Tengo delante de mí, mi hermosa Amelia, como una joya rara, y de luz blanda y pura tu cariñosa carta. Ahí está tu alma serena, sin mancha, sin locas impaciencias. Ahí está tu espíritu tierno, que rebosa de tí como la esencia de las primeras flores de Mayo. Por eso quiero yo que te guardes de vientos violentos y traidores, y te escondas en tí a verlos pasar: que como las aves de rapiña por los aires, andan los vientos por la tierra en busca de la esencia de las flores. Toda la felicidad de la vida, Amelia, está en no confundir el ansia de amor que se siente a tus años con ese amor soberano, hondo y dominador que no florece en el alma sino después del largo examen, detenidísimo conocimiento, y fiel y prolongada compañía de la criatura en quien el amor ha de ponerse. Hay en nuestra tierra una desastrosa costumbre de confundir la simpatía amorosa con el cariño decisivo e incambiable que lleva a un matrimonio que no se rompe, ni en las tierras donde esto se puede, sino rompiendo el corazón de los amantes desunidos. Y en vez de ponerse el hombre y la mujer que se sienten acercados por una simpatía agradable, nacida a veces de la prisa que tiene el alma en flor por darse al viento, y no de que otro nos inspire amor, sino del deseo que tenemos nosotros de sentirlo; -en vez de ponerse doncel y doncella como a prueba, confesándose su mutua simpatía y distinguiéndola del amor que ha de ser cosa distinta, y viene luego, y a veces no nace, ni tiene ocasión de nacer, sino después del matrimonio, se obligan las dos criaturas desconocidas a un afecto que no puede haber brotado sino de conocerse íntimamente. -Empiezan las relaciones de amor en nuestra tierra por donde debieran terminar. -Una mujer de alma severa e inteligencia justa debe distinguir entre el placer íntimo y vivo, que semeja el amor sin serlo, sentido al ver a un hombre que es en apariencia digno de ser estimado, -y ese otro amor definitivo y grandioso, que, como es el apegamiento inefable de un espíritu a otro, no puede nacer sino de la seguridad de que el espíritu al que el nuestro se une tiene derecho, por su fidelidad, por su hermosura, por su delicadeza, a esta consagración tierna y valerosa que ha de durar toda la vida. -Ve que yo soy un excelente médico de almas, y te juro, por la cabecita de mí hijo, que eso que te digo es un código de ventura, y que quien olvide mí código no será venturoso. He visto mucho en lo hondo de los demás; y mucho en lo hondo de mí mismo. Aprovecha mis lecciones. No creas, mí hermosa Amelia, en que los cariños que se pintan en las novelas vulgares, y apenas hay novela que no lo sea, por escritores que escriben novelas porque no son capaces de escribir cosas más altas -copian realmente la vida, ni son ley de ella. Una mujer joven que ve escrito que el amor de todas las heroínas de sus libros, o el de sus amigas que los han leído como ella empieza a modo de relámpago, con un poder devastador y eléctrico -supone, cuando siente la primera dulce simpatía amorosa, que le tocó su vez en el juego humano, y que su afecto ha de tener las mismas formas, rapidez e intensidad de esos afectillos de librejos, escritos -créemelo Amelia- por gentes incapaces de poner remedio a las tremendas amarguras que origina su modo convencional e irreflexivo de describir pasiones que no existen, o existen de una manera diferente de aquella con que las describen. ¿Tú ves un árbol? ¿Tú ves cuanto tarda en colgar la naranja dorada, o la granada roja, de la rama gruesa? Pues, ahondando en la vida, se ve que todo sigue el mismo proceso. El amor, como el árbol, ha de pasar de semilla, a arbolillo, a flor, y a fruto. -Cuéntame Amelia mía, cuanto pase en tu alma. Y dime de todos los lobos que pasen a tu puerta; y de todos los vientos que anden en busca de perfume. Y ayúdate de mí para ser venturosa, que yo no puedo ser feliz, pero sé la manera de hacer feliz a los otros. |
J. Martí
LA MUJER Y LA CASA Hervías la leche y seguías las aromosas costumbres del café. Recorrías la casa con una medida sin desperdicios. Cada minucia un sacramento, como una ofrenda al peso de la noche. Todas tus horas están justificadas al pasar del comedor a la sala, donde están los retratos que gustan de tus comentarios. Fijas la ley de todos los días y el ave dominical se entreabre con los colores del fuego y las espumas del puchero. Cuando se rompe un vaso, es tu risa la que tintinea. El centro de la casa vuela como el punto en la línea. En tus pesadillas llueve interminablemente sobre la colección de matas enanas y el flamboyán subterráneo. Si te atolondraras, el firmamento roto en lanzas de mármol, se echaría sobre nosotros. José Lezama Lima Nació el 19 de diciembre de 1910 en el Campamento de Columbia, en las proximidades de La Habana, donde su padre era coronel. Ya en la capital, participa en los alzamientos estudiantiles contra la dictadura de Machado y se matricula en Derecho. Desde 1929 hasta su muerte, vivirá primero con su anciana madre y, más tarde, con su esposa en una casa de la parte vieja de la ciudad, tolerado a duras penas por el régimen castrista. Poeta, ensayista y novelista, patriarca invisible de las letras cubanas, desde 1944 hasta 1957. Fundó la revista Verbum y estuvo al frente de Orígenes, la más importante de las revistas cubanas de literatura. Su primer libro de poemas fue Muerte de Narciso (1937) Enemigo rumor (1941), Aventuras sigilosas (1945), Dador (1960) y Fragmentos a su imán, publicado póstumamente en 1977. En 1966 publicó la novela Paradiso, donde confluye toda su trayectoria poética de carácter barroco, simbólico e iniciático. El protagonista, José Cemí, remite de inmediato al autor en su devenir externo e interno camino de su conversión en poeta. Lo cubano, con sus deformaciones verbales, desempeña un papel fundamental en la obra, como ocurre en su colección de ensayos La cantidad hechizada (1970). Oppiano Licario es una novela inconclusa, aparecida póstumamente en 1977, que desarrolla la figura del personaje que ya aparecía en Paradiso y de la que toma título. Lezama Lima ha influido inmensamente en numerosos escritores hispanoamericanos y españoles, algunos de los cuales llegaron a considerarle su maestro, Murió en La Habana en el año de 1976.
