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domingo, 9 de octubre de 2011

¿Es Yoani Sánchez la representante de los cubanos que viven en la isla?

"Cuando la limosna es tan grande, hasta el santo desconfía"


La semana pasada falleció una mujer importante para millones de personas: Irena Sendler, (Imagen a la izquierda) una alemana que se jugó la vida para salvar a miles de niños de la barbarie fascista. Varias veces fue propuesta para el premio Nobel, pero decidieron dárselo a Gore y después a Obama, que ninguno de los dos ha hecho nada tan meritorio comparado con ella. Pero la verdadera obra de Irena tiene el Nobel de esos niños que salvaba y por quienes vieron en ella a una verdadera luchadora de los derechos humanos.



El viernes, en La Habana, fue internada en estado grave, Laura Pollán, una de las principales dirigentes de Las Damas de Blanco, que contra viento y marea recorren las calles de la capital cubana de forma pacífica y con un gladiolo en sus manos, pidiendo por los cientos de presos políticos que retenía y  retiene el régimen castrista en sus cárceles, entre esos su esposo. Laura fue golpeada muchas veces junto a sus compañeras, humillada y amenazada por las hordas “populares” organizadas  por la seguridad cubana a quien ellas ya conocen bien e identifican. Su lucha por los derechos humanos ha sido decisiva y su ejemplo es orgullo para todos los que luchan en Cuba.



Carlos Fariñas, Orlando Zapata Tamayo, María Luisa Tamayo, Oscar Elías Biscet y tantos otros han sufrido en carne propia el peso de la represión y en el caso de Orlando murió sin piedad de las instituciones penitenciarias cubanas y de los políticos de ese país. Su lucha por los Derechos Humanos de los cubanos es bien conocida, aunque tal vez no tan promocionada como se merecen.  Hay mucha gente que tiene un trabajo anónimo tan importante y riesgoso que merecen la admiración y el reconocimiento de los cubanos que viven dentro y fuera del país.
Sin embargo, internacionalmente ha surgido “la moda” de otorgar premios y reconocimientos a una sola persona que puesta en una balanza con los que he mencionado no alcanza igual los méritos, independientemente de su importante labor.


Decía un cura de mi escuela que “cuando la limosna es tan grande hasta el santo desconfía”. Y tal  vez las buenas intenciones de premiar a Yoani Sánchez tantas y tantas veces por lo mismo, obviando la labor de quienes son merecedores de un reconocimiento similar produce un efecto contrario a lo que se pretende.
Debo decir que no tengo nada en contra de esta joven; escribe y dice lo que muchos no dicen públicamente por no meterse en líos y no perder el sustento de sus familias y además porque cuando alguno se ha atrevido a hacerlo lo ha pagado bien caro.
La gente en Cuba no conoce ni a Yoani ni a Fariñas y conoce muy bien a Las Damas de Blanco que salen a la calle en todo el país y son pateadas e insultadas sin pudor y delante de todos los peatones que las observan en silencio y no se atreven a defenderlas. ¿Miedo o cobardía? Las dos cosas.
La generación de Yoani no vive en este tipo de casa en Cuba

La generación de Yoani es distinta a la de los que fueron arrastrados por las calles cuando manifestaron su interés de marcharse del país. Es distinta a los que tenían que decir que sí a todas las misiones, incluyendo las de ir a luchar al África o ir a los campos a  “trabajar voluntario” no se sabe aún para quién.
Los llantos cubanos me llenan los huevos, todo el mundo llora miseria y amplifica sus problemas personales, según los intereses que tenga. Y al que le sirva el sayo que se lo ponga. Hay un poco de teatro y palabras bien estudiadas en muchos discursos que nos llegan de la isla y que si bien suenan a “al combate corred bayameses”, otras veces  no logran movilizar ni un pelo porque no hay compromiso en lo que se dice, solo mera información fría o más bien congelada.



Comparo a las Damas de Blanco defendiéndose y gritando abajo Fidel o Viva Cuba Libre cuando son golpeadas a algunas letras bien pensadas y reposadas discursando: “A mi generación le tocó nacer en un país donde todo había sido decidido de antemano. En un país donde a los inconformes nos está negada la posibilidad de tener un espacio en los medios nacionales, la tecnología se ha convertido en una infraestructura de libertad”…  ”pero no solo la situación de las libertades ciudadanas ha empeorado en mi país, sino que una hábil campaña publicitaria de supuestas aperturas económicas, ha creado la impresión de que en esta isla, las cosas están cambiando, de que los cubanos somos ahora más libres, menos cautivos”.

Voces desde Cuba.

Este último premio a Yoani Sánchez más que un premio es una ofensa a los cientos de hombres y mujeres que por distintos medios hablan de la represión, informan en directo  y denuncian los abusos de la policía de sus pueblos y sus provincias. El Premio Internacional pro Derechos Humanos Jaime Brunet 2010 otorgado por la Fundación Jaime Brunet y la Universidad Pública de Navarra otorgado a Yoani  demuestra que el ilustre jurado ha decidido sin conocer, sin valorar y estudiar varias opciones de las cientos que hay en estos momentos en las blogosfera cubana. Han premiado por nombre popularizado y sin conocimiento de los valores periodísticos que se mueven con mucha más eficacia en la lucha por los Derechos Humanos en Cuba.

Atención a esto que parece insignificante. A los que viven en el país, amigos y enemigos, ya los premios de Yoani le huelen mal y produce un efecto contrario que puede traer múltiples interpretaciones a favor y en contra.

http://lagartoverde.com/2011/10/09/%c2%bfes-yoani-sanchez-la-representante-de-los-cubanos-que-viven-en-la-isla/

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