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sábado, 16 de noviembre de 2013

Un novio marinero


Un novio marinero

Noche de exorcismos,
de alquitrán y de velas,
Noche sin luna,
sin estrellas fugaces...
Es noche de recuerdos.

No es noche de vinos,
de rosas, de música…
Es noche de  soledades
de angustias  y miedos…

Presurosos llegan
fantasmas que saltan
del antiguo diván.
Quieren divertirse
en esta noche tibia,
en que mi sombra
vaga por los  calles de Banes,
por las calles angostas
que nos vieron pasar.


Una brisa confusa
se detiene en el silencio,
que se quedó prendido,
desnudo de primavera,
en la ventana ambigua
que miraba  al mar...

Ya no soy la chiquilla intrépida
que te anidó en sus brazos,
soñando con las rosas,
que nunca florecieron,
 rosas de invernadero,
a las que no le llegan
los cálidos  besos
de un sol mañanero.


En esta hora de cuentas,
quiero encontrar la brújula,
que perdí aquella  tarde,
tratando de alcanzar
un pedazo de piedra
que parecía brillar.

"Calamidades todas
se sientan en mi mesa;
el pan está servido,
es hora de cenar,
Bebamos de este vino...
¡Pronto ha de pasar!
ayer  nos quisimos,
y no nos vimos más.”

El barco se perdi
ó a lo lejos
seguro de no naufragar
Mis ojos, húmedos,
se cansaron de esperar...
No volvimos a ser los mismos
sentados en aquel muro,
leyendo 0 escuchando los poemas,
que nos hacían soñar

Me dijiste: "Te quiero"
y yo no te creí,
me sorprendió tu beso…
Tus manos en mis mejillas,
una caricia tierna,
una sonrisa tuya...

Tú ocultaste el brillo
de tus pupilas negras,
y negra se hizo la noche,
y nos hicimos  novios,
 y no fuimos amantes,
sólo dos adolescentes
unidos por azar.


Pasaron los veranos,
 la playa y las gaviotas
y la arena en mis dedos
ardiendo por escribir tu nombre...

Tan lejos,
tan cerca,
tan sin ti,
que me fui poniendo vieja
y no estrené los besos,
que en mi almohada guardaba,
tan sólo para ti.

Es noche sabatina,
no quiero ni pensarlo,
después de cuatro décadas,
confieso que no olvido
aquella negra nota
que un día recibí:
“Tu novio murió en el intento
de abandonar el barco.
Lo siento mucho por ti...”
Otra vez me duele
y no puedo llorar.

¿De qué sirven los trastos
que guardo en la trastienda,
si nada fue,
ni es,
ni será
como quiso la niña,
que se perdió en mis canas,
cansada de esperar
aquel  novio marinero,
que deseaba  regalarme
el cielo y las estrellas...?

Un novio que   tuve,
un novio que   no espero,
un novio en el recuerdo,
un novio marinero
que no quiere partir.

Esperanza E. Serrano
Fort Myers , 2009

miércoles, 27 de marzo de 2013

Lagarto que andas dormido...


Lagarto que andas dormido,
luciendo tu piel mestiza,
tu dentadura quebrada,
y tus manos  deformadas
con tus garras maniatadas.

Lagarto que navegas sin rumbo
bajo  los rayos de esa luna de mentiras,
de promesas incumplidas,
de patria como la muerte,
de: “Conmigo o contra mi,
 porque aquí sólo Yo mando!".

Lagarto que flotas triste,
al paso de la corriente,
 en ese   mar de desconsuelo,
al que le diste  tu vida,
para  hoy andar así, a la deriva:
Sin pan, sin techo, sin aliento,
sin una tenue esperanza
 de alcanzar lo prometido.

Lagarto que vas dormido,
¡qué tristes señas me mandas!,
flotando así, tan perdido,
tan lejos, tan maldecido,
que ni el perdón de Dios te alcanza.

Lagarto, tú dueles mucho,
por esa maldita maña
que tienes de arrastrarte,
de cambiar tu piel mestiza,
bailando con los acordes
de esa comparsa macabra,
que se  adueñó de los hilos
que tejen tu vida amarga.