ELEGIA DE LA MADRE AUSENTEMadre ¿Dónde estás? NO, no me lo digas YA se...estás en el canto de las aves... en el perfume delicado de las flores. En las cumbres... y en los valles en los campos, en los pueblos en las calles en el sonido melodioso de las olas en las nubes que plácidas se mecen en la luz de las estrellas que parecen ángeles coronándote de aureolas. Estás en el llanto y en la risa en la fuerza del viento en el furor de la tormenta y en el suave arrullo de la brisa. Estás en el silencio...en el murmullo... en la quieta corriente del arroyo en el tumulto...en la quietud y en las cuerdas armoniosas del laud. Estás en el susurro y en la algarabía en lo triste y en lo bello de las noches y en lo hermoso de los días. Estás en el llanto...en los placeres en las alboradas y en los atardeceres. Estás en las flores fallecidas que dejan sus pétalos caer y en las que tienen nueva vida que sólo acaban de nacer en las que viven en lo etereo...indefinidas inmarcesibles madre...cual tu ser. Estás en la lágrima que brota y en la que vive en el pensamiento en el pecho del hijo que te llora... afligido por el sentimiento que vive con el alma rota. Estás en el patio de mi casa estás en las flores que cultivo... en el tiempo que pasa...pero que no pasa porque por siempre vivirás conmigo. Estás en la iglesia y en la cruz en las plantas..en los montes en el bello follaje de de las flores de Mayo en mis noches de insomnio y de desvelo cuando sueño que te fuiste al cielo ascendiendo por un rayo de luz. Madre...¿Dónde estás?... No...ya no necesito que lo digas acabo de encontrarte... Estás aquí en mi pecho ¡¡Estás con Dios!! y por estar con EL Madre... ¡¡ESTAS EN TODAS PARTES.!! Félix Pagés-Romeo
Un poema dedicado a todas las mujeres cubanas, portadoras y herederas de esa estirpe de valientes que amaron y aman la libertad y el decoro por encima de todas las cosas. La bordadoraCuando se oyó el grito en Yara, abandonando su hogar, su esposo se fue a pelear el odio escrito en la cara. Ella, joven como era llena de entusiasmo santo bordó una rica bandera en la que envuelto volviera muerto, aquel que amara tanto. El hijo heredó la fiera ansia por la redención; con fervorosa pasión ella bordó otra bandera. Bandera que fue sudario de aquel expedicionario que desplegándola al aire, cayó muerto, voluntario, en un manigual de Baire... En el antes dulce hogar la viuda infunde respeto, ¡Cómo cuida de su nieto que ha de saberla vengar! Crece el niño y ella espera que atienda Dios su plegaria: verle triunfar, o que muera mientras borda otra bandera con la estrella solitaria... Enrique Hernández Miyarews (1859-1914)
Aquel niño triste... de montes y bateyes aquel niño triste... que nunca tuvo reyes que durante las noches contaba las estrellas y después en sus sueños... soñaba con ellas. Aquel niño triste vagando por caminos polvorientos, queriendo agarrar los gallos finos Ahh... como se acuerda de aquellos buenos ratos aunque muchas veces andaba sin zapatos. Cazando mariposas... ¡por los jardines! y con su jaula sólo cazando tomeguines. andando por veredas, sabánas y potreros oyendo el melodioso cantar del sabanero. Ohh... como recuerda las dulces mañanas viendo despertar la campiña cubana lo mismo en Enero que en Julio o en Mayo sentir a lo lejos el cantar de los gallos. Y después de la lluvia caminar por el fango después del aguacero a recoger los mangos Ohh... mangos deliciosos, maduros y dulzones igual que los jugosos y ricos marañones. Y que sabroso era con arte y con maña en el viejo trapiche exprimir una caña y ver como el gallo al cantar se empinaba y a la gallina corriendo alcanzaba. Aquel niño triste de rios y lagunas que soñaba despierto como alcanzar la luna que a veces se perdía entre los yerbazales caminando por los surcos de los cañaverales. Aquel niño triste que jugaba conmigo porque yo era su único amigo. jugaba callado, tranquilo... sin riña cazando lagartijas por las cercas de piña. Recogiendo las flores del campo silvestre así era su vida... su vida campestre Así era su vida... así se entretenía porque de otras cosas, el nada sabía Jugando con semillas de los cacahuetes porque los reyes nunca le trajeron juguetes Aquel niño