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domingo, 28 de abril de 2013

Boletín del MCL, 28 de abril 2013



SUMARIO
1. Nueve meses sin Harold ni Oswaldo
3. Aclaración pública del MCL y la familia de Oswaldo Payá
4. Ofelia Acevedo, viuda de Oswaldo Payá, expresa su agradecimiento a Ángel Carromero
5. La propaganda castrista se ceba con Rosa María Payá y amenaza con meterla en la cárcel
6. El movimiento “Jóvenes por la Democracia” se suma a la iniciativa El Camino del Pueblo
7. El PP de Rivas Vaciamadrid y Esperanza Aguirre homenajearán a Oswaldo Payá
8. What Cuba does to its own people. By Rosa María Payá Acevedo / NEW YORK DAILY NEWS
9. How Did Oswald Payá Really Die?
Nueve meses sin Harold y Oswaldo
http://www.oswaldopaya.org/es/2013/04/22/9-meses-sin-harold-ni-oswaldo/
El 22 de abril se han cumplido nueve meses desde la muerte de Harold Cepero y Oswaldo Payá en Bayamo. El Movimiento Cristiano de Liberación mantiene la esperanza de que la investigación internacional permita aclarar las circunstancias de su fallecimiento y se pueda demostrar la culpa del Gobierno de Cuba en esos hechos.
MCL y familia Payá Acevedo presentan una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
http://www.oswaldopaya.org/es/2013/04/22/mcl-y-familia-paya-acevedo-presentan-demanda-ante-comision-interamericana-de-derechos-humanos/
El Movimiento Cristiano Liberación y la familia Payá Acevedo anuncian que han presentado una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por irregularidades en el debido proceso en el caso de las muertes de Oswaldo Payá y Harold Cepero. También se han presentado peticiones de medidas cautelares para los
miembros de la familia Payá Acevedo que han recibido amenazas de muerte y con anterioridad para Yosvani Melchor Rodríguez quien se encuentra injustamente preso desde hace más de tres años.
Abogados del Centro Robert F. Kennedy (RFK Center) gestionan la demanda en nuestro nombre ante la CIDH. El Gobierno cubano es signatario de la Declaración Americana. A la vista de los hechos, el Estado cubano ha violado los siguientes derechos especialmente protegidos por la Declaración Americana:
Artículo IV (Derecho de libertad de investigación, opinión, expresión y difusión) con respecto a los derechos del peticionario al acceso a la información relativa a la investigación gubernamental sobre la muerte de Oswaldo Payá.
Artículo XVIII (Derecho de justicia) y Artículo XXVI (Derecho a proceso regular) a causa de la insuficiente investigación, el juicio altamente irregular y secreto contra Ángel Carromero, y la evidencia sustancial de que contradice la narrativa de lo que pasó.
También alegamos en la petición que las vidas de Ofelia Acevedo, Oswaldo José Payá Acevedo, Rosa María Payá Acevedo y Reinaldo Isaías Payá Acevedo están en riesgo. Por lo tanto, se han presentado peticiones de medidas cautelares para los miembros de la familia Payá Acevedo que han recibido amenazas de muerte, y con anterioridad para Yosvani Melchor Rodríguez quien se encuentra injustamente preso desde hace más de tres años.
A nueve meses de ocurridos los hechos, agradecemos el apoyo y la solidaridad recibida de tantas personas e instituciones y les invitamos a que nos sigan acompañando en este camino por la verdad.
Aclaración pública del MCL y la familia de Oswaldo Payá
http://www.oswaldopaya.org/es/2013/04/24/aclaracion-publica-del-mcl-y-la-familia-de-oswaldo-paya/
Según se asegura en una información ofrecida por la agencia de noticias española Europa Press, el Sr. Sánchez planteará una serie de “situaciones concretas” que, en su opinión, suponen un abuso de libertades y derechos. Dentro de estos ejemplos, Sánchez incluirá las muertes de Oswaldo Payá y Harold Cepero, fallecidos en julio de 2012 en un accidente de tráfico que, según el único condenado por el siniestro, el español Ángel Carromero, se produjo tras la embestida de un segundo vehículo (http://www.europapress.es/epsocial/noticia-lider-comision-cubana-ddhh-visitara-mes-espana-once-anos-prohibiciones-20130410180814.html).
Dado su comportamiento y sus antecedentes, el señor Sánchez no tiene la confianza del MCL ni de la familia de Oswaldo Payá para hacer mención alguna de su nombre.