Lagarto, no sé qué pasa,
que yo no puedo olvidarte.
Con todos esos achaques
de tu vida miserable,
te perdono los insultos,
las amenazas de muerte,
que alguna  vez me gritaste,
cuando paseabas ufano
tus dientes recién pulidos,
y tus garras afiladas.

Lagarto verde rojizo,
amapolas amarillas, 
blancas, azules o verdes
se acercarán a tu orilla,
para arrastrarte con ellas,
más allá de las lagunas,
de ese mar de desconsuelo,
de esa luna de mentiras,
de esos  sueños y quimeras
tan lejanos, tan lejanos,
 que nunca vendrán a  tus manos


Amapolas multicolores
teñirán tu piel mestiza
con la moda  de estos tiempos,
inyectarán sangre de cambios
en tus venas angostadas,
y tejerán nuevas redes
para que en ellas descanses,
o te darán cimientos indoblegables
para que en ellos te levantes. 

Lagartoqué pena siento,
al verte así tan dormido,
tan huérfano de tu destino,
tan sin nada,
tan  sin aquello,
tan sin ésto,
tan sin lo otro,
tan sólo con tu desgracia.

Lagarto que vas dormido,
lagarto triste flotando,
en ese mar tan aciago,
bajo  esa luna quebrada
que grita tu piel mestiza-ceniza,
tan maltrecha y acabada
que das pena de ti mismo.
¡Pobre animal camuflado,
encadenado y sorbido
al vaivén de la deriva...


¡¿Cuándo abrirás los ojos,
infeliz  lagarto dormido?!
¡Qué triste vida has llevado!
¡Qué triste rumbo has cogido!
¡Qué triste, 
qué lamentable
tú  continuas dormido,
atrapado por las  rutas del engaño!

Esperanza E Serrano
Land O´Lakes
Florida /2012

jueves, 10 de enero de 2013

Plegaria


Oh, mi bendito Dios,
escucha por un momento 
mi triste solicitud:
regálame un pedazo de luna,
un tercio del arco iris,
un oasis en el desierto,
un vaso de agua para el sediento,
un pan para el hambriento,
un destello de sol
una nube pasajera,
la risa de los niños,
el canto del ruiseñor,
la rosa de los vientos,
y los hilos de mi destino.

 Para no pedir demasiado,
no sea que te molestes,
ante todo te suplico,
regálame las fuerzas que necesito
para no morir de pena
al ver que a mi patria entera
la devoran unos buitres...
Esperanza E Serrano
Brandon, Fl
January, 2013

domingo, 28 de octubre de 2012

Recuerdos de la Isla: Duele... Basta

Lo que  duele
no es que te hayas ido,
lo que duele es
que hayas olvidado
todo lo que aquí dejaste:
un kilogramo de desengaños,
una copa repleta de desventuras,
una paloma herida,
una noche sin luna,
una mañana sin sol,
una tarde de tormentas,
una balada muerta,
una canción monocorde,
un piano desvencijado,
un muro descolorido
y un rosario de malarias.
No te hablo de los muebles
ni de esos cacharros viejos
que dejaste en la trastienda,
no te hablo de tus sueños,
tus prioridades  y destrezas,
tampoco te hablo de esos trajes
que vestiste  algún día,
en este  carnaval de la miseria...
Duelen muchas cosas que no digo,
por pudor o por la pena
que generan las mismas palabras,
las mismas palabras
repetidas una y otra vez
hasta el cansancio.
Duele, eso si te digo y te repito,
esta maltrecha herencia que dejaste
carcomida por los años de infortunios,
mejor sería que te hubieras ido
dentro de diez años,
cuando hubieras consumido
este kilogramo de desengaños,
cuando te hubieras bebido,
hasta el final, tu copa de desventuras,
cuando la luna asomara su cara
sobre este monte de espumas
 y el sol, otra vez,
 alumbrara los caminos.
Quizás para ese entonces
ya recitarías de memoria
esta balada triste,
mientras le curaras las alas
a esta paloma herida
 y un piano nuevo,
reluciente como ninguno,
acompañara una canción policorde,
una canción nacida de todas los anhelos
que hoy vuelan por estos vientos.
Duele, te digo, no tu partida,
sino todo lo que nos dejaste. 
Esperanza E Serrano
Nueva Gerona,
1995
............

