre los chefs asistentes figuraron Marco Canora, Mark Ladner, Sisha Ortúzar, Tamara Reynolds, Pierre Thiam y Sue Torres; además del sous chef Eduardo del Valle y el chef cubanoamericano Douglas Rodríguez.
Una de las actividades de intercambio tomó por escenario a la emblemática paladar La Guarida, un pequeño apartamento de Centro Habana que cobró fama tras filmarse allí la película Fresa y Chocolate (1993), del realizador Tomás Gutiérrez Alea.
Cada noche, una pareja integrada por un chef cubano y uno estadounidense, presentaba sus creaciones a una selecta audiencia compuesta fundamentalmente por cubanos vinculados al proyecto y extranjeros. De acuerdo con The New York Times, el presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón, y Nilsa Castro Espín, una de las hijas de Raúl Castro, asistieron a las cenas.
Comida gourmet y precios por las nubes
Surgidas como alternativa de sobrevivencia durante la crisis conocida como "período especial" en los años 90, las paladares han devenido un lucrativo negocio que mueve millones de dólares, con precios inalcanzables para la mayoría de la población. Muchos de estos establecimientos están especializados en comida gourmet.
Si 20 años atrás el precio de una cena para dos personas podía costearse con apenas $10 dólares, actualmente oscila entre los $40 y 50 dóalres en las paladares más exclusivas. Una comida para dos personas en La Guarida se calcula en los $57 dólares, el doble del salario mensual promedio de un cubano de a pie.
Las paladares se han expandido incluso a modalidades de la cocina internacional sin tradición en Cuba. Este mes se conoció de la apertura del primer paladar de comida hindú en La Habana, administrado por un británico y su esposa cubana.
Cuba tiene oficialmente registrados 1,618 restaurantes privados, una modalidad en boga luego de que el gobierno de Raúl Castro autorizara el trabajo por cuenta propia y el aumento del número de sillas en estos negocios.


Video sobre el Proyecto Paladar en Cuba:


jueves, 24 de mayo de 2012

Desempolvando archivos: La diáspora como tema en la cultura cubana según el oficialismo.




 LA DIÁSPORA COMO TEMA

Ambrosio Fornet | La Habana 2001

El tema de la emigración o el exilio en el arte y la literatura cubanos, hasta donde alcanzo a saber, no ha sido estudiado todavía en su conjunto. Ni siquiera existe una bibliografía que pueda darnos un panorama general. Estamos hablando de la emigración y el exilio posteriores al 59 y, por ahora, del tratamiento que han recibido en las obras literarias y artísticas producidas dentro de la Isla. Yo no tengo autoridad para hablar también de las producidas en el extranjero --aunque la presencia aquí de Cristina García pudiera servirme de pretexto para decir algo sobre Soñar en cubano-- y tampoco la tengo para hablar de lo producido en Cuba, por ejemplo, en el terreno de las artes plásticas. Voy a limitar mi intervención-- un poco improvisada, como verán-- a la literatura y el cine.