Horas después de este atentado mortal, el señor Sánchez adelantó públicamente la versión manipulada del gobierno cubano anunciando los hechos como un accidente. Para ello, el Sr. Sánchez se basó en informaciones dadas por elementos señalados por los activistas pacíficos
de la zona como colaboradores de la Seguridad del Estado. El propio Elizardo Sánchez fue condecorado por la Seguridad del Estado.
Dos días después de las muertes, el Sr. Alejandro González Raga nos llamó para transmitir este recado: “Dice Elizardo Sánchez que, por el bien de la familia, acepten que fue un accidente”. La familia Payá en La Habana recibió tiempo después amenazas telefónicas de muerte hechas por la Seguridad del Estado del gobierno cubano.
A consecuencia de los lamentables hechos, ya públicos y aquí narrados, respecto a los cuales no ha habido retracción alguna por parte de sus autores. Luego de haber comprobado el carácter no accidental de las muertes de Oswaldo Payá y Harold Cepero y en concordancia con nuestro empeño por la verdad desde la verdad, nos vemos en la obligación de desautorizar cualquier versión sobre lo ocurrido el 22 de julio de 2012 proveniente de los señores Sánchez y Raga, así como toda mención que hagan de Oswaldo y Harold en foro alguno o medio público o privado.
Movimiento Cristiano Liberación y familia Payá.
La propaganda castrista se ceba con Rosa María Payá y amenaza con meterla en la cárcel
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/internacional/propaganda-castrista-se-ceba-rosa-paya-20130427
Un agresivo bloguero oficialista avisa a la joven activista cubana a las penas a las que se enfrenta si sigue pidiendo que se aclaren las circunstancias de la muerte de su padre.
No han pasado ni dos semanas desde que Rosa María Payá volvió a Cuba tras su estancia en Europa y su gira por diversas ciudades norteamericanas y el régimen castrista se vuelve a cebar con ella. Y esta vez de forma explícita y directa a través del blog que suele utilizar para señalar a los opositores y ajustar sus cuentas.
De entrada, el bloguero comunista miente. “Instigada por diplomáticos norteamericanos acreditados en La Habana, Rosa María Payá Acevedo (…), intenta crear una matriz de opinión internacional de que fueron las autoridades cubanas” las responsables de la muerte de su padre, Oswaldo Payá, y de Harold Cepero. Nada más lejos de la realidad: tanto Rosa María como su madre, Ofelia Acevedo, nunca han acusado a nadie de la tragedia del pasado 22 de julio; se han limitado a pedir una investigación internacional independiente que aclare los hechos. Lo han repetido hasta la saciedad.
A continuación, el bloguero rememora la versión de su régimen sobre la tragedia y manipula al escribir que Carromero reconoció su culpabilidad en el sucedáneo de juicio celebrado en octubre en Bayamo. Pero no dice que el español en cuanto pudo hablar libremente -lo hizo en The Washington Post- dio una versión de los hechos coincidente con las sospechas de los Payá. De las insidias a las amenazas.
¿Que Rosa no está de acuerdo con el régimen? Pues que se atenga a las consecuencias. “Ahora bien, si ella se siente con el derecho de acusar al gobierno cubano de ser causante de la muerte del padre, quien era empleado del Ministerio de Salud Pública a pesar de su posición
contrarrevolucionaria, las autoridades cubanas también pudieran acusarla a ella por Denuncia o Acusación falsa, delito recogido en el artículo 154 del Código Penal cubano, sancionado a privación de libertad de seis meses a dos años, o multas de doscientas a quinientas cuotas”.
¿Que no es suficiente? “Igualmente, se le pudiera aplicar el artículo 204 respecto a la Difamación de las Instituciones de la República, con un marco sancionador de privación de libertad de tres meses a un año o multa de hasta cien cuotas.”
Conclusión: “Por tanto, que no se sientan Rosa María y su madre Ofelia Acevedo con plena impunidad para acusar y difamar al Estado cubano, las Instituciones de Cuba también pueden ejercer su derecho y presentar sus acusaciones”.
Lo grave es que, en estos casos, el régimen castrista suele cumplir con lo que dice: en la mañana del 22 de julio de 2012, un tuitero del régimen avisaba de la presencia de Oswaldo Payá en la zona oriental de Cuba; a las pocas horas, estaba muerto. Ojo.
El movimiento “Jóvenes por la Democracia” se suma a la iniciativa El camino del pueblo
http://www.oswaldopaya.org/es/2013/04/27/movimiento-jovenes-por-la-democracia-se-suma-a-inciativa-el-camino-del-pueblo/
EL movimiento democrático cubano que integra la plataforma de EL CAMINO DEL PUEBLO se complace en anunciar la adhesión de la organización “Jóvenes por la Democracia” a esta iniciativa.