Basta

(Calle 39,esq 26, Nueva Gerona,)

¡Basta!
Hoy es un buen día para liberar
la ira, mandar a empinar papalotes
a todos los que se me atraviesen
en este arduo camino de la no vida.

Hoy es un buen día para gritarle al cordero:
"Levántate y anda", tal como le dijera
Jesús, el nazareno, al difunto Lázaro.
Estoy cansada del tumulto de corderos,
corderos, corderos por doquier
que no quieren levantarse de la nada...

Hoy es un buen día para mirar de frente
al sol que ilumina o mata a los sedientos,
hoy estoy asqueada de tantas insolencias,
de tanta bobería, de tanta parsimonia...

Hoy me levanto a gritarle a los vientos
huracanados, que ya me cansé de todo esto,
que sabemos cuando comenzó esta tormenta,
en que momento se robaron nuestra casa,
en que momento las manos de los criminales,
asesinos de sonrisas, se mancharon de sangre.
Hoy estoy que no me aguanto,
hiervo por dentro,
la ansiedad me devora,
mi malestar,  mi ira,  no se calma...
No me arranco los pelos de milagro,
no cambio mi nombre por esa pálida
superficie etérea de la luna enamorada,
no me abrazo al sereno mar
ni permito que las gaviotas
se roben el pan que me alimenta.
Hoy estoy que nadie me soporta,
dicen que estoy histérica,
que tengo problemas ideológicos,
que soy una apátrida, una escoria,
una gusana, una egoísta malvada,
que ya no soy cubana...
¡Al carajo con los insultos!
Si para ser cubana tengo que
lamer la bota del tirano,
denunciar a mi hermano,
matar a mi vecino,
robar, mentir, aplaudir,
fingir que soy feliz en esta tierra,
¡No quiero ser Cubana!
prefiero morir en otros lares
antes que cebar el pasto
de tantos alacranes.

Esperanza E Serrano
Mayo 1988
Nueva Gerona
Isla de la Juventud

domingo, 7 de octubre de 2012

El mar...¡Siempre el mar!

El mar...¡Siempre el mar!

Entre tú y yo siempre está
el enome mar que nos separa
y nos une más allá de la distancia,
más allá del tiempo,
más allá de todo cuanto existe...

Desde aquella orilla no me miras,
pero te siento en cada hueco
de ese silencio sepulcral
que llena todas mis angosturas.

Ese mar que nos separa
es el dueño de todo lo que toco,
de todo lo que ansío, de todo lo que tengo.
Tan callado, tan azul, tan ausente,
 tan transparente  y tan cierto
como este rictus amargo
que llevo en este rostro
que me nombra, me señala,
 me descubre, me envejece...

Rostro mío, único, irrepetible,
diferenciador  de los tantos
que miro al pasar por esta vida
que transito, mientras busco
 los ancestros detenidos
 en la marcha de otros tiempos.

 El mar... ¡Siempre el mar:
En mis sueños, en mis alborotos, en mis ansias...
Confieso que necesito verlo cada día
 aunque no lo toque ni lo respire,
 aunque no me bese con sus olas
atrevidas mis rodillas,
aunque no camine alegre por su lado,
persiguiendo su espuma,
sus caracolas, sus algas...

Ese mar es parte de mi vida,
es parte indisoluble de ti, 
lejana Isla posesa,
Isla de mis añoranzas,
de mis juventudes, de mis ilusiones...

En ti, Isla mía, navego cada noche
persiguiendo quimeras,
pariendo anhelos,
recogiendo nostalgias,
 sembrando deseos...