Me parece que una de las primeras obras narrativas que tocaron el tema fue un cuento de Sergio Chaple, de los años 60, titulado "Camarioca la bella". Después hubo varias narraciones más, entre ellas una de Hugo Chinea sobre Mariel, o mejor dicho, sobre los sucesos de la Embajada de Perú, cuyo título no recuerdo, que apareció en la revista Unión. Este cuento --el monólogo de un tipo marginal, de un "escoria", que había logrado meterse en la Embajada-- podría verse como la otra cara del de Reinaldo Arenas sobre el mismo asunto. Hay también un cuento muy curioso, de José Antonio Grillo Longoria, que se desarrolla totalmente en Miami; los protagonistas son dos estudiantes cubanos de High School que experimentan en carne propia los rigores de la discriminación a los latinos. Más recientemente han proliferado las narraciones sobre la emigración ilegal o las salidas clandestinas. Recuerdo un cuento de Aida Bahr en el que aparece una balsa premonitoria y, por supuesto, el cuento de Alejandro Robles, "Los muertos", que ganó el año pasado el premio de La Gaceta de Cuba. La crisis de los balseros, por su parte, suscitó una respuesta literaria inmediata, tal como puede verse en dos narraciones premiadas en el concurso Pinos Nuevos, todavía inéditas: el cuento "Mientras agoniza" de Ronaldo Menéndez, y la noveleta La milla, de Alejandro Hernández. Sobre este asunto Luis Felipe Bernaza, por su propia cuenta, grabó en video un documental que iba a llamarse Cubalsa, título que el propio director consideró demasiado sarcástico y decidió cambiar por Estado del tiempo.
En fin, no pretendo hacer aquí un recuento exhaustivo, ni mucho menos. Pero calculo que una de las primeras y más dramáticas manifestaciones literarias del tema es Memorias del subdesarrollo, de Edmundo Desnoes, una novela breve publicada en 1966 y llevada al cine dos años después por Tomás Gutiérrez Alea. Tiene un comienzo lapidario: "Todos los que me querían y estuvieron jodiendo hasta el último momento, se han ido ya". Siempre me ha parecido un modo insuperable de abordar el asunto a través de la tensión, expresa o soterrada, entre los que se iban y los que se quedaban, aunque aquí el que "se quedaba" lo hacía por motivos muy personales. El enunciado pone en evidencia, creo yo, la relación amor-odio que se suscitaba entre los miembros de una misma familia que asumían posiciones políticas opuestas. La primera parte ("todos los que me querían") alude al desgarramiento, pero en la segunda ("se han ido ya") uno percibe como un suspiro de alivio: "¡Al fin se han ido!", es lo que parece decir. La dicotomía se explica por la frase intermedia: esos que se han ido estaban "jodiendo", es decir, obstaculizando, interfiriendo mis planes, y su partida me deja libre, al fin, para seguir mi camino. Algo semejante podía haber dicho el que se iba, porque también él quería escoger su rumbo libremente. Ambas partes intentan alcanzar una meta, y lo que ambas se proponen hallar, curiosamente, es lo mismo: el paraíso. Lo que ocurre es que cada cual lo busca por caminos diferentes y opuestos. Unos, huyendo del infierno rojo e instalándose en ese jardín del edén que es la sociedad de consumo; otros, quedándose aquí, empeñados en construir su propio jardín, su propia utopía, la sociedad comunista.
No creo que esta visión simplista y maniquea haya producido obras de valor ni aquí ni allá --con malos esquemas no se hace buena literatura--, y, por lo demás, el enfrentamiento no siempre llegaba a adquirir categoría de drama por la sencilla razón de que se pasaba por alto, se "ignoraba". El que se iba, dejaba de existir, simplemente; desaparecía de mi vista y de mi vida; se convertía en un fantasma. ¿También nosotros, vistos o evocados desde allá, adquiríamos esa cualidad fantasmal? Quizás nunca lleguemos a saber quién fue el que tiró la primera piedra; ¿ellos, que se atrevieron a afirmar que el son se había ido de Cuba, o nosotros, que nos negamos a aceptar que ellos seguían siendo cubanos?