triste de tan poco tamaño que abandonó la escuela a la edad de once años. No porque quisiera dejar de estudiar sino porque tenía que ir a trabajar trabajaba muy duro en invierno o verano y el machete le hacía llagas en sus manos. Y aunque mucho tiempo ya hoy ha pasado su triste niñez...aún no ha olvidado pues la lleva consigo por siempre grabada como lleva el soldado asida la espada. Pero el tiempo como todas las cosas pasó y aquel niño triste con el tiempo creció y ahora se encuentra a pesar de lo adverso contento y felíz escribiendo estos versos. y así con esta historia termina este cuento de aquella... su niñez... una miñez opaca quizá recordando sus viejos instrumentos ¡El arado, el machete... y la guataca. Felix Pages - POEMA DE UN NIÑO TRISTE:
La Canela y la miel son las únicas sustancias alimenticias en el planeta que no se echan a perder. Aunque su contenido se puede convertir en azúcares, de todas formas la miel siempre es miel. Si la miel se deja por largos periodos de tiempo en un lugar oscuro se cristalizara. Cuando esto pase abra la tapa y con el calor de agua hervida, déjela derretirse. La miel estará tan buena como cuando nueva. Nunca hierva la miel ni la ponga en el microondas, de esta manera se matan sus enzimas. La canela y la miel pueden curar muchas enfermedades. La ciencia acepta a la miel como un medio muy efectivo para tratar enfermedades. La miel puede ser utilizada sin dar efectos secundarios y tomada en las dosis correctas, aunque sea dulce, no afecta a los diabéticos.
Enfermedades del Corazón Haga una pasta de miel y canela, aplique todas las mañanas en pan, en vez de mermelada y cómala regularmente como parte del desayuno. Esto reducirá el colesterol en las arterias y prevendrá en el paciente ataques al corazón. Además, aquellos que ya hayan pasado por un ataque al corazón, si siguen este proceso, estarán protegidos de sufrir un siguiente ataque al corazón. El uso regular de estas sustancias ayuda a retener el aliento sano y a fortalecer el músculo y el movimiento rítmico del corazón Artritis Pacientes con artritis pueden tomar diariamente por las mañanas y las noches una taza de agua caliente con dos cucharadas de miel y una cucharada pequeña de canela en polvo. Si se toma regularmente la artritis crónica puede ser curada. Recientes intestigaciones realizadas por la Universidad de Copenhague demostraron que aquellos doctores que trataron a sus pacientes con una mezcla de una cucharada de miel y media cucharadita de canela antes del desayuno, corroborraron que en una semana, de 200 pacientes, 73 ya no sentían dolores artríticos ya la mes, casi todos los pacientes que anteriormente no podían caminar o moverse por los dolores, se movían sin sentir dolores. Digestión La canela esparcida en dos cucharadas de miel tomadas antes de las comidas puede reducir la acidez y digerir hasta los alimentos más pesados.
Catarros y Resfriados Un científico ha comprobado que la miel contiene un ingrediente natural que mata los gérmenes de la influenza y que protege a los pacientes del catarro.
Longevidad El té hecho con miel y canela, tomado regularmente, disminuye los daños causados por la edad avanzada en los tejidos. Tome cuatro cucharadas de miel, una de canela en polvo y tres tazas de agua hirviendo para hacer un te. Tome un cuarto de taza, tres a cuatro veces al día. Le ayudará a mantener la piel fresca y a disminuir los daños causados por el envejecimiento de tejidos y radicales libres. Su vida puedrá alargarse hasta 100años. Infeciones de la vejiga:
Tome dos cucharaditas de canela en polvo y una cucharada sopera de miel en un vaso de agua tibia y bébalo normalmente. Destruirá los gérmenes en la vejiga
Colesterol Dos cucharadas miel y tres cucharaditas de canela en polvo mezcladas con 16 onzas de te administrados a un paciente con altos niveles de colesterol, redujeron sus niveles en la sangre un 10 por ciento en las primeras dos horas del tratamiento. Como hemos mencionado anteriormente para pacientes artríticos, si tomado tres veces al día, cualquier enfermedad de colesterol crónica es curada. De acuerdo a la información la miel pura tomada como alimento a diario ayuda a reducir el colesterol.