Si ese mar me quisiera al menos un poquito,
al menos como la mílésima parte
de todo cuanto amo,
 si al menos me trajera la esperanza
de que un día  se acerquen tus orillas,
me sentiría satisfecha de este idilio
que vivo y sueño, 
tan sin ti, tan lejos y tan cerca,
que ya no sé donde comienzan
 el principio y el  fin de esta  agonía.
Esperanza E Serrano
12/16/2011
Brandon, Fl

miércoles, 27 de junio de 2012

Tu amor


Tu amor,
rosa marchita en tardes de lluvia,
huracán sin destino ni historia,
grano de arena en el desierto,
ola que no besa la orilla,
gaviota sin pan y sin aliento,
nave perdida en el espacio,
en el aire...
 ¡Y en las rutas del tiempo!

Tu amor,
desvanecido, 
casi muerto,
se ha colgado, 
en su agonía
- y para su mal--
 en el balcón del olvido.

Las hiedras se agitan
y susurran sus viejas melodías
escondidas en las piedras...
Vuelan las golondrinas aturdidas,
buscando quizás otros veranos.
Viene la soledad... Se sienta a mi lado, 
me toma de las manos y me señala
la copa vacía, olvidada en el alfeizar
de las cosas prohíbidas,
y tal parece que le urge 
llenarla con otros vinos
y otras glorias.

Tu amor,
pétalos muertos,
polvo de llamarada extinta,
se va en un suspiro,
cabalgando a sus ancchas
y le digo: ¡Adiós!...Y no lo beso.

Me miro y no lo creo:
Así, tan simple, tan sola
sin aspavientos, ni molestias,
despojada de avaricias,
de miedos, de incertidumbres...
Tan tranquila...
Asi tan simple,
-¿Quíen lo diría?-
despidiendo tu amor incierto,
pobre, destartalado, mudo...

Viejo e inútil amor, 
brotado de la nada,
a ella vuelve!
¡Pobre!
Creció débil en mi regazo,
alimentado de tedios,
de añoranzas y despojos,
y hoy se va, 
se va cansado, 
descolorido,
muerto..
¡ Pájaro errante,
que a la nada vuelve,
y en ella se cobija
suavemente!

Tu amor, 
rosa marchita en tardes de lluvia,
ya no existe, ya no me asombra,
ya no me colma de tristezas,
ya no duerme a mi lado...
¡Ya no existe!
Esperanza E Serrano

miércoles, 13 de junio de 2012

Entre Tú y Yo


Entre tú y yo 
se levanta  un muro de silencios,
una selva de interrogantes,
una nube de decepciones,
una noche sin estrellas,
una pálida luna escondida
en los aviesos del desgano...

Entre tú y yo
han muerto las rosas,
se ha esfumado la primavera,
se han escanciado  los vinos
de la locura, del embeleso
y de los sueños...
Se han apagado las luces,
el mar se ha quedado sin orillas
y la arena se acumula en el desierto.

Entre tú yo
todo está dicho.
Las palabras se perdieron en el tiempo,
la aurora se escapó con la prisa del invierno
y las campanas tocaron ¡A degüello!..

Entre tú y yo
la hiedra  ha sacado sus raíces,
 se han secado las fuentes, 
ya no hay esperanzas,
 han muerto las mariposas...

El verano se retuerce
y la lluvia amenaza 
barrer con los recuerdos.

Este muro de silencios
se ha ha hecho tarde, 
tarde para el amor,
tarde para los besos
y tarde para seguir
con estos versos.

Esperanza E Serrano

miércoles, 29 de febrero de 2012

Regálame un lugar...


(E.E.S. 03/03/1983)
Oh Dios, mi Dios,
si es que quieres escucharme,
escucha  bien lo que te pido:
Regálame un lugar en este mundo,
un lugar para soñar despierta.
Regálame un rayo de tu luz,
un destello del alba...
Regálame la melodía del tiempo,
la fe de los creyentes,
la cuna del arcoiris,
la inocencia de los niños,
la frescura de la lluvia,
los olores de las rosas,
el brillo de las azules mariposas...
Regálame la eternidad
de un amor infinito,
regálamelo ahora,
ahora que estoy tan sola,
tan muda, tan ciega,
tan sorda...
Ahora que no encuentro
el bastón de mis días,
ahora que mis huesos
pujan por convertirse en polvo.
Regálame, por lo menos,
la ligereza de las nubes,
las brisas del otoño,
la alegría de la primavera,
el vuelo de las gaviotas,
el canto de las alondras
y el canto de todos los tomeguines,
al despuntar el día,
en los verdes campos de mi tierra.
Regálame, aunque sea,
la resignación de los humildes,
- no la indolencia y la apatía
de los pobres de espíritu-
Regálame cualquier cosa,
lo quieras,
lo que puedas,
pero ante todo,
regálame un lugar
en este mundo,
para soñar despierta.
Esperanza E Serrano
Nueva Gerona
Isla de la Juventud
Marzo, 1983

miércoles, 15 de febrero de 2012

Esperanzas


 
Desaliento.