Lo cierto es que nos alimentábamos de negaciones recíprocas, como si yo sólo pudiera afirmar mi identidad negando la tuya, que por lo demás no era tan distinta de la mía. Quede claro que no estoy hablando en términos de contradicciones políticas, sino de conflictos dramáticos, que es el terreno propio de lo artístico. Era una situación que se caracterizaba, a mi juicio, primero, por ser históricamente inevitable, dadas las circunstancias, y segundo, por ser culturalmente empobrecedora para ambas partes.
Eso experimenta un vuelco súbito a finales de los años 70, cuando se abre el diálogo entre las dos partes, encabezado --entre los participantes de allá-- por los miembros de la Brigada Antonio Maceo y del Grupo Areíto. Uno de los primeros resultados literarios de ese histórico encuentro fue Contra viento y marea, testimonio colectivo del Grupo Areíto que recibió el premio Casa de las Américas y se publicó en 1978. Por primera vez las voces de allá entraban con todos los honores en la historia de nuestra literatura, y eran voces solidarias, no hostiles --un acontecimiento que en el campo intelectual tuvo repercusiones importantes--. Ese mismo año ganó el premio de la UNEAC el testimonio de Jesús Díaz De la patria y el exilio, publicado en 1979. Esa obra era el resultado de la experiencia que el autor, como cineasta, había tenido con la filmación del documental 55 hermanos, donde muchos de nosotros vimos por primera vez los rostros de aquellos que se habían "ido" contra su voluntad, o mejor dicho, no por voluntad propia, sino por decisión de sus padres, puesto que emigraron siendo niños o adolescentes. Esos jóvenes tendían un puente emocional que era muy fácil de cruzar, puesto que no había reproches, ni resentimientos, ni ajustes de cuenta de por medio; uno podía abrir los brazos y decir, sin reservas: "Bienvenidos, muchachos, están en su casa". Tres años después, en 1981, Jesús Díaz vuelve a tocar el tema en Polvo rojo, una película que contrapone la épica de la Revolución al drama de los que abandonan el país. Ese mismo año Lourdes Casal obtiene el premio Casa de las Américas de poesía con su libro Palabras juntan revolución, y eso significaba la entrada de la autora, por la puerta grande, al espacio cultural de acá.
Cualquiera hubiera dicho que ya aquello no lo paraba nadie, que todo era miel sobre hojuelas, pero está comprobado que la historia nunca se desarrolla linealmente. Entre los dos premios Casa --el de testimonio y el de poesía, con sólo tres años de diferencia entre ambos-- se había producido el fenómeno de Mariel. Fue generándose así un arco de tensiones cuyo extremo se selló con el establecimiento --en 1985, si mal no recuerdo-- de la llamada Radio Martí. Volvimos a sumergirnos en la atmósfera de los enfrentamientos, pero el puente había quedado en pie y la "comunidad" --como llamábamos ahora a la emigración y el exilio-- siguió viniendo en plan de visitas familiares y creó, tal vez sin proponérselo, una situación nueva. Ya no todos fueron recibidos por todos con los brazos abiertos; ya no todos aquí estaban dispuestos a aceptar tranquilamente que de la noche a la mañana los "gusanos" se hubieran convertido en "mariposas". Pero hubo quien, por el contrario, descubrió que tener una de ellas en la familia, una "mariposa" que viniera cada cierto tiempo cargada de regalos, no dejaba de ser una suerte. Si yo tuviera que caracterizar la nueva situación diría, simplificando al máximo, que el viejo drama, el de los que se iban, fue sustituido por el de los que volvían --de visita, se entiende-- y por el de los que se habían quedado, dispuestos a cualquier sacrificio, y ahora veían a los otros volver cargados de maletas. No era fácil tragarse aquel sapo y seguir tan fresco. Al mismo tiempo, los que volvían no eran extraños; eran nuestros hermanos e hijos, nuestros tíos y primos, viejos amigos, a veces hasta nuestras madres... Es decir, el reencuentro tenía siempre esa carga emocional y en no pocos casos obligaba a una reflexión que iba más allá de la anécdota, una reflexión sobre nuestra propia vida y la legitimidad de determinadas conductas. Era como si uno, ante una situación como aquella, necesitara pasar balance y dejar las cuentas claras, para ver si tenía derecho o no a sentirse en paz consigo mismo.