Resfriados Aquellos que sufren de severo resfrío pueden tomar una cucharada de miel tibia con 1/4 de cucharadita de canela por espacio de tres días. Este proceso cura cualquier resfrío y aclara la sinusitis. Estómago: La miel tomada con canela también ayuda a curar el estomago, aclara y hasta cura úlceras completamente.
Gas Estudios realizados revelan que la miel y la canela reducen los gases en el sistema digestivo.
Sistema Inmunológico El uso diario de miel y canela en polvo fortifica al sistema inmunológico y protege al cuerpo de bacterias y virus. Científicos han encontrado en la miel varias vitaminas e hierro en grandes cantidades. El uso constante de la miel fortifica las células blancas de la sangre y protege de enfermedades.
Espinillas Tres cucharadas de miel y una de canela en polvo, haciendo una pasta, se pueden aplicar a espinillas antes de dormir, lavándose al siguiente día con agua tibia. Si se realiza por dos semanas, desaparecerán las espinillas desde la raíz.
Infecciones de la Piel La aplicación de miel y canela en partes iguales en las partes afectadas curan el eczema y todo tipo de infecciones de la piel.
Pérdida de Peso En las mañanas, medía hora antes del desayuno y antes de ir a dormir, beber una taza de agua previamente hervida con miel y canela. Si se bebe regularmente, reduce el peso de hasta la persona más obesa. También, el beber la mezcla regularmente no permite a las grasas acumularse en el cuerpo aun si la persona lleva una dieta alta en calorías.
Cáncer Recientes estudios en Japón y Australia han demostrado que canceres avanzados de estómago y huesos han sido totalmente curados. Pacientes sufriendo de estos cánceres deberán tomar diariamente una cuchara de miel y una de canela por espacio de un mes tres veces al día.
Fatiga Estudios han comprobado que el contenido de azúcar en la miel ayuda y no debilita la cantidad de fuerza en el cuerpo. Personas de la tercera edad que toman miel y canela en partes iguales, están más alertas y son más flexibles. El Dr. Milton, que ha hecho la investigación, dice que un vaso con una cucharada de miel y espolvoreado de canela todos los días al levantarse y a las tres de la tarde, cuando la vitalidad del cuerpo empieza a disminuir, incrementa la vitalidad del cuerpo en el espacio de solo una semana.
Halitosis, (Mal Aliento) Personas en Suramérica suelen hacer gárgaras con una cucharada de miel y canela en agua caliente, conservando el aliento fresco por todo el día.
Pérdida del Sentido del Oído A diario, miel con canela en partes iguales ayuda a reparar tejido dañado de los oídos. Si usted desea compartir esta información con amigos y compañeros, hágalo! Todos necesitamos ayuda y buena salud. Dra. Jilian Acebal
<<<>>>::::::::¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨:::::::::<<<>>>>> Nota: esta información me llegó a través de una cadena de e-mails. La publico porque puede resultar cierta. Desde muy pequeña he escuchado a muchas personas decir que la miel de abeja tiene extraordinarios poderes curativos. Algo de eso debe ser cierto
Dice el viejo refrán: "Mal de muchos, consuelo de tontos". No creo ser tonta pero lo cierto es que, en mi recorrido de hoy, me he encontrado un articulo que bien vale la pena compartirlo con ustedes Cuanta más grasa, mejor se pasapor Remedios Morales Este verano, en el pueblo, nombraron miss a una tal Sigourney (La Sigurní), una moza alta como un armario, pletórica –con las plétoras bien colocadas– y tan tersa como si se le hubiera quedado el pellejo corto. La Sigurní, con su melena exuberante y su dentadura perfecta, rebosa salud y promete fertilidad. Así lo captaron todos los varones hechos a la antigua usanza heterosexual.El cuerpo de La Sigurní me hizo reflexionar sobre la forma en que evolucionó este señuelo precioso que es el cuerpo femenino, por el que los hombres se dejan seducir y pierden gozosamente la libertad. Los seres humanos, lo mismo que los animales, necesitamos señales genéricas biológicas para recabar información sobre nuestras posibles parejas y para utilizarlas como estructuras de cortejo. Según Jared Diamond, si buscamos en el cuerpo humano el equivalente a las señales genéricas o reclamos sexuales presentes en el dimorfismo del resto de los animales hallamos, al menos, tres grupos de señales que sirven para calibrar a nuestras posibles parejas o compañeros sexuales que se ajustan al modelo honesto, es decir, que responden verdaderamente a cualidades reproductivas. Estas son los músculos de los hombres, la "belleza" facial en ambos sexos y la grasa corporal de las mujeres. Pero yo diría que nuestro cerebro trabaja en alianza con nuestro sex appeal y funciona como una estructura de cortejo de primer orden. Nos hace alardear y mentir sobre nuestras cualidades y, a veces, es difícil averiguar si las señales que captamos en un individuo del otro sexo son honestas. Y es que engañamos mucho a primera vista –me enteré, por la peluquera, que La Sigurní oculta bajo la melena un