Desde la oscura oquedad de mi agonía,
confieso que me ahogo,
que me asusto,
que ya no vivo…
Desde allá hasta acá,
se sienten las huellas de los surtidores,
abastecedores de los sepultureros de la vida.
Sepultureros que imponen las notas de la no vida,
la no vida que cuaja en el cuaderno de silencios,
de las palabras perdidas, incapaces de nombrar
los absurdos de una historia construida a golpes,
con la tenacidad de las gigantes hormigas negras,
que juegan a devorar los andamios
de los recuerdos colgados en la luna.

Desde allá hasta acá, no existe la aurora,
ni los rayos del sol maduran los frutos,
ni las olas del mar besan las orillas,
deseosas de caricias y de manos amorosas.
Es un desierto enclavado en la pradera
donde no hay cabida, ni sustento,
para los sueños de las noches de verano,
y el invierno es cada vez más largo,
más cruel, y no hay cobijas que amilanen
sus efectos, cuando pasa por estos lares
de distancias recorridas como un beso.

Un beso, uno de esos que caben en las manos
de un niño que se ha quedado dormido
en la puerta del colegio. En esa puerta
donde espera el regreso de los mayores
que no vienen, que lo han dejado solo,
a la deriva, para que crezca sin amparo,
y se haga fuerte, sin padrinos, sin fiestas,
sin regalos, sin mimos, sin canciones,
sin alas para volar a las alturas…

Desde esta oquedad donde me escondo,
les confieso que la luz aquí no llega,
que la soledad es la única invitada
de honor, en mi mesa sin vinos, sin rosas,
con manteles blancos y manchas azules…
Manchas que delatan y gritan a los curiosos,
que no miren con esos ojos descompuestos,
que no siempre las cosas fueron de esta forma,
que hubo un entonces, un antes, un “yo recuerdo”,
mezclado todo con un deseo insospechado, no confeso,
que se ha perdido en los tragantes de la noche,
y no hay jinetes que corran a su encuentro,
ni lunas con estrellas que alumbren el camino…

Desde acá también confieso que mis horas se acaban,
que el tiempo me ha robado la sonrisa,
que mis ojos se han quedado sin agua,
que están llenos de arena,
que mis pies no me llevan a la puerta de salida,
y que mis cansadas manos,
no me alcanzan
para quitar de mis pupilas
¡ tanto polvo!.
Esperanza E Serrano

...
Intento de poema escrito  un día triste, cuando el pesimismo hizo presa de mi al leer las noticias que me llegaban de Cuba. Noticias que, entre líneas, me decían que no se vislumbraba una luz en el camino, en el largo y tenebrosos tunel construido y mantenido por la gerontocracia moncadista, mafia comunista que se adueñó de Cuba y la gobierna con mano férrea, despótica, totalitarista, desde 1959.
Ha pasado algún tiempo desde que escribí estas líneas que hoy  he vuelto a publicar, la luz en el camino aún no es fuerte pero ya se ven algunas destellos de los rayos  que van creciendo, aisladamente, a lo largo y ancho de todo el archipiélago cubano.
Esperanza E Serrano

martes, 14 de febrero de 2012

Feliz día del amor y la amistad

El amor.

_¡¿Qué es el amor?,
 un día me preguntaste.
En aquel entonces yo era muy joven
y no sabía nada de la vida.
Me arriesgué un instante
y te di mi respuesta:

 
"_ El amor es un potro salvaje;
lo acaricio, lo abrazo,
lo mimo, lo beso…
Le brindo turrones de azúcar,
el muy pillo; ¡ se los come!
y luego se lanza, desbocado
cuesta abajo, perdiéndose
en la llanura o detrás de las lomas.
¡Quisiera ser una buena amazona
para domarlo y cabalgarlo a mi antojo!"