Como se comprenderá, esa atmósfera cargada de reflexiones y tensiones morales, donde abundaban los dramas de conciencia, era el espacio ideal para la proliferación de obras artísticas y literarias. Y una buena parte de las mismas se centró en el problema de reencontrarse con aquellos fantasmas que resultaban ser de carne y hueso; con el deseo, la necesidad, la obligación, la dificultad, la alegría, la imposibilidad de reanudar relaciones normales con ellos.
En los diez últimos años aparecieron una serie de obras, tanto literarias como audiovisuales, que trataban el tema con pasión y rigor. Lejanía, filme de Jesús Díaz estrenado en 1985, lo aborda de frente: cuenta la historia de una madre que vuelve después de diez años de ausencia y se reencuentra con su hijo y con la incómoda mirada de su nuera. En 1986 se publica la novela de Rolando Pérez Betancourt Mujer que regresa, y al año siguiente la de Gustavo Eguren La espada y la pared, donde el que regresa es un hombre que había sido enviado de niño a los Estados Unidos y ahora está tratando de hallar sus raíces. Una de las obras más logradas de esta etapa es Weekend en Bahía, pieza del joven dramaturgo Alberto Pedro, en la que una pareja no tan joven reanuda una vieja relación amorosa que nos permite descubrir que ni ella, que se fue, ni él, que se quedó aquí, encontraron sus respectivos paraísos, porque al fin y al cabo cada uno lleva dentro sus propios cielos e infiernos, modelados casi siempre por experiencias muy personales e intransferibles. Otro largometraje dedicado íntegramente al tema es Vidas paralelas, de Pastor Vega, estrenada en 1993: el doble conflicto simétrico de uno que está aquí, y quiere irse, y otro que está allá, y quiere volver. Más recientemente se estrenó Reina y Rey, de Julio García Espinosa, cuya segunda parte cuenta la historia de un matrimonio que viene de visita, dispuesto a llevarse para Miami a la anciana que fuera su criada, y nunca llega a saber que la anciana es incapaz de abandonar a su perrito (que sin embargo la ha abandonado a ella). Estela Bravo ha hecho reveladores documentales sobre los cubanos concentrados en Perú y los Estados Unidos, el último de los cuales es Havana-Miami, y Luis Báez publicó una interesante colección de entrevistas, Los que se fueron... Estoy citando de memoria y de pronto caigo en la cuenta de que, después de 1968, fue hacia 1972, en la película de Humberto Solás Un día de noviembre, donde creo haber encontrado por primera vez el tema de la familia dividida, aunque tocado tangencialmente (lo que también ocurre, por lo demás, en filmes como Bajo presión, de Víctor Casaus, en novelas como Las iniciales de la tierra, de Jesús Díaz, en piezas teatrales como Confesión en el Barrio Chino, de Nicolás Dorr...). Podría hablarse asimismo de un cuento de Leonardo Padura cuyo título no recuerdo y hasta del giro sorpresivo mediante el cual se introduce el tema en Fresa y chocolate..., pero en aras de la brevedad terminaré refiriéndome a dos filmes que constituyen también puntos de referencia ineludibles. El primero es el cortometraje de ficción de Ana Rodríguez titulado "Laura", que forma parte del largometraje Mujer transparente, estrenado en 1990. "Laura" es la historia de una muchacha que permaneció aquí y está esperando a una amiga que "vuelve". Es, de hecho, la historia de un examen de conciencia. Tiene una de las secuencias más estremecedoras del cine cubano de estos años, una secuencia breve, resuelta con un montaje paralelo de multitudes, en imágenes de archivo, gritando "¡Que se vayan!" y, en contraposición, imágenes de los "comunitarios", recién llegados, abrazando conmovidos a sus familiares en el vestíbulo de un hotel. Como podrán imaginarse, se trata de una mirada crítica no exenta de amargura pero, al mismo tiempo, de una gran autenticidad y lucidez. El otro filme es un documental, en video, hecho por un equipo de realizadores del ICAIC asesorado por Mercedes Arce.