par de orejas de soplillo que piensa operarse cuando encuentre un sponsor– pero cuando largamos las primeras chorradas de cortejo engañamos mucho más. Dejando aparte el cerebro, que ya es mucho dejar, hay que considerar que somos mamíferos y que las cosas redondas, suaves, blandas y calientes nos gustan. El cuerpo de las mujeres –otro día hablaré de los hombres– lleno de curvas cóncavas y convexas es un reclamo que está diciendo mírame, sígueme. Y hombres y mujeres dirigen sus miradas hacia las bailarinas, tenistas, actrices y patinadoras en detrimento de sus parejas masculinas porque tienen un cuerpo atractivo y excitante que se mueve con gracia. El cuerpo de las mujeres responde a una triple adaptación que incluye en primer lugar, el reto de dar a luz un bebé muy cabezón con una pelvis adaptada para el bipedismo. La cintura estrecha, las caderas en forma de ánfora y los andares sinuosos atraen a los hombres porque son, en principio, señales genéricas honestas, de buena paridora, aunque a veces también la grasa miente y disimula una pelvis estrecha. En segundo lugar, el cuerpo femenino responde a la necesidad de implicar al varón en la estrategia de gran inversión femenina. Así evolucionaron estructuras de cortejo específicas de las mujeres. Al sustituir las señales periódicas de celo por otras falsas, la naturaleza desestimó la vulva, que había quedado oculta por la postura erguida y formó un par de semiesferas de grasa sobre los glúteos, –derrières, como diría el experto en moda Carlos García-Calvo– más o menos vistosas según los diferentes grupos étnicos. En algunas poblaciones, las mujeres acumulan un rotundo suplemento de grasa en las nalgas (vaya por Dios) que se denomina esteatopigia. Pero no fue suficiente, ya que las relaciones sexuales se volvían personales y se practicaba el coito frontal, de manera que se replicaron las señales de celo por delante. Y así se desarrollaron otras dos semiesferas pectorales de las que hablare otro día. La última presión evolutiva a la que se sometió el cuerpo de la hembra humana es el imperativo de hacer todo lo anterior con el menor gasto de energía posible. Las mujeres tienen un fenotipo ahorrador. Su tasa de metabolismo basal es sensiblemente inferior a la de los hombres y su cuerpo está diseñado para almacenar energía. Por eso, al sustituir los síntomas esporádicos de celo por otros fijos y falsos, la hembra humana utilizó la grasa como materia prima. Fabricar tejido adiposo es bastante más barato que fabricar músculos. Las mujeres tienen el doble de grasa que los hombres (25% de su cuerpo frente al 12,5%). Además, la grasa femenina constituye una señal genérica honesta porque al ser metabolizada produce gran cantidad de energía que resulta indispensable para criar, hasta tal punto que las mujeres excesivamente delgadas no menstrúan. Los hombres, que están programados para responder a la llamada de la grasa, han decidido que les gustan las masas curvas y han ido esculpiéndolas a su aire durante la evolución. Así, la silueta femenina tiene un valor exclusivo de reclamo sexual. Ellos prefieren mujeres con una cantidad justa de grasa que, si les parece más sugerente, es porque responde biológicamente al prototipo de mujer que tendría éxito como paridora y criadora sin caer en el exceso que la pondría en riesgo de perder agilidad o de acabar diabética. Pero ¡qué difícil es mantener la línea! A diario soy testigo de la batalla que libran mis michelines contra el reductor intensivo. Y van ganando los michelines. Pero, fijaos bien, hasta la celulitis puede quedar redimida por un pasado altruista. No podemos valorar en qué medida los músculos de nuestros machos fueron necesarios para recorrer el largo camino hacia la encefalización, pero la grasa de las mujeres, dado lo extendida que está y su persistencia frente a la dieta y la gimnasia tuvo que ser, por fuerza, de una importancia crucial. Acomplejadas mártires de la báscula, compañeras de dieta y gimnasio: a vosotras dedico este elegante razonamiento que comienza con una pregunta: ¿pudo la celulitis salvar la humanidad? Pudo, sí. Nunca he oído que las feministas lo reivindicaran, pero ese potencial que poseen las mujeres para almacenar energía tuvo la virtud, en su día, de conseguir que el embarazo y la lactancia fueran posibles en condiciones extremas de escasez de alimentos y clima frío. Ese cuerpo acogedor que cubría las necesidades del hombre y de los hijos nos abrió un camino hacia el futuro. Lo que ocurre es que nuestro fenotipo ahorrador esconde en la recámara una Venus de Willendorf que se esfuerza en acumular grasa contra viento y marea y que sólo se manifiesta en todo su horroroso esplendor en épocas de abundancia
Tomado de: Remedios Morales - Cuanta más grasa, mejor se pasa - Fin de semana: "VUESTRO SEXO, HIJOS MIOS
En mi jardín hay rosas: Yo no te quiero dar las rosas que mañana... Mañana no tendrás. En mi jardín hay pájaros con cantos de cristal: No te los doy, que tienen alas para volar...