Entre los que luchamos pacíficamente por la democracia en Cuba hay una amplia diversidad y riqueza de ideas y proyectos. Estamos unidos en el amor a Cuba y en el objetivo de lograr todos los derechos para todos los cubanos.
Los gobiernos, las instituciones y pueblos de toda América, de Europa y del mundo, si quieren apoyar al pueblo cubano, respetando su autodeterminación, apoyen y tomen como referencia esta base común que son las demandas de El camino del pueblo.
La policía castrista molestó a los representantes de Jóvenes por la Democracia cuando estos salieron de casa Rosa María Payá.
Ofelia Acevedo, viuda de Oswaldo Payá, expresa su agradecimiento a Ángel Carromero
http://www.elnorte.com/internacional/articulo/741/1480596/
Ofelia Acevedo, viuda del opositor cubano, Oswaldo Payá, encabeza desde La Habana las numerosas peticiones internacionales de que se lleve a cabo una investigación imparcial que aclare la muerte de su esposo, y cuya verdad, subraya, ya fue revelada por el español Ángel Carromero.
A casi un año de ocurrida la tragedia, Acevedo reitera que nunca aceptó la versión oficial de que su esposo murió en un “accidente de tránsito”.
El PP de Rivas Vaciamadrid y Esperanza Aguirre homenajearán a Oswaldo Payá
http://pprivasvaciamadrid.com/2013/04/23/acto-homenaje-a-oswaldo-paya-sardinas/
El Partido Popular de Rivas Vaciamadrid (Madrid, España) homenajeará el 8 de mayo a Oswaldo Payá Sardiñas, del que los organizadores del evento destacan que fue Premio Sajarov a la libertad de conciencia del Parlamento Europeo. El acto contará con la presencia de Esperanza Aguirre, presidenta del Partido Popular de Madrid y ex presidenta de la Comunidad de Madrid.
What Cuba does to its own people. By Rosa María Payá Acevedo / NEW YORK DAILY NEWS
http://www.nydailynews.com/opinion/cuba-people-article-1.1326466#ixzz2RTvzdnTZ
On July 22, 2012, Cuban pro-democracy activists Oswaldo Payá and Harold Cepero of the Christian Liberation Movement were killed in a car crash near the town of Bayamo as they and two European visitors were traveling to visit fellow dissidents. Although Cuban authorities claimed the crash was an accident, one of the survivors, visiting Spanish politician Ángel Carromero, later confirmed that government functionaries ran the car off the road — and subsequently coerced him to sign off on their version of events. Oswaldo Payá’s daughter, Rosa María, has called for an independent investigation by the United Nations and the Inter-American Commission on Human Rights. Below is her account of the events surrounding her father’s death.
I knew right away that the deaths of my father and Harold were not an accident. Text messages sent by the two survivors of the crash to Madrid and Stockholm saying that they had been rammed and pushed off the road were our first clue. And earlier death threats on the part of the Cuban government’s state security services were all at once solidified in our minds.
As the days passed, information started to come in from various sources. There were affidavits of witnesses read by the police captain, Fulgencio Medina, on the night of July 22 in front of my friends saying that there was at least one other car involved (a red Lada). There were tweets posted by state security officials in which it was clear that they had been following my father since the morning of the crash.
Then I met with the young Spaniard, Ángel Carromero, who was driving that car. He confirmed to me that they were constantly being followed by state security cars and that, at one spot on the road, a car intentionally rammed them from behind.
When Ángel managed to stop the car, the people who came out of the red Lada hit Ángel and Aron Modig (a Swedish politician) — and then they were taken away to a hospital.
Since then, our efforts have been directed at clarifying what happened. We have the right to know the truth. We are not looking to heal past wounds, but rather to make sure that what happened to my father and Harold does not happen to anyone else in Cuba.
It is urgent because the same oppressors who threatened to kill my father now call my family’s home in Havana to say, “We are going to kill you.”
It is urgent because arbitrary arrests, beatings and intimidation against the democratic opposition have been rising on our island.
For several years, the Castro regime has been trying to sell a series of minor reforms that, in truth, do not give citizens any of the serious rights that my father and others demanded. Every reform works as one more way to control citizens, rather than as a real tool of empowerment for Cubans or a way to strengthen civil society.
My father and Harold strongly denounced this fraudulent change by Cuban authorities to improve their image and standing on the world stage — and to keep their grip on the island. Through the Varela Project, they pushed for real democracy, for the kind of freedom we have been long promised and long denied.