(2) Está editándose todavía. Se grabó íntegramente en Miami y otras ciudades de los Estados Unidos. Es el testimonio de una decena de personas --todas mujeres, por cierto-- que formaron parte de los catorce mil niños que entre diciembre del 60 y octubre del 62 fueron enviados por sus padres a los Estados Unidos en el marco del Programa Peter Pan --o como nosotros le llamamos, la Operación Peter Pan--. No creo que entre las manipulaciones destinadas a desestabilizar a la Revolución en los primeros años, haya habido una más tortuosa que aquella relacionada con la supuesta supresión de la patria potestad. En fin, se ha ido acumulando un material que bien merece ser clasificado y estudiado, porque sean cuales sean sus valores artísticos, no cabe duda de que todos son testimonios de una época y radiografías de uno de los traumas más dolorosos y persistentes de nuestra sociedad.
En los últimos años ha empezado a imponerse el criterio de que la cultura cubana es una sola --cualquiera que sea el lugar de residencia de los escritores y artistas-- y, en consecuencia, han aparecido antologías donde están representadas las dos partes, la que trabaja dentro y la que trabaja fuera de la isla. Quien primero llevó a cabo un proyecto de integración semejante --quizás un poco prematuro, pues apareció en 1981, frescas todavía las secuelas ideológicas de Mariel-- fue Edmundo Desnoes con la atrevida y discutida compilación Los dispositivos en la flor. Ahora, entre 1993 y 1994, más de diez años después, aparecen en Madrid sendos volúmenes dedicados al teatro y la poesía de "las dos orillas", preparados por Carlos Espinosa y León de la Hoz, respectivamente, y en la Michigan Quarterly Review, los dos volúmenes editados por Ruth Behar y Juan León. Todos han suscitado polémicas, tanto acá como allá. Creo que en ambos lados la mayoría vota a favor, pero hay algunos --los menos-- que dicen: "Juntos, ni muertos", y otros, más flexibles y numerosos, que se limitan a advertir: "Juntos, pero no revueltos". A mediados de 1993, La Gaceta de Cuba --uno de los órganos literarios de la UNEAC, interesado en dar a conocer aquí la obra de los cubanos que se iniciaron como escritores en el extranjero-- me pidió que le preparara sendos dossiers con los autores más representativos de cada género. Ya han aparecido dos, el primero dedicado a los ensayistas y críticos, y el segundo a los cuentistas; y está a punto de aparecer el tercero, dedicado a los poetas.(3) Es nuestra manera de afirmar, en la práctica, que la cultura cubana es una sola, lo que no quiere decir que estemos tratando de inventar una nueva versión del paraíso --esta vez un paraíso letrado-- sin contradicciones, malentendidos o polémicas.
NOTAS
l. Intervención en el Encuentro "Cultura e Identidad Nacional" (Universidad de La Habana, 23-24 de junio de 1995). 
3. Aludo a Del otro lado del cristal (1995), cuyo equipo de realizacion incluye a Marina Ochoa, Manuel Pérez Paredes y Guillermo Centeno. [Nota adicional, para los usuarios de la Editorial Electrónica "CubaLiteraria": En marzo de 2001 se estrenó la película de Humberto Solás Miel para Oshún, que trata sobre un joven cubano-americano que vuelve a Cuba, al cabo de treinta años, para tratar de encontrar a su madre.]
3. Apareció en el cuarto número del año bajo el título de "El discurso de la nostalgia". Más recientemente (jul.-agost. 1998) se publicó el dedicado a los novelistas ("Erotismo y humor en la novela de la diáspora"). Véanse los sumarios respectivos en "Los dossiers de La Gaceta", primer apéndice del volumen Memorias recobradas. Introducción al discurso literario de la diáspora. Santa Clara, Ediciones Capiro, 2000.