En mi jardín abejas labran fino panal: ¡Dulzura de un minuto... no te la quiero dar!
Para ti lo infinito o nada; lo inmortal o esta muda tristeza que no comprenderás...
La tristeza sin nombre de no tener que dar a quien lleva en la frente algo de eternidad...
Deja, deja el jardín... no toques el rosal: Las cosas que se mueren no se deben tocar. Dulce María Loynaz
Conciliadora, y oportunista como siempre, la Iglesia Católica, a través de su arzobispo, el cardenal Jaime Ortega, expresa su posición en estos momentos críticos en Cuba: "NUESTRA VOZ ES UN LLAMADO AL DIÁLOGO Entrevista con el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana " Nuestro país se encuentra en una situación muy difícil, seguramente la más difícil que hemos vivido en este siglo xxi . En la prensa de Cuba aparecen opiniones de todo tipo respecto al modo de buscar salidas para las dificultades económicas y sociales de este momento. Muchos hablan del socialismo y sus limitaciones, algunos proponen un socialismo reformado, otros se refieren a cambios concretos que hay que hacer, a dejar atrás el viejo estado burocrático de tipo estalinista, otros hablan de la indolencia de los trabajadores, de la poca productividad, etc. Pero hay un denominador común fundamental en casi todos los opinantes: que se hagan en Cuba los cambios necesarios con prontitud para remediar esta situación. Yo creo que esta opinión alcanza una especie de consenso nacional y su aplazamiento produce impaciencia y malestar en el pueblo..." ..." El hecho trágico de la muerte de un prisionero por huelga de hambre ha dado lugar a una guerra verbal de los medios de comunicación de Estados Unidos, de España y otros. Esta fuerte campaña mediática contribuye a exacerbar aún más la crisis. Se trata de una forma de violencia mediática, a la cual el gobierno cubano responde según su modo propio. "En medio de esto ¿qué puede hacer la Iglesia por el bien común? Ciertamente su misión le impide sumarse simplemente a una de las dos partes enfrentadas, con propósitos políticos de desestabilización de un lado, y con el consecuente atrincheramiento defensivo de otro. Lo que nos corresponde como Iglesia es invitar a todos a la cordura y a la sensatez para que se pacifiquen los ánimos. "Sabemos que un llamado a la Paz es, históricamente, inútil en el fragor de una guerra. Pero es el llamado que siempre ha repetido la Iglesia en todo tiempo y ante cualquier conflicto. El Papa Pablo VI acuñó una frase que tiene aquí toda su validez: “Diálogo es el nuevo nombre de la Paz ”. Porque en medio de ese fuego cruzado de palabras y argumentos resulta afectado el pueblo, cansado y deseoso de un presente y un futuro más sereno y próspero. Si nuestra voz fuera escuchada, necesariamente tendría como contenido un llamado al diálogo. "Este llamado lo hicimos los obispos de Cuba en nuestra nota que lamentaba la trágica muerte de Orlando Zapata, en la que pedíamos “a las autoridades que tienen en sus manos la vida y salud de los prisioneros, que se tomen las medidas adecuadas para que situaciones como éstas no se repitan y, al mismo tiempo, se creen las condiciones de diálogo y entendimiento idóneo para evitar que se llegue a situaciones tan dolorosas que no benefician a nadie y que hacen sufrir a muchos”. Esta disposición conciliadora, aunque parezca mostrarse infructuosa, es la misma que repetimos en el caso de Guillermo Fariñas, el otro ciudadano cubano que se ha sumado a este modo de protestar: pedirle que abandone la huelga de hambre. "Las dificultades de la crisis económico-financiera internacional hicieron su aparición justo en el momento en que tres huracanes afectaban a Cuba dejando numerosas pérdidas. "Tanto estas realidades nuevas, como el ya semicentenario bloqueo por parte de Estados Unidos, se suman a las perennes dificultades económicas de Cuba provenientes de las limitaciones del tipo de socialismo practicado aquí y configuran un panorama a veces sombrío" ..."No es el momento de atizar las pasiones. Por eso resultan penosos los actos de repudio hacia las madres y esposas de varios presos, a las cuales se unen ahora otro grupo de mujeres, conocidas todas como las Damas de Blanco. "Después de los dolorosos actos de repudio ocurridos con ocasión del éxodo de El Mariel en 1980, pensaba que éstos no retornarían más a nuestra historia nacional. En aquella ocasión, los obispos nos entrevistamos con un alto funcionario del gobierno que, tras escuchar nuestras consideraciones sobre esos actos, nos dijo: “pueden irse tranquilos, estos actos tienen que acabarse y será muy pronto”. En efecto, los actos de repudio desaparecieron poco después en aquella ocasión. Pero con sorpresa vimos que algún tiempo después estas acciones comenzaron a aparecer de nuevo en la escena nacional, y