I only hope that the international community and people of conscience around the world support my call for truth from the Cuban government and press it for the reforms my father believed were essential. This is urgent. We are running out of time.
Payá Acevedo is a youth activist with the Christian Liberation Movement of Cuba. She spent most of March and April of this year in Europe and the United States advocating for an independent investigation into the crash described above — and for the recognition of basic human rights in Cuba.
How Did Oswald Payá Really Die?
http://humanrightsincuba.impela.net/2013/04/how-did-oswald-paya-really-die/
By MARY ANASTASIA O’GRADY
When someone is killed in a civilized country and police slap around a witness and suppress evidence it is known as a cover-up. In Cuba it’s called “reform.” Viva Orwell.
Cuba’s “ministry of truth” wants the world to believe that the Castro brothers are abandoning the use of state repression to maintain power. The Jay-Z-Beyoncé glam-tour of Old Havana last week was designed to help with the effort. But new details of the events surrounding theJuly 2012 deaths of prominent pacifist Oswaldo Payá—the winner of the European Parliament’s 2002 Sakarov prize—and another dissident, Harold Cepero, suggest the opposite.
The U.S. press has reported on the March testimony of Ángel Carromero, the Spaniard who was driving the car that the two dissidents were riding in just before they died. Mr. Carromero
was released from a Cuban prison in December and returned to Spain. He says that a red Lada had been tailing him and that the crash occurred because their car was rammed by another vehicle. He also claims that when he told this to Cuban authorities, they struck him, more than once.
But that’s not the half of it. In an interview on Thursday at the Journal’s offices, Payá’s daughter, Rosa Maria, told me: “I must say that when I talked to Ángel, I didn’t learn anything new. He confirmed things we already knew. We had the text message. We already knew that a car hit them from behind intentionally.”
What she knew came straight from the mouth of Cuban police Capt. Fulgencio Medina, who took testimony from witnesses and read it aloud at the hospital in the eastern city of Bayamo where the victims were brought from the crash. Payá family friends were there, identified themselves as the family’s representatives and reported by telephone back to Havana.
But the family was then denied access to that police report. The family was also denied the right to an independent autopsy, and they were told that all refrigeration chambers at all the hospitals in the area had broken down, so an autopsy had to be done immediately.
Doctors who were friends of the family were not allowed into the Bayamo hospital to inspect the body. The Payá family was denied a request for seats on a flight from Havana to Bayamo. The family has also been denied a copy of the autopsy report.
Putting Mr. Carromero on trial and hushing up the rest seemed like a tidy resolution. But the problem for the regime, says 24-year-old Ms. Payá, is “that in Cuba everyone talks.”
The family has many friends in the Bayamo area and a few of those friends managed to get inside the hospital before the military locked it down; other sources who told them things seem to work there. “Our friends in the hospital talked a lot with the police in those first moments.”
Ms. Payá says that the government never officially notified her family of the death of her father. But at the hospital Capt. Medina read the witness statements “in front of my friends and other cops and nurses, doctors.”
The witnesses told of a red Lada, the same make and color of a suspicious car that Mr. Carromero described. They described seeing the occupants of the red Lada taking the foreigners [Mr. Carromero and Swedish politician Aaron Modig] out of their car almost immediately. The Spaniard was saying “Who are you? Why are you doing this to us?”
The statements did not say if Ms. Payá’s father was “dead or alive,” Ms. Payá told me. “But the witnesses said Harold [Cepero] was asking for help. I don’t know if out loud or with his hands but they said he was touching his chest. So we know he was alive and conscious.” Why then, Ms. Payá wants to know, did hospital personnel tell her family’s friends that he was “brain dead,” when they saw him lying on a gurney in a general area not receiving any form of intensive trauma care?
There is something else interesting about Capt. Medina’s report of witness testimony, according to those who heard him read it: There was no mention of the car being smashed against a tree. This jibes with the testimony of the foreigners, who both have said that there was no crash with a tree.
Ms. Payá says that a journalist permitted to observe the trial on closed-circuit television told her that Capt. Medina testified against Mr. Carromero and never mentioned the red Lada or the questions witnesses had heard him ask as he was taken from the car.
This was supposed to be an open and shut case, with the emphasis on the shut. But now that the contradictions have become public knowledge, the regime’s story is taking on a distinct odor. This is bad for the ministry of truth. Eight U.S. senators led by Marco Rubio (R., Fla.) and Richard Durbin (D., Ill.) have called for an investigation. Ms. Payá, who will return to Cuba next week, is worried about the safety of her family...