2001. La Jiribilla. Cuba.
http://www.lajiribilla.cubaweb.cu

domingo, 20 de mayo de 2012

El hombre que encontró un "tesoro" en el fondo de un estanque de un campo de golf.

 
Jim Reid saliendo del estanque con su tesoro en forma de pelotas de golf (LIFE)

En ciertas ocasiones una idea que surge en un momento inesperado puede ser la que nos reporte los mejores resultados de nuestra vida. Esto es lo que le ocurrió a Jim Reid, un hombre al que se le ocurrió sumergirse en el estanque de un campo de golf y vio el modo de convertirse en multimillonario en tan solo 10 años.

Era la década de los años 80 y Jim llevaba desde 1971 trabajando como inspector en el parque de atracciones de Disney World en Orlando. Atrás había dejado su Oklahoma natal y en su cabeza tan solo existía la idea de poder ganar rápidamente mucho dinero.
A pesar de que su empleo no le satisfacía demasiado, lo compensaba con un salario de 250 dólares semanales, bastante por encima  de lo que ganaban otros trabajadores del mismo parque. Un sueldo nada despreciable teniendo en cuenta la época en la que se encontraba.
En sus tiempos de ocio le gustaba ir a bucear y rebuscar en las profundidades todo aquello que los bañistas solían extraviar. Cierto día fue invitado a pasar una entretenida jornada jugando un partido de golf en un campo cercano al parque de atracciones.
Comentando con su anfitrión la afición de sumergirse en la búsqueda de tesoros perdidos por otros, su amigo le sugirió que probase a meterse en el estanque de aquel campo, en donde encontraría posiblemente alguna cosa que valiese la pena.
Y la verdad es que sí que valió la pena zambullirse en  aquel lugar, cuyo fondo estaba totalmente teñido de blanco a causa de las miles de pelotas de golf que se encontraban sumergidas.
http://es-us.noticias.yahoo.com/blogs/Las hijas de Jim Reid colaboraban en el reciclaje de las pelotas de golf (getty images)Tras sacar unas cuantas y examinarlas se dio cuenta que estaban en un estado excelente y que podrían ser revendidas a bajo precio.  Contactó con el gerente del campo de golf y le propuso un negocio del que saldrían beneficiados los dos: él obtenía permiso para sumergirse y sacar todas las pelotas del fond
o del estanque y a cambio se las revendía por el módico precio de 10 centavos la unidad, por lo que el ahorro en comparación con la compra de pelotas nuevas sería enorme.
Y así fue. En un solo día de buceo Jim consiguió tantas pelotas que ganó lo mismo que trabajando una semana entera en el parque de atracciones. Esto le llevó a pedir la baja de su empleo y a contactar con los administradores de todos los campos de golf de Estados Unidos con el fin de dedicarse profesionalmente al negocio de 'recuperador de pelotas de golf'.
Registró su nueva empresa bajo el nombre "Second Chance Golf Ball Recyclers" y aunque al principio él mismo era quien se encargaba de realizar la mayor parte de las tareas, colocó a trabajar a gran parte de los miembros de su familia (incluidas sus hijas).
Un feliz Jim Reid rodeado de pelotas de golf (fcat)Con el paso de los meses, la buena marcha de la empresa hizo que contratase a personal externo. En el primer año de funcionamiento facturó unas ganancias de 60.000 dólares.
Elaboró un perfecto plan con una eficiente red de buceadores que le hacían llegar las pelotas desde múltiples puntos del país (incluido Hawái, un lugar donde proliferan los campos de golf).
A principios de los años 90 estaba recibiendo una media de cien mil pelotas al día, lo que en la reventa le reportaba unos pingües beneficios que habían convertido a su empresa en el objetivo de compra de grandes grupos inversores.
Fue en 1994, tras poco más de diez años dedicándose al negocio de recuperar pelotas de golf, cuando recibió la oferta que hizo decidirse a vender su empresa: la importante compañía afincada en Dallas 'Sport Supply Group' le ofreció la nada despreciable cifra de 5 millones de dólares por la compra de su negocio, lo que no hizo dudar ni un instante a Jim, quien aceptó el trató y se retiró a vivir sin tener que trabajar nunca más en su vida a la edad de 50 años.
Fuente: Yahoo! España
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viernes, 18 de mayo de 2012

En el punto de partida

 Un tiempo  para el amor :




Elegía Lamentable

Desde este mismo instante seremos dos extraños
por estos pocos días, quien sabe cuantos años...
yo seré en tu recuerdo como un libro prohibido
uno de esos que nadie confiesa haber leído.
Y asi mañana, al vernos en la calle, al ocaso,
tu bajaras los ojos y apretaras el paso,
y yo, discretamente, me cambiare de acera,
o encenderé un cigarro, como si no te viera...

Seremos dos extraños desde este mismo instante
y pasaran los meses, y tendrás otro amante:
y como eres bonita, sentimental y fiel,
quizás, andando el tiempo, te casaras con el.
Y ya, mas que un esposo será como un amigo,
aunque nunca le cuentes que has soñado conmigo,
y aunque, tras tu sonrisa, de mujer satisfecha,
se te empañen los ojos, al llegar una fecha.

Acaso, cuando llueva, recordaras un día
en que estuvimos juntos y en que también llovía.
Y quizás nunca mas te pongas aquel traje
de terciopelo verde, con adornos de encaje.
O harás un gesto mío, tal vez sin darte cuenta,
cuando dobles tu almohada con mano soñolienta.
Y domingo a domingo, cuando vayas a Misa,
de tu casa a la Iglesia, perderás tu sonrisa.

¿Qué mas puedo decirte? Serás la esposa honesta
que abanica al marido cuando ronca la siesta:
tras fregar los platos y tender las camas,
te pasaras las noches sacando crucigramas...
y asi, años y años, hasta que, finalmente,
te morirás un día, como toda la gente.
Y voces que aun no existen sollozaran tu nombre,
y cerraran tus ojos los hijos de otro hombre.  

José Angel Buesa