también entre cubanos del sur de la Florida frente a otros cubanos de pensamiento diverso, o artistas procedentes de Cuba, etc. No debe quedar en nuestra historia como pueblo este tipo de intolerancia verbal, y aún física, como rasgo característico del cubano. De hecho son siempre pocos quienes escenifican estos actos que no indican el sentir de la mayoría. ..."Respecto a los presos por causas políticas, la Iglesia ha hecho históricamente todo lo posible porque sean puestos en libertad, no sólo los enfermos, sino también otros. .."Con la participación de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos en la década de los 80 salieron de la cárcel un buen grupo de presos, que junto con sus familiares más cercanos partieron para los Estados Unidos. Considerados todos juntos, prisioneros y familiares, fueron más de mil los que en varios vuelos costeados por los obispos norteamericanos salieron de Cuba. Sólo los que tenían grandes delitos de sangre no recibieron visas para los Estados Unidos u otros países. A petición del Papa Juan Pablo II en su visita a Cuba, también un buen número de presos fue puesto en libertad y emigraron cuantos recibieron visas de diversos países, con la misma reserva hacia los delitos graves por los países receptores. "Esto es lo que siempre hace la Iglesia con los presos y toda persona afectada en relación con ellos, como son sus familiares. Lo mismo ha hecho con respecto a los cinco cubanos presos en Estados Unidos a solicitud de sus familiares, haciendo gestiones, hasta ahora infructuosas, para que al menos dos de las esposas que hace ya casi diez años que no ven a sus esposos puedan visitarlos. Con respecto a todo aquel que se encuentra en situaciones deplorables, sin analizar las causas ni las razones de su condena, la misión de la Iglesia es siempre la de la comprensión y la misericordia, actuando discreta pero eficazmente para que la situación de esas personas afectadas sea superada para bien de ellas y de los suyos, aunque no siempre se logren los resultados esperados. "En suma, en este tiempo difícil, la Iglesia en Cuba pide la oración y la acción de todos los creyentes para que el amor, la reconciliación y el perdón se abran paso entre todos los cubanos de aquí y de otras latitudes. " Tomado de:
Foto: Punta del Este, Isla de la Juventud
Es un buen día. Para bien o para mal, he descubierto, a luz del amanecer, que ya no soy aquella provinciana, alta y delgada muchacha de pelo largo que salió de Banes con una maleta cargada de sueños. Muchacha tímida que emigró del terruño en busca de lo que había del otro lado del pueblo. Muchacha que desde entonces sabía que, con todos los infortunios, los fusilamientos, las blasfemias y los disturbios cajellejeros, en 1959 en Cuba nacía una nueva era que quizás beneficiaría a la mayoría de los descamisados que, a cualquier hora del día, mataban el tiempo muerto, jugando dominó, bebiendo alcohol, o cerveza, en los portales de las casuchas del barrio del Paradero de Mulas.
Muchacha que ya intuía que algo no encajaba bien en aquella historia de "nuevos héroes" que le arrebataban los bienes a aquellos que no les abrían las puertas , ni ponían en las paredes de sus viviendas el cartel "Esta es tu casa, Fidel". Bienes ganados con trabajo o heredados, o adquiridos de cualquier manera posible; bienes que pasaban a otras manos, mientras a sus legítimos dueños se les acusaba de enemigos, traidores de la patria, porque no se mezclaban con las multitudes entusiastas preñadas de esperanzas. Familias enteras proscritas, declaradas enemigas porque no creían las falsas promesas del lider bajado de la montaña como por arte de magia cuando se fue Fulgencio Batista, el mal llamado tirano...
Hoy miro con cierta nostalgia a aquella muchacha que fue niña y corrió descalza detrás de las bijiritas, de las palomas torcazas y de las mariposas, inventándose alas a la sombra de los cedros en las tardes ocupadas por los mayores de la casa en labores creadoras del pan de cada día, arando la tierra, o recolectando malangas.
¡Cómo pasan los años y envejecemos sin percatarnos de que cada día es uno menos! Pero yo, como buena cabeza dura que soy, muy optimista y siempre agradecida, siguiré pensando que cada nuevo día es uno más que Dios me regala para vivirlo plenamente.
Uno a uno mis días los he vivido llena de emociones, valorando detenidamente la belleza divina de cada cosa que me rodea, o la fealdad grotesca que me provoca rechazo... Asi he acumulado mis ya sesenta años. Cuántas historias se han hecho, se han tergiversado y hasta se han escrito en estos largos años, por aquellos que hasta se han auto proclamados protagonistas de las mismas, mientras yo, desde mi ostracismo,he sido testigo, aunque no siempre me he mantenido muda...