Al cabo de los años,
me preguntaste de nuevo,
-"¿Qué es el amor?",
con aire filosófico,
 te dije:

"_ Hay quien dice que el amor es el capricho
de un niño malcriado que juega con su arco
y no mira las consecuencias de sus disparos.
 
Hoy, que ya ha pasado tanto tiempo,
me repites la pregunta,
-¿Qué es el amor?",
sin ser una filósofa,
te confieso que para mi:
El amor es algo que siempre he amado,
y lo amaré cuantas veces llegue a mí,
lo mismo si es un potro salvaje,
o el disparo errado de un niño travieso,
o una nube perdida en el tiempo,
o una ola fuera de su curso,
o un ave que nos alegra el alma
con sus trinos en la mañana,
O mariposas danzando alegres
en mis noches de lluvia..
De todas maneras yo sigo
enamorada del amor.

Enamorada de sus indomables caprichos,
de sus fantasías y desmanes
que me han hecho vivir cometiendo locuras.
Como ves, no soy un buen ejemplo,
aunque puedo aconsejarte:

Mírate en ti mismo
y trata de encontrar
una mejor definición,
Pero no olvides que,
sea tuya o mía,
la definición no importa.
Lo que importa es el regalo
que te ofreces a ti mismo
cuando amas, aún cuando
no recibas nada a cambio. 
 
Amar es sentir, no recibir,
amar es saber perdonar.
Es entregar la vida en un momento
aunque después la recojas destrozada
porque te han llenado de arrugas el alma…
Si amas a ese inefable sentir,
que todos llaman amor,
renacerás de ti mismo
 cada vez que te hieran
y volverás amar
 una y otra vez,
y cuántas veces sea necesario...
¡Esa es la maravillosa fórmula
que nos regala la vida
para dejarnos saber
que aún estamos vivos!
Esperanza E Serrano

El poder del amor. Celine Dion

miércoles, 8 de febrero de 2012

Y me he quedado sola



Y me he quedado sola,
sola con tu recuerdo
clavado en mis heridas...
Tu recuerdo
negándose al olvido,
navegando por mi cuerpo
en estas noches frías.

Te busco en mis sueños
y no respondes...
Arrogante vienes,
cuando estoy despierta,
para dejarme esta sensación
de vacío que no termina,
que me enerva,
que me entristece,
que me aniquila...

Soledad de soledades
estoy viviendo,
sombra que cruza
por los espejos
sin dejar huellas,
flor marchita
en la tumba del deseo,
abeja perdida
que no encuentra
su colmena,
pájaro errante
que ha perdido
su rumbo en el desierto,
ola que no llega a la orilla,
ola que restalla
contra los arrecifes
del mal tiempo...

Te fuiste sin anunciar
tu partida,
te fuiste sin dejarme
un simple adiós
de despedida...

¿Quién te dijo que te fueras,
así, tan de repente,
sin darme tiempo
a quedarme con tu aliento?

Esperanza E Serrano
Escrito a la memoria de un ser amado que se fue de este mundo antes de tiempo.

miércoles, 11 de enero de 2012

Duendecillo de la noche...


Duendecillo de la noche fresca,
préstame  tus alas,
           necesito escapar
           de mis miedos,
de mis sueños
 y locuras,
de mis lejanos amores
y  de mis perdidas esperanzas.

Quiero surcar los aires
más allá del tiempo;
anulando la constancia,
de los pueblos y  parajes
donde mi voz  se ha quedado
enamorada del  viento
o enredada en la montaña.

              Duendecillo,
               llévame a navegar contigo,
quiero romper estos hilos
que me atan a mi destino,
quiero un nuevo  camino,
nuevas flores, nuevos ríos
 y un mar sagrado para
esconder  las perlas
del desatino.
Llevame contigo
al más allá,
o al más acá,
lo mismo me da,
lo que quiero es escapar
del mundo donde he nacido.
Esperaqnza E Serrano