Como a todos, el tren de la vida me ha marcado con los detalles de su paso. Experiencias buenas han puesto brillos especiales en mis ojos. Las malas los han llenado de lágrimas por las penas que provocan los disgustos o fracasos, o las desilusiones cosechadas por las utopías abrazadas a la ligera. Las peores experiencias de mi vida han estado marcadas por la muerte de algún ser querido. El dolor más grande lo conocí siendo muy pequeña, a penas ocho años y perdí a mi madre y poco después a mi padre. No los olvido. Aprendí a vivir con ese dolor, con esa espina clavada en mi costado y tuve que resignarme y levantarme de la nada para vivir mi vida. También la muerte me alejó de otros seres a los que quise mucho y la vida me obligó nuevamente a resignarme a vivir sin ellos, aunque sus recuerdos están vivos en mi mente.
Muchas alegrías he recibido, cargadas de bendiciones, para hacerme sentir que estoy viva, estimulándome a seguir adelante, persiguiendo mis sueños que renacen con nuevas formas a cada instante. Pero les confieso que lo mejor de todo lo que me ha pasado en mi vida está en mis hijas, mis nietos, mi familia, mis amores. Por ellos vivo, por ellos renazco cada día. Siento un infinito orgullo de ser madre de mis adorables criaturas. Dos hijas que me hacen sentir muy orgullosa de sus actos y me compensan de todo lo malo que me ha tocado vivir. Mi primera niña llegó en un momento inesperado y con ella cambió para siempre el rumbo que yo misma me había trazado en mi adolescencia pueblerina. Pero no me arrepiento de haber renunciado a las clases en la Escuela de Arte de la Universidad de la Habana. No me arrepiento de lo vivido en la hoy llamada Isla de la Juventud, lugar donde pude resolver, a duras penas, un hogar para mi recien estrenado retoñito en julio de 1975. Isla a la que, en agradecimiento, le di los mejores 22 años de mi vida, de lo cual tampoco me arrepiento.
Isla de Pinos, Isla de la Juventud, lugar que llevo en mi corazón porque allí nació, trece años después de mi asentamiento, mi segunda niña, la misma que hoy me ha tirado de las orejas severamente por no tener en cuenta sus criterios, la misma que se preocupa por mi salud diciéndome que debo cuidarme y no perder mi tiempo en cosas que no puedo resolver por mi misma, como es este deseo (que se ha convertido en una razón imperiosa en mi vida) de ver a Cuba libre de la tiranía que nos excluye de nuestra tierra, de nuestras raices, de nuestra cultura.
Debo decir también que, a pesar de los regaños que recibo de mis niñas que ya se creen en sus derechos de mandarme, me siento altamente dichosa por la existencia de mis nietos; con ellos comparto las alegrías y travesuras que me devuelven parte de mi infancia perdida en el tiempo.
Han pasado muchos años. Ya soy casi una anciana. Ya no vivo en mi patria. Ya no seré nunca más esa muchacha que quería saber lo que hay, y lo que se esconde, del otro lado de aquel mar que veía desde el portal de la casa donde dio sus primeros pasos. Mar que me llenaba de angustia cada vez que llovía muy fuerte porque pensaba que podía desbordarse y arrasar con todo a su paso. Mar que a la vez me fascinaba -y aun me fascina- con ese embrujo propio de las maravillas que el universo encierra. Mar, azul como el color que me enamora, y que hace que no pueda vivir lejos de su orilla.
Mar que hoy, temprano en la mañana, me ha gritado que ya mi otra pequeña niña se ha hecho mujer, que pronto emprenderá su vuelo. A ésta, mi otra niña, también le han crecido las plumas, y por ley de la vida, hará su propio nido, quizás también en esta tierra extraña que nos abrió las puertas cuando nos marginaron en aquella que era nuestra.
Bendita por siempre sea esta tierra donde han nacido mis nietos...
Quién sabe bajo qué roble americano descansarán mis huesos.
La Cuba de mis recuerdos no es la misma de hoy a pesar del estatismo de su sistema de gobierno socialista, autoritario, diabólico. Los rostros que se pasean por sus calles, con sus caretas o no, ya no son los mismos de antes. El paisaje tampoco es el mismo, ni las fachadas de los portales, ni los alimentos que se sirven en sus mesas desmanteladas. Todos hemos cambiado. El presente se vuelve pasado y va muriendo lentamente al igual que nosotros.
Ya voy sintiendo que la muerte, muy a mi pesar, a veces se anuncia desde lejos, con su guadaña a cuesta, aunque yo, como Francisca*siempre estoy muy ocupada, pero si un día me alcanza, me largaré en sus brazos, totalmente satisfecha haber vivido siempre en paz conmigo misma, a pesar de las criticas que he levantado a mi paso...
Esperanza E Serrano
*Francisca, personaje creado por Onelio Jorge Cardoso en su cuento "Francisca y la muerte".
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